CONAF adelantó la puesta en marcha de sus brigadas. Es así como desde octubre, las ocho cuadrillas regionales se encuentran operativas.
Con temperaturas al alza, mayor actividad agrícola y un creciente flujo turístico durante el verano, la Región de Coquimbo se apresta a enfrentar un nuevo periodo de incendios forestales. Pese a que la estadística de siniestros no muestra un aumento significativo respecto del año pasado, desde la Corporación Nacional Forestal (CONAF) se insiste en que el principal desafío sigue siendo la prevención. Así lo sostiene el director regional del organismo, Ricardo Gutiérrez, quien detalló el estado de preparación institucional para esta temporada 2025-2026 y recalca la urgencia de reforzar conductas responsables en zonas rurales y áreas silvestres.
A la fecha, la región registra alrededor de 35 incendios, cifra similar a la del periodo anterior. Sin embargo, Gutiérrez subraya que, más allá del número, lo relevante es recordar que en la Región de Coquimbo este tipo de emergencias no tiene origen natural. “Los incendios forestales en nuestra zona son 100% provocados por acción humana, ya sea por descuido o negligencia. Por eso, todo el foco debe estar puesto en la prevención”, insiste.
En ese contexto, el director enfatiza la necesidad de extremar los cuidados durante las labores agrícolas, particularmente evitando el uso de herramientas que generen chispas en horas de mayor temperatura y viento. También recuerda que desde noviembre se encuentran suspendidos los avisos de quema agrícola, por lo que no existen autorizaciones para realizar este tipo de acciones. A ello se suma el llamado a un turismo responsable. “La recreación es legítima, pero debe hacerse con responsabilidad. Si se cocina al aire libre, es fundamental no encender fuego cerca de la vegetación y asegurarse de apagar completamente cualquier brasa”, agrega.
Respecto a la distribución territorial de los siniestros se reafirma una tendencia histórica: la provincia de Limarí concentra casi la mitad de los incendios ocurridos en la región en el último quinquenio, con la comuna de Ovalle como epicentro de mayor ocurrencia. A esta lista se han sumado recientemente sectores como Monte Patria y, en menor medida, áreas de comunas donde antiguamente no se registraban episodios relevantes. Choapa, en contraste, presenta menos eventos, aunque cuando se producen suelen abarcar mayores superficies, lo que aumenta su complejidad.
Ante este panorama, CONAF adelantó la puesta en marcha de sus brigadas, ya que desde octubre, las ocho cuadrillas regionales se encuentran operativas, cuatro de ellas en Limarí, dos en Elqui y dos en Choapa. A ello se suma la disponibilidad de camiones aljibe y la llegada, a fines de diciembre, de una aeronave y un helicóptero para reforzar el ataque rápido, estrategia clave para evitar la propagación de incendios.
En total, más de 120 personas —incluyendo brigadistas y equipos especializados— participan en el dispositivo regional.
Consultado sobre los episodios recientes, Gutiérrez aclara que si bien el último incendio ocurrido en Monte Patria generó daños significativos en infraestructura y viviendas, no fue el de mayor superficie afectada del último periodo. Esa distinción, explica, es fundamental: “un incendio pequeño puede causar grandes pérdidas cuando se desarrolla en sectores rurales habitados. Por eso, nuestra primera prioridad siempre es proteger la vida humana y las construcciones”.
CAMBIO DE ADMINISTRACIÓN DE PARQUES Y RESERVAS
En paralelo a la preparación operativa, CONAF atraviesa un proceso institucional clave: el traspaso del Sistema Nacional de Áreas Silvestres Protegidas al recién creado Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas (SBAP), dependiente del Ministerio del Medio Ambiente. Este cambio entrará en una fase decisiva en febrero, cuando se inicie el traslado del personal asociado a la gestión de parques y reservas.
“Ya existe una dirección regional del nuevo servicio y está previsto que en febrero comience formalmente el proceso de traspaso del personal. Todo el equipo de guardaparques y quienes trabajan en áreas silvestres protegidas pasarán al SBAP”, detalla Gutiérrez. A nivel nacional, la transferencia alcanza a más de 540 funcionarios.
CONAF, en tanto, continuará administrando los parques durante buena parte de la temporada estival, dado que el nuevo organismo deberá atravesar etapas administrativas antes de entrar en pleno funcionamiento.
En todo caso, el director regional descarta perjuicios o impactos presupuestarios para la corporación. “No se trata de una pérdida de ingresos, sino de una reorganización institucional. El Estado mantendrá la administración, solo que bajo un servicio ambiental especializado”, explicó.
