Apoderados del Club Diaguitas de Ovalle acusan que sus hijos, de entre 14 y 15 años, fueron agredidos y amenazados con armas de fuego tras un partido ante el equipo de la Asociación Coquimbo. Carabineros acudió por una “supuesta amenaza”, pero no halló armamento ni detuvo a eventuales responsables.
Lo que era un partido de fútbol formativo terminó siendo una experiencia de miedo y violencia el pasado sábado 25 de octubre en el complejo deportivo La Pampilla, en Coquimbo. Según denuncian apoderados del Club Diaguitas sub 15 de Ovalle, un grupo de adultos atacó a los jóvenes jugadores tras el encuentro con la selección de la Asociación Coquimbo, llegando incluso a apuntarlos con armas de fuego dentro del mismo camarín.
Y si bien, la jornada comenzó con normalidad, desde el inicio del encuentro el ambiente se tornó tenso. “Desde que llegamos al estadio se notaba el nerviosismo, había barras gritando e insultando a los niños. Era un partido de formación, pero parecía una final profesional sin seguridad”, relató Cristian Michea, padre de uno de los futbolistas ovallinos.
MIEDO EN PLENO TORNEO FORMATIVO
El partido se desarrolló entre las 16:00 y las 18:00 horas, y aunque los jóvenes del Diaguitas perdieron por 1 a 0, lo peor vino después del pitazo final.
Cuando los jugadores se dirigían al camarín, un grupo de adultos comenzó a lanzarles piedras y a amenazar al equipo visitante. “Los niños tuvieron que correr al camarín para refugiarse. Desde afuera les gritaban y seguían tirando piedras. Rompieron vidrios y entraban las rocas por las ventanas. A los niños tuvimos que encerrarlos porque el camarín tiene una reja y ni con eso podíamos contener a la barra de Coquimbo”, agregó Michea.
En medio del caos, el padre asegura haber visto a hombres armados. “Vi cuando un sujeto sacó una pistola y la apuntó hacia el camarín. A uno de los niños incluso se la pusieron en la cabeza. Los chicos lloraban, gritaban, algunos preguntaban si los iban a matar. Fue una escena de terror”, recordó el apoderado.
Tras el violento episodio en el camarín, el miedo de los jóvenes no terminó ahí, pues cuando la micro que trasladaba a la delegación de Diaguitas salió del complejo La Pampilla, fue apedreada por adultos del equipo rival, rompiendo el parabrisas delantero. “Las piedras caían mientras los niños gritaban y se agachaban en los asientos. Fue una situación aterradora”, relató.
Pero el horror no terminó ahí, sino que el hostigamiento continuó en la ruta. “Un auto los siguió por varios kilómetros, los insultaban y los amenazaban desde las ventanas”, relata el apoderado.
“HAY NIÑOS QUE NO QUIEREN VOLVER A JUGAR”
La violencia dejó una profunda huella emocional en los jóvenes deportistas. Varios de ellos, según relatan sus familias, han presentado ansiedad, insomnio y miedo de volver a vestir la camiseta del club. “Hay niños que no quieren volver a jugar. Esto no fue una riña entre hinchas, fue un ataque a menores de edad. Nadie debería vivir algo así en un partido infantil”, reclamó el apoderado.
Los padres apuntan además a la falta de medidas de seguridad en el complejo deportivo. “No había control en los accesos ni separación entre barras. Solo tres guardias para todo el recinto y cuando comenzó el ataque, ninguno intervino”, afirmó Michea.
Pese a la gravedad de los hechos, los apoderados aseguran que la Asociación Nacional de Fútbol Amateur (ANFA) no ha entregado respuestas claras ni sanciones ejemplares. “Nos sentimos abandonados. Hasta ahora solo se habla de castigar a un jugador, pero los adultos son los culpables”, sostuvo el Michea.
“Queremos justicia y protección. No pedimos privilegios, solo que nuestros hijos puedan jugar tranquilos. El fútbol infantil no puede convertirse en un campo de batalla”, expresó finalmente Michea.
VERSIÓN DE CARABINEROS
Desde la institución uniformada confirmaron que el sábado acudieron al complejo deportivo La Pampilla, tras recibir un llamado por una “supuesta amenaza con arma de fuego” ocurrida en el contexto de un partido de fútbol amateur.
El subteniente Joaquín Carriel, de la Segunda Comisaría de Coquimbo, explicó que “personal de la unidad respondió un procedimiento por supuestas amenazas por un arma de fuego. Tras realizar diversos controles de identidad, se identificó a un sujeto menor de edad que no portaba su cédula, por lo cual fue conducido a la unidad policial para corroborar su identidad, registrar sus vestimentas y verificar si mantenía órdenes pendientes. Posteriormente, el menor quedó en libertad”.
Según su versión, Carabineros abordó el hecho como una “supuesta amenaza”, sin confirmar la existencia de un ataque armado dentro del recinto deportivo. Según informaron, no se incautó ningún arma ni se registraron detenidos por porte o uso de armamento, lo que contrasta con la denuncia de los apoderados, quienes aseguran que los niños fueron apuntados y agredidos por adultos dentro del camarín.
Durante la jornada, El Ovallino intentó contactar al director regional de ANFA Coquimbo para conocer la versión oficial de la institución y las medidas que se estarían adoptando frente a estos hechos. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición no se obtuvo respuesta.