La organización humanitaria ADRA lleva adelante el programa “Familias de Acogida Especializadas” (FAE), en donde familias voluntarias se especializan para acoger de manera temporal a lactantes, niños, niñas o adolescentes que han sido derivados por el Tribunal de Familia, quienes hayan vivido situaciones graves que han afectado su desarrollo, por lo cual han sido separados de su familia de origen.
Este programa también se está ejecutando en Ovalle, y es por esta razón que la captadora en la zona, María José Sarmiento, explica en qué consiste, “durante el periodo en que el niño, niñas o adolescente debe estar separado de su familia de origen, permanece en un contexto familiar de cuidado, contención y de efectiva protección desarrollándose paralelamente acciones para reparar el daño y restituir su derecho a vivir en un contexto familiar estable y protector”, puntualiza.
En esa línea, Sarmiento comenta que el programa FAE en Ovalle cuenta con profesionales que complementan la labor de la familia, con cuatro duplas psicosociales, una jefa técnica, captadora, directora, secretaria y estafeta.
“La labor de los profesionales es trascendental, ya que se encargan de desarrollar un proceso terapéutico que contribuye a la re significación de experiencias de vulneración en los lactantes, niños, niñas y adolescentes que forman parte del programa. Así mismo desarrollan un trabajo intersectorial con diversas instituciones de salud, educación, justicia y otras instituciones que permitan garantizar los derechos de cada uno de los LNNA atendidos durante todo su proceso, ejerciendo un acompañamiento de calidad especializada”, señala.
ALTERNATIVA A RESIDENCIAS
Por otro lado, la captadora ovallina enfatiza en que una Familia de Acogida Especializada puede entregar cariño al menor, lo que marca la diferencia con una residencia.
“Se visualizan una serie de efectos adversos asociados a la institucionalización temprana, en donde los lactantes, niños, niñas y adolescentes son ingresados a Residencia (antiguamente hogares de menores), en donde los niños no pueden desarrollarse de manera adecuada, debido a que, si bien reciben cobertura a sus necesidades básicas, hay aspectos que no es posible cubrir desde las residencias. El afecto y cuidado que puede recibir un niño, nunca podrá ser reemplazado por una residencia, ya que en las familias de acogida los niños pueden recibir afecto, cuidados, protección, valores y una figura que apoye en la re significación de experiencia sobre el concepto de familia”, declara María José Sarmiento.
EXPERIENCIA OVALLINA
Susana Rojas es una de las ovallinas que ha decidido ser una familia de acogida. De esta manera, a su grupo familiar de esposo y tres hijas, se agregó un lactante, quien ya lleva un año y dos meses en este hogar temporal.
En conversación con Diario El Ovallino, ella comenta las razones que la llevaron a tomar esta decisión, “conocí este programa a través de redes sociales y quise conocer más. Además, siempre tuve la duda de cómo poder ayudar, no quedarme con ver las cosas desde lejos, quería ser parte de alguna ayuda, y este programa estaba al alcance de nuestras manos”, indicó.
Con esta primera experiencia, Susana declara que “ha sido maravilloso, es nuestra primera acogida y el bebé se adaptó súper rápido. Ha sido súper favorable, porque además es el único niñito de la familia, ya que yo solo tengo hijas. Las tías están todas encariñadas con él, todos aportamos para que él tenga un buen momento”.
De esta manera, esta madre ovallina hace una invitación al resto de la comunidad para que se atrevan a ser parte del programa, “el mensaje es que se interesen en lo que es el acogimiento, porque es algo que está al alcance y que es tan rico en tema de valores. Yo por ejemplo le he podido entregar valores a mis hijas, enseñarles que podemos compartir nuestra casa, nuestro cariño y amor. Podemos entregar momentos buenos a niños que lo están necesitando, por eso ser parte de una familia de acogida es algo tan importante”, concluyó.
¿QUÉ ES ADRA?
La Agencia Adventista de Desarrollo y Recursos Asistenciales (ADRA), es una organización humanitaria mundial que opera en más de 130 países de todo el mundo. Fue fundada con el propósito de mejorar la calidad de vida de las personas, las familias y las comunidades que se enfrentan a la pobreza y la vulnerabilidad, mediante la ejecución de proyectos sociales con un enfoque integral y sostenible.
Como su nombre lo dice, es una organización perteneciente a la Iglesia Adventista del Séptimo Día, la cual tiene a cerca de 20 millones de miembros en todo el mundo.