Agricultores de cuatro comunas de la región enfrentan pérdidas totales o parciales de sus cosechas debido a los protocolos para frenar la propagación de la mosca de la fruta. Mientras los productores esperan un mayor apoyo económico, las autoridades destacan la activación del seguro agrícola.
Los estragos causados por la mosca de la fruta en la Región de Coquimbo ya comienzan a golpear a los productores agrícolas, quienes se han visto afectados tanto en el proceso logístico como en el retorno económico de su inversión, debido a las estrictas medidas adoptadas para evitar el avance del insecto en los campos productivos.
La comuna más afectada por la crisis es Monte Patria, donde productores advierten que el impacto apenas comienza a percibirse.
Juan Carlos Torres, quien junto a su suegro, Pedro Véliz Ortiz, cosecha distintos tipos de frutas en el predio familiar de Las Juntas, describe para El Día el complejo escenario que atraviesan desde hace poco menos de dos meses, cuando se detectó el primer ejemplar del insecto en Tulahuén, encendiendo de inmediato las alarmas.
“Estamos pasando muchas penurias con el tema, porque en el huerto de mi suegro prácticamente se perdió toda la cosecha. El SAG (Servicio Agrícola y Ganadero) retiró toda la producción de este año y la fruta fue enterrada. Claramente, para una persona cuyos ingresos dependen de lo que pueda vender de su huerto, la situación es terrible”, señaló Torres.
Agregó que tanto en su predio como en los vecinos se realiza una limpieza completa debido a la presencia de ejemplares. Aunque comprenden que es lo correcto, es doloroso ver cómo se pierde una cosecha que aparentemente está sana. Mandarinas, naranjas Thompson y distintas variedades de paltas debieron ser enterradas.
COSTOS ALTÍSIMOS
El agricultor asegura que “hasta ahora no ha habido ningún tipo de ayuda económica. Se ha intentado gestionar apoyo a través de los gobiernos local y regional, pero no hay respuesta efectiva. Los costos para tratar de paliar la crisis son altísimos, porque hay que trasladar la fruta en camión refrigerado a un frigorífico que esté recibiendo fruta en observación”.
“En la región no tenemos uno; el más cercano está en San Felipe. Para nosotros, pequeños productores, esos costos son impagables. No podemos cumplir con las exigencias, así que es preferible botarla, porque nos sale más caro costear todo el proceso que lo que recibiríamos de retorno. La situación es crítica”, agregó.
El productor estimó que los controles y barreras del SAG deberían ser más estrictos, ya que en su opinión no han sido completamente efectivos y no han evitado el avance del insecto. “Sentimos que los controles son esporádicos. Si no tenemos un control estricto, no se va a poder superar la crisis. Obvio que todos los productores quieren vender su fruta y llevarla a las ciudades más cercanas para recuperar el costo de la inversión, y allí es donde vemos una gran falencia de la autoridad”, afirmó.
Indicó que recién comienzan a evidenciarse los estragos productivos, pero que aún no dimensionan los impactos económicos, que afectarán a cientos de familias. “Hay mucha gente que se quedó sin trabajo y no tiene ayuda. Nadie está pensando en lo que esto significa en el ámbito laboral, considerando que muchos pueblos de Monte Patria subsisten gracias a la producción agrícola”, lamentó.
COSTOS ALTÍSIMOS
El agricultor asegura que “hasta ahora no ha habido ningún tipo de ayuda económica. Se ha intentado gestionar apoyo a través de los gobiernos local y regional, pero no hay respuesta efectiva. Los costos para tratar de paliar la crisis son altísimos, porque hay que trasladar la fruta en camión refrigerado a un frigorífico que esté recibiendo fruta en observación”.
“En la región no tenemos uno; el más cercano está en San Felipe. Para nosotros, pequeños productores, esos costos son impagables. No podemos cumplir con las exigencias, así que es preferible botarla, porque nos sale más caro costear todo el proceso que lo que recibiríamos de retorno. La situación es crítica”, agregó.
El productor estimó que los controles y barreras del SAG deberían ser más estrictos, ya que en su opinión no han sido completamente efectivos y no han evitado el avance del insecto. “Sentimos que los controles son esporádicos. Si no tenemos un control estricto, no se va a poder superar la crisis. Obvio que todos los productores quieren vender su fruta y llevarla a las ciudades más cercanas para recuperar el costo de la inversión, y allí es donde vemos una gran falencia de la autoridad”, afirmó.
