Por Natalie Maturana / Región de Coquimbo
Hoy el 68% del total de aguas servidas corresponde a aguas grises (aguas domésticas residuales provenientes de duchas, lavaderos, lavatorios y otros artefactos sanitarios). Para poder normar las condiciones sanitarias básicas para su reutilización, esta semana se publicó un nuevo reglamento en que el Ministerio de Salud establece los requisitos que se deben cumplir en esta gestión hídrica sustentable. Considerando la compleja situación de sequía que vive la Región de Coquimbo, distintos actores asociados al tema están evaluando cómo este reglamento repercutirá en la zona.
La Vocera Regional de Gobierno, Paulina Mora, precisó que “hace más de 15 años que nuestra Región de Coquimbo vive una situación de estrés hídrico que no da tregua y qué mejor que hoy contemos con un reglamento que permita desarrollar proyectos para la reutilización de las aguas grises, recursos que hoy son desechados y que pueden destinarse al riego o a la recarga de artefactos sanitarios”.
La regulación estará a cargo de la Seremis de Salud regionales, por lo que la representante de la cartera, Dra. Paola Salas, indicó que “esta norma nos va a permitir entregar autorización de funcionamiento a iniciativas que puedan desarrollarse en los hogares de las personas, establecimientos comerciales y públicos” y advirtió que el incumplimiento de las medidas conlleva un sumario sanitario y sanciones que están previstas en el código sanitario.
VISIÓN DE SOCIEDAD CIVIL
En Ovalle, la Fundación Un Alto del Desierto desde hace 20 años está trabajando en proyectos de reutilización de aguas grises en escuelas y hogares de la región. Natalia Rebolledo, directora ejecutiva de esta organización, cuenta que participaron en la consulta pública del reglamento.
“Es importante que exista un marco legal, porque el reglamento trae incentivos para la ciudanía que reutiliza el agua, como un descuento en la factura del agua, ya que estarán tratando el agua. Esperamos que exista mayores aportes desde el Estado con distintos subsidios para adquirir estos sistemas de reciclaje de agua, ya sea desde INDAP, SERVIU, Comisión Nacional de Riego y otros servicios públicos involucrados, porque no es económico hacerlo como requiere la normativa”, indica la representante de la fundación.
Puntualiza que un biofiltro (purificador del agua gris que se recicla) puede llegar a costar $1.200.000 pesos. “La recuperación de esta inversión puede ser a largo a plazo, por eso es importante generar incentivos”, ya que en las escuelas se puede reutilizar hasta el 30% del agua que consume el establecimiento, derivando el agua a estanques de unos 2400 litros donde se puede filtrar el agua para que quede apta para el riego. En materia domiciliaria, enfatiza que en promedio se gastan 250 litros de agua en un lavado de ropa y es un recurso que se puede reutilizar, aunque el desafío con la nueva normativa será la medición de la calidad del agua.
MIRADA DE LOS REGANTES
Desde la Junta de Vigilancia del Río Elqui, su presidente Gabriel Varela, la mirada es más crítica. “Es importantísimo que este reglamento se implemente. La conurbación La Serena Coquimbo consume alrededor de 45 millones de metros cúbicos al año (20 millones m3 provienen de aguas superficiales y 25 millones m3 de agua de pozo) y se botan al mar casi 25 millones de metros cúbicos que equivale al 56% del agua que consume la ciudad”, expresa.
Según su evaluación, “esto debió estar implementado desde el año 2014. Tanto la planta de tratamiento de aguas como la desaladora ya deberían ser un aporte a la agricultura. Todas las regiones del norte del país deberían tenerlo para maximizar el uso del agua”.
Respecto a los pasos que vienen, opina que “una cosa es que se hayan puesto de acuerdo cómo normar y otra cosa es que se ejecute. Este primer semestre se debiera abrir la licitación de la planta de reciclaje de agua y hay que comenzar a definir cuáles son los puntos donde se podría aprovechar mejor esa agua reutilizada”.
ROL DE EMPRESA SANITARIA
Las concesionarias de servicios sanitarios jugarán un rol en la nueva normativa. Una vez obtenida la aprobación de un proyecto por parte de la Autoridad Sanitaria, deberán aprobar los proyectos de redes públicas de recolección de aguas grises de los sistemas de interés público y de las instalaciones domiciliarias de alcantarillado de aguas grises que se ubiquen dentro de su área de concesión.
Al respecto, Andrés Nazer, gerente de Aguas del Valle, planteó que “como empresa regulada, debemos cumplir con la normativa legal y seguir las indicaciones que nos dé la Superintendencia de Servicios Sanitarios para efectuar el rol que nos cabe en este tema”.