Radio Comunicativa acumula 24 años de trayectoria. Hace sólo semanas inauguró un nuevo auditorio en su sede calle David Perry, espacio que se suma a las instalaciones que mantiene en la parte alta de la ciudad.
Su locutor y director gerente, Carlos Ossandón, confiesa que prácticamente toda su vida ha estado involucrado en ese mundo, “soy un fanático por las comunicaciones, especialmente por la radio. Desde los 13 o 14 años ya andaba jugando con micrófonos”, comenta en su escritorio del locutorio.
Este combarbalino de nacimiento pero ovallino de corazón, también ejerce la labor de locutor desde las 9 de la mañana hasta el mediodía en el espacio matinal de la 93.7 FM.
En sus primeros años en el Liceo Politécnico había aportado para la formación de una radio a baja escala. Después tuvo la oportunidad de poder hacer una práctica en una radio AM que se llamaba Víctor Domingo Silva y luego dio el salto a Radio Amanecer. También estuvo en la Radio Norte Verde, en Radio Montecarlo y en Radio Finísima.
Hace 24 años pudo cumplir su sueño y tener su emisora propia; Comunicativa. “Siempre guardé mi inquietud, es un deseo que hice realidad”. Es así como de ser un trabajador en las emisoras, se transformó en un empresario radial.
“Lo que me atraía de esto era más bien cómo poder servir a la comunidad, a la sociedad, según mi perspectiva de una mejor manera. Por eso también guardé secretamente el nombre de Comunicativa porque pienso que es clave la comunicación entre las personas para entenderse mejor”, dice.
Ossandón cuenta que la radio mantiene dos señales, una FM y la otra AM, en ésta última entre las 15 y las 18 horas hay un espacio popular para el público rural que gusta de estilos como la cumbia y las rancheras.
En cuanto a su estilo propio, indica, “me adecúo dentro de lo que es una locución amena, más bien, cordial para que la gente a la que le gusta la Comunicativa se sientan cada día más acompañados, porque hay que darse cuenta que llevamos 24 años y ya entramos en confianza en la gente y ya nos metemos en el dormitorio, en el vehículo, en el comedor o en el lugar de trabajo de la gente. Hay que mantener siempre esa cordialidad con la gente y siempre atento a escuchar sus inquietudes para comunicarlas en la radio.
Acerca de la anécdota que más recuerda, menciona la vez en que un joven aspirante a locutor arruinó la transmisión. “Me apagó el switch de la radio y quedamos sin energía. La radio quedó en silencio y en ese tiempo no había tanta tecnología, por lo que se fue todo lo que era la programación en el computador. Nos demoramos como una hora en poder restablecer todo”, recuerda. “Queríamos matarlo. Después tenía miedo de aparecerse por acá”, dice entre risas.
En relación al rol que hoy en día cumplen las emisoras y a la llegada de nueva competencia para Comunicativa, comenta, “la radio sigue tan vigente como ayer. Cuando nosotros salimos al aire había como 3 o 4 radios nada más, desde ahí empezaron a llegar otras. A quienes nos gusta esta profesión no tememos a nada ni a nadie porque sabemos lo que estamos haciendo”, concluye