Tras el cambio de gobierno, nuevas autoridades ya tomaron su cargo para hacerse responsables de los desafíos que implica administrar un país.
Una de las áreas a nivel local que probablemente presenta mayores retos es sin duda, la agricultura, tanto por su impacto en la económica local y especialmente, por los daños que dejó la sequía que afectó durante más de una década a toda la región, con todos los efectos que ésta generó: problemas económicos para los agricultores, quiebra de empresas agrícolas, cierre de fundos, falta de financiamiento, etc.
Es por eso que el nombramiento de Rodrigo Ordenes Reyes como nuevo seremi de Agricultura, fue bien recibido por dirigentes locales ligados al mundo agrícola.
Ingeniero Agrónomo de la Universidad de La Serena, cuenta con una amplia experiencia en el sector agrícola de la región, pues fue jefe de área de INDAP en Combarbalá entre 2011 y 2014, mientras que en 2010, fue encargado agrícola de la Gobernación de Choapa.
Al asumir, el nuevo seremi señaló que sus objetivos estarán puestos en fomentar alianzas productivas y facilitar el acceso a los financiamientos potenciando la Agricultura Familiar Campesina, además de sostener reuniones con los alcaldes de la región, federaciones de juntas de vigilancia y crianceros.
“Hay muchos desafíos que tenemos que poner en marcha, tanto en el ámbito de la agricultura familiar campesina como de todos los gremios agrícolas. Estaremos apoyándolos en terreno para hacer las coordinaciones que corresponden con los servicios del Agro, existe hoy un buen capital humano en la región, eso tenemos que potenciarlo para seguir trabajando y fortaleciendo el acceso a los fondos del gobierno”, enfatizó.
“Tecnología y eficiencia” fueron dos de las palabras más citadas por el seremi, quien sin embargo, deberá hacerse cargo de las numerosas necesidades de los agricultores.
En ese sentido, Diario El Ovallino, conversó con algunos prominentes dirigentes del agro local para conocer cuáles son, desde sus puntos de vista, las primeras medidas en que el seremi Rodrigo Ordenes debería enfocar su acción.
TRABAJO CON LAS COMUNIDADES
Para Mirtha Gallardo, presidenta de la Asociación de Comunidades Agrícolas de la Provincia del Limarí, el trabajo de la nueva autoridad debiera estar enfocado en un trabajo eficaz y continuo con todas las organizaciones campesinas, con el fin de poder trabajar en la elaboración de programas que vayan en la línea de generar buenas políticas de desarrollo rural.
“Debiera haber por ejemplo un programa especial para las comunidades agrícolas, por ejemplo de los programas de recuperación de suelos degradados, que sean especiales y que tengan mayores montos, pudiendo dar trabajo para generar empleo, y se pueda ahorrar lo máximo de agua en los territorios rurales” señala.
Por otro lado, Gallardo señala que las nuevas autoridades deben recoger lo planteado por los planes de desarrollo rural que las propias comunidades han desarrollado “pues son una carta de navegación para avanzar” sostiene.
En ese contexto, la dirigente explicó que debe impulsarse la puesta en marcha de las llamadas, Mesas de Desarrollo Rural en cada una de las comunas de la región, pero en conjunto con los campesinos y agricultores.
“Acá por ejemplo, respecto a la política de desarrollo rural que se hizo durante el primer periodo de la Presidenta Bachelet, no la aceptamos, pues fue hecha entre cuatro paredes. Entonces lo que hoy nos abriga esperanzas es que de una vez por todas, se tiene que comenzar a ejecutar la política de desarrollo rural y que empiecen a funcionar las comisiones y subcomisiones. Con eso buscamos una integralidad en el desarrollo rural, para evitar así la migración a la ciudad” asevera.
NO OLVIDAR A LOS CRIANCEROS
Sin embargo, uno de rubros que más sobresale dentro del agro local sin duda, son los crianceros, los cuales, señalan los dirigentes, no pueden quedar de lado para el nuevo gobierno.
