Mientras el gobernador regional considera impresentable lo que está ocurriendo con la iniciativa, el delegado presidencial asegura que el proyecto sigue firme y que concretar una obra de gran envergadura como ésta tiene sus complejidades.
Distintas son las opiniones que expresan las máximas autoridades de la región frente a la posibilidad de que la licitación de la desaladora multipropósito para La Serena y Coquimbo quede desierta.
Así, mientras el gobernador regional, Cristóbal Juliá se mostró molesto por esta situación, el delegado presidencial Galo Luna asegura que se deben cumplir todas las normativas y que un proyecto de tal envergadura conlleva complejidades.
De hecho, Juliá no titubeó en señalar que “llevamos más de 10 años como región esperando soluciones reales y concretas respecto del recurso hídrico. A mí me parecería impresentable que nuevamente la Región de Coquimbo tenga que esperar por contar con su planta desaladora”, señaló, por lo que emplazó al Ministerio de Obras Públicas Públicas a que cumpla con los compromisos, “ya que estos cuentan con un sinfín de observaciones y trabas burocráticas que no han permitido que los oferentes se atrevan a presentar sus proyectos”.
Según Juliá, “debemos tener una licitación este año, es urgente. La Región de Coquimbo no da para más con la extrema sequía que está viviendo, por lo tanto, emplazamos, no solo al Ministerio de Obras Públicas, sino que al gobierno a que tome las decisiones pertinentes y que este año contemos con los inicios de la licitación de la planta desaladora”, señaló.
En esa línea reconoció que hay un sinfín de observaciones y de tramitaciones que se han estado desarrollando y que los oferentes “que son serios” no pueden cumplir. “Por lo tanto, se corre el riesgo de que no haya ninguna oferta para esta licitación, lo que habla de un trabajo desprolijo que ha hecho el Ministerio de Obras Públicas y que tiene que subsanar a la brevedad. ¿Son requisitos medioambientales? También detrás de esto hay una burocracia tremenda y eso es lo que tiene que parar”, apuntó.
Además, el gobernador criticó que se haya cambiado a mitad de año al director de Concesiones, lo que, a su juicio, perjudicó el proceso licitatorio.
COMPROMISO SIGUE EN PIE
Por su parte, el delegado presidencial, Galo Luna, aseguró que el compromiso del Presidente con la desaladora sigue firme. “Abundan las razones para asegurar que en la región se necesita y el compromiso del gobierno es seguir adelante con este proceso, garantizar que se cumplan todos los procesos legales que están comprometidos. Pero nuestro principal objetivo es concretar esta necesidad que se ha venido postergando por tanto tiempo y que nosotros iniciamos en este gobierno. Esperemos que este proceso salga adelante, que lleguen las mejores ofertas, las mejores empresas para hacerse cargo de una de las mayores y principales necesidades que tenemos”, subrayó el representante del Presidente en la zona.
Posteriormente, reconoció que la zona continúa en una situación crítica respecto a la disponibilidad del recurso hídrico, por lo que han seguido trabajando con la misma urgencia con la que lo vienen haciendo desde el inicio del gobierno.
“Respecto a este proceso tiene elementos técnicos, se han recibido bastantes comunicaciones de parte de las distintas empresas oferentes, pero eso está en manos del Ministerio de Obras Públicas a través de la Dirección de Concesiones, quien tiene que evaluar los pasos a seguir de acuerdo a lo que la normativa permite”, indicó, reconociendo de paso, que se estaría evaluando una ampliación de plazos, que es parte de las atribuciones que tendría la Dirección de Concesiones.
“Aquí estamos frente a una obra de gran envergadura, de gran importancia que tiene sus complejidades y lo que a nosotros nos interesa como gobierno es que este proceso salga bien y se pueda asegurar el destino final, que es poder proveer de agua desalada a una región que vive un estrés hídrico y una mega sequía hace 14 años”, dijo Galo Luna.