Escuela José Tomás Ovalle: El orgullo de alcanzar la excelencia

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    245 alumnos dan vida a la Escuela José Tomás Ovalle

    El 2 de septiembre de 1965 se fundó la Escuela José Tomás Ovalle. Hoy alberga a 245 estudiantes desde pre kinder a octavo año básico.  Su director desde el  año 2015 es el educador Gilberto González.

    El camino a la excelencia

    Hace cinco años la escuela se encontraba en un estado de insuficiencia según la Agencia de Calidad de Educación. González cuenta que aquello fue, “debido a los graves problemas en gestión pedagógica y de convivencia escolar”.  En esa época en las mediciones obtuvo 209 puntos en lenguaje, mientras que en matemática consiguió cerca de 190. En tanto, los porcentajes de niños que “no aprendían”, bordeaban el 70.

    Luego que González tomó la Dirección Técnica el año 2014 se buscaron vías para revertir los resultados. “Durante 2 años se estuvo en una marcha blanca  para repuntar y subir sí o sí”, afirma.

    “Desde el 2015 los PEI (Proyecto Educativo Institucional) volvieron a ser parte importante  en la generación de los aprendizajes  y la carta magna que guía al establecimiento educacional. Se hizo una revisión de ellos y se comprometieron dos sellos; educación integral y parte valórica”, recuerda.

    En ese mismo periodo se asumieron y se autodenominaron como una  Comunidad de Aprendizaje (considerando así a integrantes de la escuela y poblaciones circundantes) y se generó un proyecto llamado “El valor”, el que buscaba  estabilizar la escuela en el ámbito de la convivencia escolar, un área débil en ese entonces.

    A través de un taller se analizaron las falencias que provocaron el punto de insuficiencia y se hizo una autoevaluación para poder seguir avanzando. “Nos conseguimos por la Ley SEP cuatro horas;  dos para gestión curricular, donde se traspasaron competencias y habilidades de los directivos hacia los colegas profesores. Por ejemplo, liderazgo, evaluación, planificación, retroalimentación y todo lo que tiene que ver con el sistema. Luego se destinaron dos horas para gestionar el currículum”. 

    Tras potenciar la labor de la plana docente se empezó a, “ordenar a los niños, a escucharlos, a entender y sacar del lenguaje nuestro que ‘con estos niños no se pueda’. Todos aprendemos, no hay ningún ser humano que no aprenda”.

    La escuela se empezó a fijar en la cantidad de alumnos que aprendían y los que no. “Para ellos nos compramos un lector óptico y empezamos a generar mediciones constantes para ver si saltaban de una posición a otra”, dice.

    También se tomó la decisión de no rotar a los profesores en los respectivos cursos, “con eso hemos logrado tener profesores ‘competentes’ y ‘destacados’. El objetivo es que en algún momento todos sean ‘destacados, a eso estamos apuntando ahora”.

    Positivos resultados

    Tras empezar a implementar el nuevo sistema, surgieron resultados satisfactorios. El 2014 el puntaje Simce subió de 209 a 240 en Lenguaje, el 2015 consiguieron 221, el 2016 obtuvieron 216 y el 2017 nada menos que 270. En tanto, en Matemática; el 2013 fue de 192, el 2014 fue de 214, el 2015 de 242, el 2016 fue de 250 y el 2017 alcanzaron 251.

    La Agencia de Calidad de la Educación categoriza a los estudiantes en los niveles de aprendizaje, “insuficiente”, “elemental” y “adecuado” (lo más alto). “El 2013 los niños que no aprendían eran un 70.4%, en este momento vamos en un 30%, hemos bajado en un 40%. Hemos subido a un 7.8% los estudiantes en nivel medio y en superior hemos subido un 38.6%”, dice González.

    Por otro lado, desde el 2016 a la fecha,  en la Evaluación Docente no tienen profesores catalogados como  “insuficientes” ni “básicos” , sino que mantienen  un 29% de profesores “competentes” y un 71% de profesores “destacados”. Sumado a lo anterior, registran  un 70% del profesorado que está especializándose.

    “De haber sido ‘la escuela más mala de Ovalle’, hoy estamos dentro de las cuatro mejores escuelas municipalizadas de la comuna. Los logros que hemos obtenido en tres años, la verdad es que han sido impresionantes”, dice con orgullo el director. Al mismo tiempo destaca, “salimos del tramo ‘insuficiente’ con Excelencia Académica”.

    Otro punto satisfactorio fueron los Indicadores de Desarrollo Personal y Social (IDPS) que se miden también en el Simce. Aquellos radican en;  autoestima, clima de convivencia escolar, participación y formación ciudadana, hábitos saludables, autoestima académica y motivación escolar, clima de convivencia escolar, participación y formación ciudadana, hábito y vida saludable.

     

     

     

    Continuarán los esfuerzos

    Pese a los buenos dividendos la escuela no descansará, “para este 2018 queremos mejorar los IDPS. Los objetivos que nos habíamos planteado para este año ya fueron cumplidos, ahora vamos a tener que reformular, porque tenemos otro piso que no teníamos”.

    El profesional añade que para este año contrataron una plataforma en Santillana, “nos va a permitir evaluar por unidad y vemos en qué pregunta los niños, respecto a los objetivos, están bajos y hacemos inmediatamente alienación para ir trabajando”.

    “Nuestro sueño ha sido predecir la calidad de aprendizaje que tienen nuestros niños respecto a cuando tengan que ir a rendir, por ejemplo, el Simce”, concluye.