Juan Carlos Codoceo, actual consejero regional por Limarí y Presidente de la Asociación de Crianceros de la provincia, afirma que existen dos aspectos a resolver en este tema: por un lado, el pago de la servidumbre de paso, cuando en la temporada de veranadas, los crianceros suben hasta la alta cordillera para pastar sus animales.
Para Codoceo, el cobro de este paso, resulta muy alto, por lo que “las autoridades deben resolver esto, porque es una necesidad que ellos tienen. Queremos que no se les cobre tan caro para pasar hacia las propiedades que están ubicadas en la cordillera. Ello implica que debemos trabajar junto a los dueños de estas tierras para que la servidumbre de paso tenga acceso libre”.
El otro punto que preocupa tiene que ver con cumplir con un viejo anhelo de los crianceros: contar con un centro de acopio y distribución de sus productos, independizándose así de los intermediarios y sean ellos, quienes vendan su producción a los consumidores.
“Hoy día son ellos (los intermediarios) quienes se llevan la riqueza del trabajo y del esfuerzo de nuestros crianceros, pero nosotros debemos ser capaces de tener un centro de acopio en las tres provincias, que sirva de venta y también de distribución a distintos puntos del país, especialmente a Santiago” afirma.
Agrega además, que muchas familias crianceras “siguen sumidas en la extrema pobreza, porque ellos saben producir, pero no saben comercializar su producto”.
A su vez, consideró de suma importancia no dejar de lado el tema sanitario, para que así las plantas de elaboración de queso de cabra cuenten con su respectiva resolución sanitaria, facilitando su integración a los mercados de comercialización y vender el producto a un mejor precio.
POLÍTICAS A LARGO PLAZO
Desde la Sociedad Agrícola del Norte por su parte, el enfoque que la nueva autoridad del agro debe implementar durante su gestión tiene que ver con la elaboración de una política agraria de largo plazo impulsada por el Estado. Ello, porque la agricultura tiene un impacto mucho mayor en el motor productivo regional y nacional de lo que tradicionalmente se cree.
“En el fondo se habla de que la agricultura no representa más allá del 4% del PIB, por lo que la importancia que tenemos para cualquier gobierno es menor. Pero el encadenamiento que tiene la agricultura va bastante más allá, porque está metida la agroindustria, la industria manufacturera, el comercio, o el retail, todas industrias que quedaron justamente, muy dañadas en nuestra zona por la sequía. Una vez que comprendamos eso, vamos a poder disponer de políticas de largo plazo que es lo que necesita la agricultura” afirma José Corral, dirigente de la SAN.
En ese sentido, Corral expresa que se requiere contar con un Código de Aguas en donde esté “garantizado que nuestros proyectos a largo estarán protegidos, pues debemos contar con seguridad jurídica respecto al dominio de las aguas. Eso es lo primero” afirma.
Señala asimismo, que se debe trabajar en el denominado “Estatuto del Temporero”, pues dicha legislación quedó pendiente
“Hoy día, lo que tiene que entender cualquier gobierno, tanto regional como nacional, es que la agricultura en los momentos más difíciles de nuestra economía, es la que más aporta trabajo y eso lo pudimos ver en los anteriores trimestres de 2017, en donde la agricultura desplazaba incluso a la ocupación fiscal” afirma Corral. Por lo mismo llamó a fomentar la capacitación de mano de obra especializada a través de un reimpulso de las escuelas agrícolas.
Por último, el directivo de la SAN, llamó al gobierno a avanzar en la implementación y acceso a herramientas financieras para reconstruir la estructura productiva que quedó dañada por los largos años de sequía.
“Eso tiene dos implicancias: una, que se tienen que modificar o restablecer todos los pasivos que quedaron, por lo tanto, para eso se requieren herramientas financieras de muy largo plazo, y segundo, que podamos optar a créditos que nos permitan la reinversión. Insisto, la región de Coquimbo tiene una identidad agrícola. No tiene una identidad minera como las otras regiones del norte de Chile, y por eso hay que ir impulsando medidas para ir mitigando aquellas cosas que nos hacen daño para el desarrollo agrícola” concluyó.