El Ciclón derrotó 1-0 a San Antonio Unido en un duelo de alta tensión que se resolvió en el final. El penal convertido por Gabriel Harding mantiene vivo el sueño del ascenso. El partido fue trabado, intenso y con momentos de alto nivel táctico.
Parecía que la historia terminaba sin goles, con ese sabor amargo que dejan los partidos donde se intenta todo, pero el balón no entra. Pero Ovalle tenía una carta más. En el minuto 87, cuando las piernas pesaban y la ansiedad reinaba en las tribunas, el árbitro marcó penal. El estadio contuvo el aliento. Gabriel Harding lo tomó con decisión. Un remate seco, sin titubeos. Gol. Locura en el Diaguita.
Así, el Ciclón del Limarí venció por 1-0 a San Antonio Unido, en un partido trabado, de esos que exigen cabeza fría, pulmón y fe. Porque aunque no fue una exhibición brillante, sí fue una victoria que vale oro para un equipo que busca seguir posicionado en la parte alta de la tabla y seguir soñando con la Primera B.
Desde el arranque, los ovallinos mostraron intención y dominio territorial, pero no lograban romper la resistencia del joven cuadro visitante. San Antonio, ordenado y combativo, tuvo como pilares en el mediocampo a Bobadilla y Ávila, quienes impidieron que Ovalle pudiera encontrar comodidad en tres cuartos de cancha.
Aún así, las más claras del primer tiempo fueron para el local. Un error del central Fiamengo casi le regala el gol a Mundaca, que no supo definir. Más tarde, el arquero Guillermo Orellana, figura silenciosa del partido, respondió con una atajada de alto nivel ante un misil de René Meléndez desde fuera del área.
Los intentos de Ovalle eran insistentes, pero carecían de la precisión necesaria para romper el empate. Un tiro de esquina venenoso casi se cuela olímpico, y un remate tras un rebote parecía que inflaba la red, pero se fue por encima.
El segundo tiempo bajó en ritmo. San Antonio ajustó su línea defensiva y apostó al contragolpe, mientras Ovalle chocaba con su propia ansiedad. Cuando todo parecía cerrado, llegó la jugada polémica: una mano en el área que el juez no dudó en sancionar. Polémica, sí. Pero también una oportunidad que no se podía dejar pasar.
Gabriel Harding tomó la responsabilidad y no falló. La celebración fue desbordada. El grito se sintió no solo en el estadio, sino en todo Ovalle. Con esta jugada, Harding premió al equipo que dominó gran parte del primer tiempo y que, pese a no lograr fluidez en el complemento, mantuvo el orden y la intención ofensiva.
“Sabíamos que iba a costar”
El técnico Felipe Cornejo valoró el triunfo, pero reconoció lo complejo del partido: “Sabíamos que iba a ser difícil, San Antonio ha mostrado un alza en su juego, tienen buenos jugadores y trabajan bien las pelotas detenidas. Nos costó”, comentó.
El DT también apuntó a la falta de efectividad en las opciones claras del primer tiempo, que según él habrían permitido manejar el partido con mayor tranquilidad: “Las que tuvimos no pudimos concretarlas, y eso cambia todo. Eso te permite controlar el partido de otra forma”.
Sobre lo que viene, el DT fue claro: “Nos quedan finales. Se viene Osorno, un rival directo. Pero estoy tranquilo, porque tengo jugadores esperando su oportunidad y con muchas ganas de aportar”.
“La confianza es clave, al momento del silbato”
Tras anotar el gol del triunfo desde los doce pasos, Gabriel Harding valoró el trabajo del equipo y su propio momento:“Fue un partido súper disputado, de vuelta y vámonos. Generamos bastantes ocasiones de gol y tuvimos la suerte en el penal de poder convertir y mantenernos. Creo que lo venimos haciendo de manera sólida en defensa, y arriba estamos siendo más contundentes”, afirmó.
El delantero también destacó el trabajo colectivo: “A veces nos generamos varias ocasiones, como otras veces nos cuesta mucho. Pero las pocas que tenemos, las concretamos. La unión del grupo nos ayuda a consolidarnos bien, tanto defensiva como ofensivamente. Se nota en los 90 minutos”, añadió.
“No dudé en venir al puntero”
El argentino Gastón Novero debutó con Provincial Ovalle tras llegar hace solo dos días. “La verdad que no conocía la categoría, es muy dura, pero me recibieron de la mejor manera. Hoy el grupo sacó adelante un partido muy difícil y creo que fuimos justos merecedores de los tres puntos”, comentó tras el partido.
El delantero llegó hace apenas dos días al club y ya sumó sus primeros minutos desde la banca. “Desde que me llamaron tomé la decisión. Estoy cien por ciento predispuesto a lo que el club me pida. Me tocó entrar y aportar desde lo futbolístico”, agregó.
Con esta victoria, Provincial Ovalle se afirma en la parte alta de la tabla y renueva su ilusión de lograr el ascenso a Primera B. Esta vez no ganó por un juego fluido, sino por actitud, por insistencia y por estar en el lugar justo en el momento clave. Tras el pitazo final, los hinchas celebraron con entusiasmo en las gradas, aunque también con cautela, ya que aún quedan siete fechas por delante.