Indicó que recién comienzan a evidenciarse los estragos productivos, pero que aún no dimensionan los impactos económicos, que afectarán a cientos de familias. “Hay mucha gente que se quedó sin trabajo y no tiene ayuda. Nadie está pensando en lo que esto significa en el ámbito laboral, considerando que muchos pueblos de Monte Patria subsisten gracias a la producción agrícola”, lamentó.
DAÑOS CAUSADOS
Sobre los estragos provocados por la plaga, el director regional del SAG, Jorge Fernández, señaló que “la plaga Ceratitis capitata, comúnmente conocida como mosca de la fruta, ataca a una gran cantidad de hospederos: son 250 especies que pueden verse afectadas, lo que explica la gran peligrosidad de este insecto para la agricultura regional y nacional”.
En este punto, cuenta que “en las campañas realizadas en la Región de Coquimbo hemos descargado un total de 95 mil kilos de fruta hasta la fecha, de diversas especies de frutas y hortalizas, entre las que podemos enumerar ají, durazno, damasco, cítricos, frutillas, manzanas, pepinos, olivos, peras, pimentones, tomates, entre otros. Esta drástica medida se adopta para eliminar fruta que pueda estar infestada con larvas y así cortar su ciclo de vida”.
Detalló que la institución realiza un trabajo intensivo para erradicar la plaga dentro de un radio de 200 metros desde el punto de detección de un ejemplar. Este trabajo incluye la descarga total y eliminación de la fruta, así como el tratamiento del suelo para eliminar las pupas (estado previo del insecto antes de convertirse en adulto).
“Además, en un radio de 7,2 kilómetros se refuerza la vigilancia mediante la instalación de trampas y se establece un área de cuarentena, donde rige la restricción de movimiento de fruta desde los árboles frutales ubicados dentro de esa zona. Esta medida busca evitar el eventual traslado de ejemplares de Ceratitis capitata y/o sus larvas hacia otros sectores”, apuntó Fernández.
¿DÓNDE ESTÁN LOS BROTES ACTIVOS?
Fernández informó que actualmente se mantienen brotes activos en los sectores de Tulahuén, Las Ramadas, San Clemente, Las Juntas y Torca, en la comuna de Monte Patria; Fundina y Serón, en Río Hurtado; Algarrobo, en Ovalle; y Vegas Sur, en La Serena. Respecto al estimativo de pérdidas, estas corresponden a lo descargado, es decir, 95 mil kilos de fruta de diversas especies.
“Para ir en apoyo de los agricultores que han tenido pérdidas, la Seremi de Agricultura, a través de Agroseguros, dispuso recursos que, de forma inédita, buscan respaldar a quienes se han visto afectados por las labores que está realizando el SAG. Si bien sabemos que no es suficiente, dado que existen pérdidas que van más allá de las descargas de fruta, esta medida ayuda a mitigar en parte la problemática”.
Apuntó que las recomendaciones durante las campañas son claves para evitar que la plaga se propague a más sectores y afecte a un mayor número de productores. “Las medidas son simples: no trasladar fruta desde las zonas reglamentadas hacia otros sectores y seguir las instrucciones del SAG en los sectores afectados. La mosca de la fruta es un insecto de vuelos cortos, es decir, la única forma que tiene para trasladarse largas distancias es a través del transporte de fruta. Por eso, la importancia de no moverla desde las zonas reglamentadas”.
LLAMADO A LA CIUDADANÍA
En tanto, desde la Sociedad Agrícola del Norte indican que, como gremio, están comprometidos desde el día uno con la erradicación de la mosca de la fruta, a través de diversos medios, como cápsulas radiales, menciones en todos los programas de “Amor por el Campo” y folletos informativos.
La presidenta de la organización, María Inés Figari, señaló que “estamos tremendamente preocupados por este verdadero ataque de la mosca de la fruta que hemos recibido. Es una situación que no habíamos vivido en mucho tiempo y, además, nunca en esta magnitud. Siempre había uno o dos focos, pero nada más. Hoy estamos enfocados en prevenir y en pedir la colaboración de la ciudadanía para impulsar una campaña de prevención muy fuerte. Esa es la única forma de erradicarla”.
Destacó que solo un agricultor sabe el dolor que significa tener que desechar, botar o enterrar su cosecha. “Por lo tanto, hago un llamado a todos a ser responsables, a preocuparnos y actuar, para que nuestra agricultura, que ya ha sido tan golpeada por la escasez de agua, pueda hoy ser defendida con toda la fuerza, resguardando la sanidad de nuestros productos”.