El plan contempla más de 1.300 proyectos en la Región de Coquimbo, destacando en Limarí la pavimentación de la Ruta Antakari, un tren entre Ovalle y Vicuña, el embalse Río Rapel y una planta desaladora. El plan busca reducir desigualdades y fomentar un desarrollo sostenible desde los territorios.
Hace unas semanas, el Ministerio de Obras Públicas presentó el Plan Nacional de infraestructura Pública 2025-2055 que busca el desarrollo de proyectos e iniciativas a 30 años Se trata de un conjunto de proyectos que fortalecen la inversión pública y el desarrollo, entendiendo la infraestructura como un aporte real y concreto en reducir desigualdades, mejorar la calidad de vida y fortalecer la cohesión social y territorial.
A nivel nacional se priorizaron más de 22 mil proyectos de inversión por más de $366 billones en cuatro áreas que son Conectividad e Integración Territorial con 2288 proyectos y por más de 134 billones de pesos en iniciativas en materia conectividad aérea, ferroviaria, digital, entre otras; Habitabilidad de Centros Poblados con 13.092 proyectos y una inversión que supera los 38 billones para edificar nuevas cárceles, centros de salud, establecimientos escolares e iniciativas de conectividad y accesibilidad urbana; en el área de Seguridad Hídrica son 5.797 proyectos con una inversión de 41 billones en proyectos como agua potable rural, desaladora, obras de riego, recuperación de fuentes de agua, entre otras y por último en el ámbito de la Seguridad Energética se priorizaron 1447 proyectos por 150 billones en proyectos de generación y transmisión eléctrica o uso de hidrogeno verde.
EN la Región de Coquimbo, el plan abarca 1.319 proyectos por una inversión cercana a los $14.150 millones de dólares.
El seremi del MOP Javier Sandoval califica este plan como “una hoja de ruta respecto a la inversión que se visualiza durante los próximos 30 años. Es lo que se conocía anteriormente como Plan Director, pero ahora se proyecta a una mayor cantidad de años”.
La característica principal de esta iniciativa es su dinamismo, como indica Sandoval es un plan vivo que se va nutriendo y adaptando a los cambios y necesidades que tienen y creemos que tendrán los distintos territorios en los próximos años”, enfatiza el seremi.
DESARROLLO DESDE LOS TERRITORIOS
Para la elaboración del Plan Nacional de infraestructura Pública se desarrollo un proceso de participación en las 16 regiones del país, en donde se incluyó a gobiernos regionales, la academia, los gremios y las secretarías regionales de Obras Públicas, Transporte y Telecomunicaciones y de Vivienda. El objetivo en la construcción del Plan es que los proyectos reflejen las necesidades y las oportunidades de crecimiento de cada territorio, analizando prioridades, sectores estratégicos y áreas claves para el desarrollo.
“Siempre deseamos como ministerio, este trabajo es interinstitucional, y con participaciones desde las regiones, desde las distintas localidades, y así se fue sumando, se fue retroalimentando desde lo nacional a lo local y viceversa. Con esta iniciativa, una vez más, el Ministerio de Obras Públicas demuestra que sus obras son obras de Estado. Estamos proyectando la infraestructura a futuro, indistintamente de los gobiernos, y poniendo a Chile y a su gente en el centro de una estrategia de desarrollo”, añade Sandoval.
PROYECTOS PARA EL LIMARÍ
Respecto a la Provincia del Limarí, El Plan Nacional de Infraestructura presenta varias iniciativas.
En detalle explica Javier Sandoval que en materia de conectividad se cuenta la Ruta Antakari que une por el interior a las Provincias del Elqui y del Limarí, proyecto que ya presenta avances con pavimentación de un tramo por parte de Vialidad.
Además se estudiará el proyecto de un tren de acercamiento de pasajeros que conecte a Ovalle y Vicuña. En cuanto a seguridad hídrica, se encuentran el proyecto de embalse Río Rapel, en Monte Patria, y la planta desaladora de la provincia de Limarí.
“Reiteramos la relevancia que este plan tiene para el desarrollo y la reactivación económica, ya que nos permite proyectar y planificar de una manera inteligente y sustentable la infraestructura a futuro, y manteniendo su continuidad independiente de los gobiernos, y poniendo a Chile y a su gente en el centro de una estrategia de desarrollo”, añade Sandoval.
EL Plan Nacional Nacional de Infraestructura Pública 2025-2055 tendrá un seguimiento y evaluación cada cinco años y permitirá que en cada gobierno se puedan realizar ajustes en un marco común de largo plazo.