Los vecinos acusan que los robos en viviendas deshabitadas se han vuelto habituales y que la delincuencia actúa con organización, lo que ha instalado el miedo entre adultos mayores y la sensación de vulnerabilidad entre la comunidad.
La tranquilidad de El Maitén, un pequeño poblado cordillerano de Monte Patria, se ha visto interrumpida durante el último año por una serie de robos que han generado temor y sensación de abandono. Según los habitantes, los ilícitos ocurren principalmente en viviendas deshabitadas, muchas de ellas de adultos mayores o de personas que utilizan la localidad como segunda residencia.
“Esto viene desde hace más de un año, están robando las casas que quedan deshabitadas, porque hay muchas personas que tienen segundo hogar”, relató una vecina del sector, que prefirió resguardar su identidad por miedo a represalias. También indicó que familiares suyos han sufrido hasta tres robos consecutivos, incluso después de reforzar puertas y candados de seguridad. “Los robos son tan frecuentes que podría decirse que cada semana hay una nueva víctima”, agregó.Los vecinos aseguran que los delincuentes no solo se llevan alimentos, artículos de hogar y electrónicos, sino que también buscan alcohol y realizan destrozos para ingresar a la fuerza. “Por lo que sabemos, solo entran a casas deshabitadas; nadie ha sido atacado estando dentro de su hogar”, sostuvo la misma fuente.
Los habitantes de El Maitén también advierten sobre la organización entre delincuentes, quienes al parecer se pasan información entre los distintos sectores. “Esta semana entraron a robar a la casa de un vecino, que viajó a Ovalle a hacer sus compras, no sé cómo se pasaron el dato, que él no estaba y para ir justo a forzar las puertas y entrar”, comentó.Sin embargo, el impacto en la comunidad va más allá de la pérdida material. “Ahora los vecinos viven con miedo, especialmente los adultos mayores, que en la noche no duermen pensando que se pueden meter a robar”, agregó.
La falta de infraestructura y conectividad agrava la situación. El sector presenta problemas de señal telefónica e internet, lo que dificulta la instalación de cámaras de seguridad como medida preventiva. “Quisimos poner cámaras, pero es un sector desconectado, no hay internet y a veces ni siquiera señal cuando llueve”, explicó la vecina. Además, la comunidad reconoce que la falta de unión vecinal limita la capacidad de organizarse para enfrentar la situación.
COORDINACIÓN VECINAL Y DESAFÍOS EN LA SEGURIDAD
Además de las denuncias individuales, la comunidad ha buscado organizarse para enfrentar la ola de robos. Alicia Pizarro, la presidenta de la Junta de Vecinos de El Maitén, explicó que se han realizado varias reuniones con Carabineros, donde se han discutido medidas preventivas y protocolos de alerta entre vecinos. “Si vemos personas o vehículos que no son del sector, damos aviso; eso nos permite coordinar con Carabineros y actuar a tiempo”, indicó.Sin embargo, la presidenta reconoce que las limitaciones institucionales y legislativas dificultan la protección efectiva. Según señaló Pizarro, la justicia nacional y la burocracia de denuncias desincentivan a los vecinos: “El problema es algo de justicia, algo legislativo que mientras no cambien las leyes, esto no va a cambiar y la población se desmotiva en denunciar”.
Alicia también alertó sobre los riesgos personales que enfrentan quienes intentan intervenir: “Después de avisar sobre un incidente con personas ajenas en el sector, me dispararon mientras manejaba”, comentó. La presidenta enfatizó que, además de los robos, la zona enfrenta problemas de narcotráfico y coordinación entre delincuentes, lo que agrava la sensación de inseguridad.
POSTURA DE CARABINEROS
Desde la Subcomisaría de Monte Patria, el Subteniente Rodrigo Cabrera Ruiz informó que en el sector de El Maitén solo se mantiene registro de una denuncia formal por robo en lugar habitado durante 2025, cuando se sustrajo un grupo electrógeno. “No existen más denuncias formales en ese punto, por lo que la llamada sensación de inseguridad no se ve reflejada en los antecedentes oficiales”, explicó.“De todas formas, al tratarse de un hecho grave, Carabineros reforzó los patrullajes a cargo del Retén Pedregal, con el propósito de prevenir la reiteración de ilícitos. Paralelamente, hemos sostenido reuniones con las juntas de vecinos, a fin de conocer de primera fuente las inquietudes y trabajar en conjunto contra la delincuencia”, explicó.
El Subteniente también recordó que muchos delitos no se denuncian, generando la llamada “cifra negra”, en este sentido cualquier persona puede presentar una denuncia con reserva de identidad, para evitar represalias, reforzando así la importancia de reportar los delitos y fortalecer la seguridad en la comuna. Por lo que, “invitamos a la comunidad a denunciar siempre. Estas denuncias, además de activar la persecución penal, permiten evaluar la necesidad de elevar la categoría de un retén o de aumentar su dotación y recursos logísticos”, concluyó.