Apenas un día antes de asumir, Hernán Pizarro, nuevo seremi de Vivienda y Urbanismo, supo que había nombrado como cabeza de aquella repartición pública.
Ex director regional del FOSIS durante el primer gobierno de Sebastián Piñera, ahora su trabajo estará enfocado en un área que tradicionalmente es considerada bastante sensible por lo que implica, pues trabaja directamente sobre el desarrollo urbano de nuestras ciudades y permite crear y coordinar las políticas públicas para facilitar el acceso de la población a la vivienda.
En ese sentido, a partir de las palabras de la nueva autoridad se devela que el panorama de la provincia del Limarí en cuanto al tema vivienda, es preocupante pero la vez esperanzador: preocupante por el déficit de viviendas que aún hay en provincia, pero esperanzador porque existen terrenos para adquirir para la construcción de soluciones habitacionales, así como proyectos que están avanzando.
“Nosotros nos vamos a hacer cargo de un problema que es transversal, pero si lo bajamos acá al Limarí específicamente, el déficit de vivienda llega a casi 4 mil viviendas. En Ovalle solamente son unas 2.500 viviendas. En todo caso, siempre hay un desfase, y eso que aún no sale la información del último censo el cual nos va mostrar los datos reales, los cuales hay que cruzar con la anterior información” señala el seremi Hernán Pizarro.
La autoridad señaló que lo verdaderamente importante es que “hay mucha gente esperando su primera vivienda y una solución para ello, y ese proceso lo tenemos que hacer mas programado, con voluntad, pero también deben haber recursos”.
En ese sentido, destacó que este año, a nivel regional, la seremi y el Serviu en conjunto, van a ejecutar el presupuesto más alto de su historia, que alcanza los 147 mil millones de pesos, recursos que irán en un 70% a soluciones habitacionales, y que en números se traducen en un total de 6.200 viviendas. “De ese monto, en Ovalle debiéramos estar entregando una cantidad de entre 1.000 o 1.100 viviendas” afirma Pizarro.
DESBUROCRATIZACIÓN
Pese a todas estas cifras, la nueva autoridad regional de Vivienda se mostró crítico de cómo ha actuado el Estado en este tema, pues asegura que falta coordinación de los organismos involucrados a nivel interno, y lo más importante, son aún muchas las barreras que deben pasar los postulantes para tener sus viviendas.
“Hay personas que llevan hasta 10 años y más esperando su casa y eso no puede ser. Como gobierno queremos achicar el tiempo de todo el proceso de acceso a la vivienda, desde que la persona parte golpeando las puertas para pedir una solución habitacional hasta que le entregamos su casa. Debemos desburocratizar, porque hoy es indigno que tengamos familias sin un techo, porque el Estado se está demorando 10 o hasta 15 años en resolverle el problema habitacional” señala.
Y en ese sentido asegura, tanto los sectores vulnerables como la clase media están incluidas dentro de las soluciones.
“La política de vivienda se ha ido transformando, y muchos de los subsidios de habitabilidad rural por ejemplo, hoy día están en el DC-49 que es el Fondo Solidario, y mucho del accionar se va a dirigir ahora al DC-1, que son subsidios para los sectores medios” comenta Pizarro.
En ese contexto, el seremi destaca que éste último subsidio puede extenderse hasta el 90% de la población más vulnerable de la población. “Con eso sólo queda fuera el segmento ABC1, mientras el grueso de la clase media ingresa a este beneficio”.
ALIANZAS PUBLICO-PRIVADAS, TRABAJO CON LOS MUNICIPIOS
En ese sentido, Hernán Pizarro sostiene que es imprescindible trabajar codo a codo con todos los municipios, así como fortalecer los lazos entre entes públicos, y el sector público con el sector privado.
Es así como destaca que en Ovalle existe aún buena oferta de terreno, a costos aún moderados el metro cuadrado (0,5-0,7 UF) que permiten el municipio local, a través de compras, los haya adquirido para destinarlos a futuras soluciones habitacionales.
Además se pretende impulsar a través del subsidio de Integración Urbana, la edificación de conjuntos de vivienda en áreas más céntricas de la ciudad.
“Ya no vamos a mirar la periferia de la ciudad para llevar a las familias, sino que vamos a ir a ciertos entornos, donde a lo mejor los precios son más caros. Pero vamos a buscar un mix donde podremos integrar a distintos segmentos de la población dentro de una misma solución, con el fin de hacer ciudades más amigables que conversen también con el entorno” señaló.
Finalmente, aseguró que a través de otras herramientas o las ya mencionadas – como el DC-1- se buscará enfrentar el déficit de vivienda existente en el mundo rural y la falta de servicios básicos.