Quizás uno de los patinadores más reconocidos de skate de Ovalle ya no viva en su ciudad y tuvo que buscar otros destinos para seguir con su estilo libre, montado sobre una tabla para encontrar la libertad sobre ruedas. Así es Ricardo Navea, uno de los exponentes de esta disciplina urbana más populares entre los skaters del Limarí.
Ese ‘freestyle’ lo comenzó a desarrollar desde los 12 años en la población Anfa 2, del sector de Media Hacienda. Dejó el fútbol que practicaba con sus amigos del barrio y el skate le llamó inmediatamente la atención. Será ese momento de libertad individual que no tiene el fútbol lo que cautivó a Ricardo a comienzos de la década del 2000, pero que a su vez permitió conocer a más personas que por intermedio de un balón.
“El skate es más entretenido, es individual, el mundo del skate es mejor, conoces a muchas personas que no podrías conocerlas en otro ambiente. Se realiza una conexión especial con el resto de las personas. Es un muy buen deporte para hacer amigos y conocer a gente de todo lados. Te conectas con personas que tienen tus mismos gustos y es fácil hacer amigos”, cuenta el ovallino.
Una vez terminado los estudios en el colegio se trasladó hasta La Serena, donde compatibilizó sus estudios de diseño con buscar las mejores calles y pistas para probar sus habilidades sobre una tabla de skate. Antes de mudarse ya comenzaba a resaltar entre los practicantes ovallinos y la capital regional fue un pequeño pero gran salto para reforzar su estilo libre.
Ese tiempo universitario y los recorridos por las calles serenenses reforzaron sus trucos para competir en diferentes torneos en Chile. Una que otra medalla y uno que otro premio llamaron inmediatamente la atención de auspiciadores, quienes no dudaron en que Navea exhibiera sus tablas, accesorios y ropa.
“Mi rendimiento ha sido bueno, sobre todo en campeonatos, pero no soy de participar en ellos, pero siempre me invitan a los federados, a los nacionales o algún evento de alguna marca importante. Generalmente esos campeonatos los organizan en Santiago o en la región que son durante el verano, pero todo esto lo hago más por diversión, porque es mi pasatiempo”, dice, pero lo más importante es que “ahora me estoy dedicando solo a andar en skate y ha sido muy grato todo este tiempo. Me ha costado años de esfuerzo”, dice Ricardo, titulado en diseño gráfico.
“La idea del skate más que competir, es mostrar algo bueno, algo que los demás valoren y que la gente sigan tu marca. Y que te sigan no porque tienes a los mejores, sino porque la marca aporta a formas de pensar o a algún estilo de vida. Ya que el campeonato se hace y se acaba y nadie defiende un campeonato, es para compartir”, recalca Navea.
Claro, porque tiendas especializadas en el skateboarding confiaron en que el ovallino sería su mejor ejemplo para el reto de los patinadores. SunriseSkateboard les facilita tablas hace cinco años, incluso personalizadas con diseños que quiere Navea, y los mismos tracks, rodamientos y vestuario de una tienda serenense son el reflejo del esfuerzo.
La molestia por el skatepark de Ovalle
Su vida gira en estos momentos entre las calles de La Serena y el skatepark de Coquimbo, pero de Ovalle no se olvida, aunque dice que prefiere la zona costera debido a la infraestructura apropiada para la práctica del skate.
Recuerda que él junto a sus amigos ovallinos lucharon y solicitaron al municipio que construyera una pista para la práctica del deporte, ya que en la ciudad no existían espacios adecuados. La solución vino desde la municipalidad, pero dice que éstos nunca se asesoraron como correspondía para la construcción de la pista.
¿El resultado? Una pista ubicada en la población Ariztía que sirve, pero que está mal construida y que no cuenta con la infraestructura deseada, dice Ricardo.
“El alcalde puso hace poco con un skatepark que está muy mal hecho. No se interesaron por asesorarse ni de preguntar, como que lo construyó por hacerlo no más. Nosotros mismos tratamos de mejorarlo, reparamos la baranda, un cajón, pusimos un fierro en el piso, encuentros que son fundamentales en una pista de skatepark. Mandó a hacer un plano que lo hizo una persona que no fue asesorada. Yo mismo hablé con la arquitecta del Secplan y le tuve que recomendar a un amigo especialista en el área y fue poco lo que lo ‘pescaron’”, asegura.
