Compost, la alternativa para poner en práctica la sustentabilidad y reducción de basura orgánica

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    Ser consciente con el medioambiente cada día se convierte en un desafío importante en la sociedad en donde todos debemos ser parte de ello. Uno de estos es la utilización de los residuos orgánicos que desechamos día a día, el cual se puede dar una importante utilidad como abono para huertas autosustentables.

    Constanza Jana, investigadora del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) Intihuasi, explicó que tras la necesidad de reinversión, “en estos tiempos nos hemos dado cuenta de la importancia que tiene la autoproducción en las personas. Pero muchos señalan que no hay espacio o no tienen tierra de hojas para mantener un huerto propio”.

    Según la profesional, Chile es uno de los países que más basura produce por habitante; “se habla de 1,5 kilos de basura por habitante al día y la mitad es orgánico”, dice Jana.

    De esta manera, nace como opción “el compost o composta”, que se consigue a través del proceso de descomposición de materiales orgánicos. Es un tipo de abono que forma tierra con alto valor nutritivo para las plantas. Lo bueno de este método, es que se puede hacer con basura que desechamos en casa de manera diaria.

    CÓMO HACER COMPOST

    “Para generar compost en estos tiempos de cuarentena y ojalá siempre, se debe contar con restos orgánicos, que pueden provenir de la cocina o del jardín, materia seca, que pueden ser hojas secas o aserrín, y un contenedor con orificios ya que el proceso es dependiente de oxígeno”, explica experta Constanza Jara.

    El tamaño del contenedor depende del número de personas en el  hogar o del tamaño del jardín. En el caso de una familia de dos personas, un contendedor de 20 litros sería suficiente para la creación de Compost.

    “Se puede compostar cáscaras, restos de frutas y hortalizas, plantas del jardín, bolsas de té (sin el hilo), restos de café,  pasto seco, ramas trituradas, servilletas sin tintes, cenizas, cáscaras de huevo (trituradas)” sostiene Jana.

    Los materiales que no sirven para este proceso son los sintéticos o químicos, materiales plásticos, vidrios, plantas enfermas, huesos, carnes, pescados o restos de comida. A su vez, la profesional señala que, “hay algunos restos que se pueden compostar con precaución, por ejemplo el papel y el cartón, las lanas, cáscaras de piña, cáscaras de cítricos. La precaución sugiere usar en poca cantidad”.

    El proceso dura entre 3 (verano) a 6 (invierno) meses dependiendo de la temporada estacional. “Una vez en el recipiente hay que ir moviendo los residuos, porque este es un proceso aeróbico y necesita oxígeno y se humedece, cosa que si mueven los residuos, no caigan gotas de agua”, explica.

    MANTENCIÓN

    Ante el proceso de mantención del Compost, Jana menciona que para la mantención del compost se mantenga libre de olores y moscas, se debe equilibrar los residuos frescos con los secos, en la misma proporción, para ello se recomienda disponer una capa de hojas secas o aserrín, luego una capa de restos de cocina frescos y así sucesivamente. “Se debe mantener húmedo, pero nunca exagerar con la humedad, y se debe revolver la mezcla ocasionalmente para asegurar la entrada de oxígeno”.

    Luego del proceso, este compuesto se transforma en una materia homogénea sin olor, donde ya no se puede reconocer el origen del material. “Esto tiene un gran aporte en materia orgánica y se puede aplicar en los suelos”.