La evolución de Josefa Lemus es notoria. La niña ovallina de tres años que fue tercera prioridad nacional de trasplante de hígado ha respondido de manera satisfactoria a las últimas intervenciones quirúrgicas y se mantiene estable dentro de su gravedad en el Hospital Clínico de la Universidad Católica.
Para conseguir esta condición, la pequeña ovallina tuvo que sortear difíciles obstáculos, ya que el domingo 22 de enero fue trasplantada de hígado de un donante fallecido en Valdivia. Reaccionó favorablemente al primer día, pero al segundo día su órgano no funcionó, incluso generando daño a otros órganos.
Fue así como el martes 24 fue sometida a una nueva intervención quirúrgica y fue la propia madre de Josefa, Mariela Tapia, quien donó hígado a su hija en forma urgente.
“Josefa ha pasado por tres operaciones. El sábado pasado la volvieron a operar, porque estaba expulsando aire de los intestinos. Ha sufrido complicaciones, sus pulmones están muy pegados a las costillas, por lo que le costaba respirar. Volvieron a instalarle el respirar mecánico. Están dializando su riñón, anoche (viernes) la desentubaron y de a poco se afirma”, contó Claudia Tapia, tía de Josefa.
Tres operaciones para una niña de 3 años, donde la familia está al cuidado de su evolución, al igual que el equipo médico del recinto asistencial.
Los médicos y la familia destacan la evolución en estos días, ya que “un trasplante es un riesgo, pero un retrasplante son mil riesgos más. Josefa es la tercera persona que se retrasplanta y que está viva, es la única niña”, detalló Mariela Tapia, mamá de Josefa.
Josefa aún permanece en la UCI del Hospital Clínico de la Universidad Católica, donde todos esperan no retroceder.
AYUDAS
Este domingo en la plaza de Armas de Ovalle se realizará la Expo Tunning, donde los propietarios de los llamados autos ‘enchulados’ exhibirán sus carrocerías y, de paso, colaborar con los afectados por los incendios forestales en la zona centro sur de Chile y para Josefa, donde su familia debe costear el tratamiento médico y los gastos propios de su residencia temporal en Santiago.
Mariela debe vivir en Santiago el tiempo en que su hija permanezca en el recinto hospitalario, y debe arrendar un lugar cercano para quedar próxima a su hija, desembolsando cerca de $20.000 diarios en este ítem.
“No nos han avisado nada desde el municipio, quedaron en contactarse con nosotros, pero aún no hay nada. La municipalidad había quedado en ayudarnos con los medicamentos que eran caros, pero éstos se suspendieron y quedaron en ayudarnos con el alojamiento. Pero hasta el momento no se han contactado conmigo”, dice Mariela.
Por lo pronto, Josefa evoluciona favorablemente y a la espera que el retrasplante continúe por el buen camino.