Afirma que estuvo pendiente desde la licitación del proyecto hasta su ejecución y finalización, pero que ninguna de esas etapas se dejaron ayudar por especialistas en la construcción de las obras.
“Quisieron hacer un bowl, pero no les resultó, no se asesoraron bien, hicieron espacios demasiado grotescos que no sirven para nada y ese material se pudo haber ocupado para algo más útil. Todo ese material hubiese servido para algo mejor y además hubiesen ahorrado material. Para la próxima que se asesoren, que pidan ayuda, que no hagan las cosas por tapar bocas, sino porque realmente les interesa, solo eso”, critica.
'La Tabla'
Ricardo Navea tomó aún más notoriedad nacional a comienzos de agosto, ya que fue el protagonista de la prestigiosa revista de skateboarding ‘La Tabla’, ejemplar especialista en la disciplina y la más antigua de Chile, y una de las más destacadas. En la edición número 99 escogieron al ovallino para que realizara uno de sus trucos más característicos, el ‘BacksideFiveo fino’. El lugar para realizarlo fue el emblemático trébol de la Plaza de Armas de la ciudad, enorgulleciéndolo con todas sus letras.
“Fue la primera revista que tuve en mis manos cuando comencé a andar. Y cuando chico pensaba ‘debe ser genial estar en una revista así y mucho mejor salir en la portada’. Fue un sueño desde chico, yo ni siquiera sabía hacer un truco, pero quería aparecer en la revista. Luego practiqué, me dediqué y ahora estoy feliz. Una alegría gigante, se dio todo. Además aparece el trébol de la Plaza de Armas, ya es una representación de Ovalle; aparezco yo, el trébol. Fue lo que más me gustó de la entrevista”, cuenta con el pecho inflado, significando un premio a los inicios en su población, cuando todo la vida se construía a base de sueños.
La escena ovallina
Desde que comenzó el nuevo siglo, la escena chilena del skateboarding creció a pasos agigantados y Ovalle no fue la excepción. Así como nació Ricardo, también emergieron otros exponentes a lo largo de Chile que compiten en torneos internacionales y que son auspiciados por reconocidas marcas extranjeras de vestuarios, bebidas energéticas y tablas. Incluso esas mismas marcas financian sus viajes al extranjero para competir y pulirse en la práctica del skate.
Si bien en Ovalle la escena aún es promisoria, ya existen referentes como Arturo Varela, Diego Codoceo y Rodrigo Díaz que poseen potencial suficiente arriba de la tabla.
“En Ovalle hay mucho potencial y es hora de que hagan algo bueno, pero falta apoyo en cuanto a pista, usamos harto la calle, pero nos gustaría una pista más grande, ya que la escena en Chile está teniendo un peso profesional, con torneos que tienen premios importantes, clasificatorios a torneos sudamericanos y mundiales”, dice Navea, pero como en toda disciplina deportiva en el país, el apoyo no abunda.
Y para que emerjan nuevos rostros es necesario que los niños se dediquen desde temprana edad a dominar la tabla. Por esto, Ricardo junto con un amigo decidió conformar la primera escuela de skate de la región de Coquimbo. Funciona en el skatepark de Coquimbo, en Peñuelas frente al mar, donde ya se pueden ver a promesas que podrían dar que hablar en unos años.
“Les enseñamos a los más chiquititos de entre 6 a 12 años y practicamos en el skatepark de Peñuelas, en la playa, con clases a todos los sábados en la mañana. Mientras más chiquititos mucho mejor que comiencen, porque la idea es que a los 12 años ya dominen el skate. Tengo un niño de 6 años, Agustín, que ya compite en campeonatos en La Serena y saca lugares, tiene un buen futuro. Este es un deporte muy bonito, no es solo caídas, el skate está estigmatizado con drogas y el alcohol y no es así, es un deporte que está agarrando un vuelo en Chile”, cuenta el también profesor de la ‘Escuela de Skate IV Región’, que a través de su página de facebook pueden acceder a más información de clases y horarios.
Y así como los alumnos de su propia escuela que buscan dominar la tabla, Ricardo busca dominar las calles de la región, seguir con su ‘freestyle’ y que el skate siga apoderándose de su vida que soñó en las asfaltadas calles de la Media Hacienda.