Asumir un cargo político de la envergadura de una gobernación provincial siempre supone algunos retos interesantes, pero que esos primeros desafíos vengan del propio equipo de trabajo es algo que no se esperaba la nueva autoridad limarina.
En entrevista con El Ovallino, el gobernador Darío Molina explica que en un equipo de 30 trabajadores, unos cuatro o cinco son actores políticos de primera línea, dispuestos a desarrollar un plan de gobierno en el que creen. Pero por primera vez se topa con que los funcionarios de confianza pertenecen a la tendencia política contraria.
“Nuestro espíritu no es perseguir a los trabajadores que son servidores públicos, por ejemplo un funcionario de administración y finanzas no tiene labor política, por lo tanto es un funcionario que sigue trabajando, yo confío en ellos y en que hacen su labor y su tarea. ¿Qué es lo que me preocupa? Que son muy pocos los cargos que tienen una incidencia política, que acompañan al gobierno en su esencia, que acompañan al gobernador que es el representante del Presidente de la República en las políticas que queremos aplicar, y para ello se requieren personas comprometidas con ese programa de gobierno”.
Recuerda que la dinámica política es que siempre que termina una gestión de gobierno, los gerentes de mayor confianza se separan voluntariamente del cargo. “Pero en esta ocasión no es así, y nos han dejado muy amarrados. Lo peor es que muchos de ellos esperan ser indemnizados, es decir que el estado los tenga que destituir de su cargo y pagarles la indemnización, lo que lo encuentro bastante lamentable, porque la plata del estado es para resolver problemas de las personas más vulnerables. Cada peso que uno le quita al Estado, no se la está quitando a los ricos, se la está quitando al que está esperando el bono para el riego, al criancero, al pescador de la caleta, ellos son los perjudicados”, lamenta Molina.
Los principales
Explica el gobernador que el cargo más emblemático es el jefe de gabinete, que en el fondo es quien lleva el gobierno en su ejecución. “Igual que el ministro lleva un subsecretario, yo en mis funciones tengo muchas labores que realizar fuera de la gobernación y necesito un jefe de gabinete que lleve adelante todas las tareas, que coordine y trabaje con los servicios públicos, que se reúna con los distintos comités y consejos que tenemos que presidir -como el de seguridad-, y ese cargo me lo dejaron apernado”
Estima que las funciones de un periodista para las comunicaciones directas, un asistente, un asistente social, deben estar acordes con el programa de gobierno.
“¿Cómo alguien que combatió políticamente un programa de gobierno, ahora se va a quedar trabajando por ese programa en el que no cree? Es extraño que un gobernador no pueda contar con un mínimo de tres o cuatro personas de su confianza para llevar a cabo el plan político que fue el que la gente eligió”.
Por último declara que para la tranquilidad de los demás funcionarios públicos, es perfecto que sigan en sus cargos, y que nadie nunca los remueva, para que sigan desarrollando su carrera pública institucional. “Pero estamos hablando de aquellos cargos políticos que tienen una función clave para el ejercicio del poder”.