Ex jugadores ovallinos de Cobreloa lamentan descenso

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    Ex jugadores ovallinos de Cobreloa lamentan descenso

    Cuando este fin de semana, Cobreloa caía frente a Ñublense por 3 tantos a 2, el club nortino cerraba la que, sin duda, es la peor temporada de los últimos años.

    Agravada por la resta de 3 puntos que la ANFP le hizo a los naranjas, producto de la acusación efectuada justamente por Ñublense y Audax Italiano, debido al caso de Alejandro Hisis, el elenco loíno confirmó así – por secretaría – su caída a la Primera B por primera vez en casi 40 años.

    Por ello, la rabia y tristeza que algunos limarinos sienten al ver a Cobreloa en el suelo, no es al azar.

    Y es que ovallinos como los hermanos Gómez – Rubén, Eduardo y Omar -, José Miguel Álvarez, Hugo Tabilo, Willy González, Paolo Vivar, Mario Villanueva, y técnicos como Gustavo Huerta, fueron quienes forjaron un nexo definitivo entre la capital del Limarí y la ciudad del “sol y cobre”, su equipo y su gente durante los años 80, la época del oro del club.

    “Yo me identifiqué plenamente con la ciudad misma, con su gente, con los trabajadores de ella” afirma sin tapujos, Rubén “Nene” Gómez, campeón con los loínos en 1980 y 1982, y subcampeón en la Copa Libertadores en el 81 y 82.

    Por su parte, su hermano, Eduardo “Mocho” Gómez, campeón con Cobreloa en 1980, 1982, 1985 y 1988, y también subcampeón de la Libertadores en 1981 y 1982, señaló que los naranjas “es el equipo de uno. Se vivieron cosas tan grandes y tan importantes, y uno fue testigo y partícipe de eso. Pertenecí a un lugar donde se hacían las cosas muy bien”.

    Igual de agradecido por su paso por el norte, está José Miguel Álvarez, “El Mortero”, quien salió campeón en 1985 con los loínos, y quien afirmó que esa etapa “fue un paso muy importante en mi carrera de futbolista, el haber conocido a muchos grandes jugadores que fueron seleccionados nacionales, y haber logrado una estrella que quedó en el recuerdo de la gente por siempre”.

    LOS RESPONSABLES DE LA DEBACLE

    Estos buenos recuerdos chocan sin duda con el oscuro presente, y por ello, estos cracks opinan con claridad al analizar el presente loíno.

    “Los partidos que pude ver de Cobreloa, observaba un equipo que no tenía ningún planteamiento definido, con muchas carencias tácticas y técnicas, sin perjuicio que los logros en puntos en la última etapa fueron importantes, pero finalmente el técnico (Marco Antonio Figueroa) no consiguió un equipo potente” señala el “Nene”.

    Y sobre las causas de la debacle, Rubén cree que las responsabilidades hay que buscarlas en la dirigencia, al señalar que “ellos no supieron dirigir los destinos de Cobreloa, y eso se reflejó en todo: la contratación de jugadores, la rotativa de técnicos, etc”.

    Opinión parecida a la que sostiene “El Mortero” Álvarez, quien indica que “con las contrataciones de este año, no se vio ningún objetivo y no se logró afiatar un plantel y por ende, un equipo más competitivo”

    “Se cambiaron muchos técnicos, hubo falta de ideas, muchos jugadores se marcharon por mala relación con los técnicos. Es una situación muy lamentable, porque Cobreloa es un grande del fútbol nacional” agregó.

    Más comedido en su parecer fue el “Mocho” Gómez, quien afirmó que por estos hechos “todos son responsables. Cuando se logran cosas importantes como equipo, están involucrados la directiva, el cuerpo técnico, y el plantel. Y cuando los cosas no andan bien, es igual”.

    “En realidad, esta es una demostración de que las cosas no se estaban haciendo bien desde un tiempo a esta parte” puntualizó.

     

    LO QUE QUEDA

    De aquí en adelante pues, para los ovallinos lo que resta es asumir la nueva condición de la institución y tratar de armar un proyecto que devuelva al club al lugar que nunca debió perder.

    “Quizás todo esto contribuya a reorientar los objetivos que siempre deben tener en Cobreloa, porque es un equipo que nació grande”, afirma el Nene, mientras que su hermano, coincide con la apreciación, al asegurar que “de estas cosas se puede aprender. Hay que asumir y levantarse. Cobreloa es grande y los grandes se levantan” concluyó.