Con solo 17 años, el ovallino acumula tres fechas panamericanas juveniles disputadas en Chile, México y Brasil, además de un ascenso sostenido en la preselección nacional y una rutina de entrenamiento tan exigente como disciplinada. Hoy es la pareja número 2 del ránking sub 18 y proyecta disputar nuevamente el ciclo panamericano 2026.
Ovalle vuelve a abrir espacio entre los referentes juveniles del pádel nacional. A sus 17 años, el ovallino Pedro Meriño vive el mejor momento de su carrera deportiva tras consolidarse como pareja número 2 del ránking sub 18 de Chile, un logro alcanzado luego de unas intensas temporadas, en las que combinó estudios, entrenamientos dobles y participación en el circuito panamericano.
El joven comenzó en el pádel hace cuatro años, pero reconoce que fue en los últimos dos o tres cuando decidió tomárselo “en serio”. Su ingreso al proceso de selección se inició, cuando las categorías menores se definían mediante entrenamientos colectivos. En 2023 el sistema cambió y pasó a depender de torneos clasificatorios. Desde entonces, Meriño se mantuvo de manera permanente en la preselección nacional, compitiendo primero en sub 16 y desde este año, en sub 18.
“Recién este año, después de dos o tres años de esfuerzo, se pudieron dar estos resultados”, comentó, recordando que entre 2023 y 2024 logró sostener su nivel hasta instalarse entre las ocho mejores parejas del país, instancia que le abrió las puertas para representar a Chile en el Circuito Panamericano Juvenil.
TRES FECHAS PANAMERICANAS Y UN APRENDIZAJE CLAVE
En el último año, Pedro participó en las tres fechas del circuito continental: Chile, México y Brasil. Fue precisamente en la primera, realizada en Santiago, donde vivió uno de los momentos más intensos de su corta carrera.
“Íbamos 5-2 arriba en cuartos de final, sacando para cerrar. Teníamos la final al alcance y se nos fue el partido”, recordó. La experiencia, según dice, marcó un aprendizaje profundo: perseverar incluso cuando las oportunidades parecen seguras.
En México volvió a competir a un alto nivel y tras esa presentación surgió la posibilidad de postular al financiamiento del gobierno regional. Finalmente, el respaldo se concretó en la fecha de Brasil, país al que el joven pudo viajar acompañado de su familia, con alojamiento, comida y pasajes cubiertos.
“Para mí y mi familia fue un gran alivio económico. Estoy muy agradecido del gobierno regional”, señaló, destacando que el apoyo permitió que el proceso competitivo fuera sostenible.
ENTRE EL COLEGIO, LOS ENTRENAMIENTOS Y LA SELECCIÓN
Uno de los desafíos más grandes del deportista es compatibilizar su rutina con la educación tradicional. A diferencia de muchos de sus rivales, Pedro no pertenece a un colegio deportivo, por lo que ha debido esforzarse el doble para sostener el ritmo de la competencia nacional.
Para acercarse al nivel de los jugadores de academias especializadas, entrena físico en la mañana, asiste al colegio durante el día y realiza sesiones de pádel por la tarde, completando entre cinco y seis entrenamientos semanales. “Era la única forma de mantenerse entre las mejores parejas del país”, comentó, reflejando el esfuerzo que hay detrás de sus logros.
RUMBO AL PANAMERICANO 2026
Aunque todavía evalúa su futuro académico, Meriño asegura que su meta es volver a disputar el próximo ciclo internacional.
“Si seguimos por el camino que vamos, no tengo dudas de que podemos volver a participar en los Panamericanos”, proyecta. Durante las vacaciones retomará el ritmo completo para llegar en óptimas condiciones al proceso clasificatorio 2025.
IDENTIDAD REGIONAL Y MENSAJE A LOS JÓVENES
Representar a Ovalle, afirma, es uno de los mayores orgullos de su carrera. “Es un orgullo poder representar a mi región en estas instancias”, sostuvo.
El deportista también destacó el rol de los clubes y escuelas de pádel para impulsar nuevas generaciones. “Cada vez la gente se está motivando más. Lo importante es apoyar a los jóvenes para que participen”, señaló.
Finalmente, agradeció a su equipo, a su familia y a las instituciones que han respaldado su crecimiento competitivo. Su objetivo ahora es claro: sostener el nivel que lo tiene entre los mejores de Chile y seguir llevando el nombre de Ovalle a las canchas internacionales.
A sus 17 años, Pedro Meriño aún está escribiendo las primeras páginas de una carrera que promete ir mucho más lejos. Con disciplina y constancia, el joven deportista ovallino se abre paso en un circuito cada vez más competitivo, demostrando que el talento local puede brillar en escenarios continentales. Su mirada ya está puesta en el nuevo ciclo panamericano, pero también en algo más profundo: convertirse en un referente para que otros jóvenes de la región crean en sus posibilidades y se atrevan a perseguir sus propios desafíos deportivos.
