Así como lo lee, Yamil Vargas asegura ser víctima de un robo al interior de su hogar en el año 2015 en la localidad de Los Llanos de Limarí en la comuna de Ovalle. “En el año 2015 pillé a una persona que estaba en el interior de mi domicilio, procedí a sacarlo y él me rompió mis lentes. Lo saqué a patadas de mi casa, no lo seguí. Interpuse una demanda por robo en lugar habitado, realicé la denuncia al día siguiente por temas de distancia, esto ocurrió en tarde noche por lo que no di aviso de inmediato.
Según los relata Yamil, el sujeto logró salir del hogar sin ningún rasguño. “me robo un microondas, un televisor, un computador Olidata y un galón de gas”. Para sorpresa de Vargas al pasar los años, cambio su residencia a la ciudad de Arica, cuando en un paseo familiar a Tacna, en pleno control de identidad de la frontera se percata que tenía una orden de detención en la ciudad de Ovalle por la denuncia de lesiones graves como participación de autor en su grado de consumado.
Una vez enterado del caso, viajó a la Perla del Limari para regularizar la situación, donde quedó percibido por el artículo 26 del código Procesal Penal. Al no recibir ninguna notificación por el caso, Yamil fue detenido en la ciudad de Chillán esta semana, por no presentarse en a la audiencia citada.
Frente al resultado de la denuncia interpuesta por R.B.P por lesiones graves, mediante la documentación judicial, el denunciante declaró que “fue agredido el día 04 de marzo de 2015 con golpes de pie y puño en diversas partes del cuerpo y rostro. Producto de estas agresiones, la víctima resultó con múltiples lesiones contusas faciales, contusión dorsal, fractura nasal y esquince de tobillo derecho grado II, siendo estas lesiones clínicamente de carácter graves, que suelen sanar, salvo complicaciones en 32 a 35 días con igual tiempo de incapacidad”.
Mediante esta acusación, Yamil deberá cumplir la pena de 100 días de presidio menor en su grado mínimo, quedando en Reclusión Parcial nocturna domiciliaria en su nuevo domicilio en la ciudad de Chillán.
REPERCUSIONES
Vargas no entiende que pasó, dice tener vergüenza por lo sucedido y declara que los golpes que manifestó el denunciante no correspondían a los que él había propinado. “Tengo problemas de movilidad por un accidente que tuve desde niño, tengo pernos en mis brazos y es imposible que haya ejercido aquella fuerza en él. En fiscalía presenté los exámenes, radiografías, incluso a certificados médicos que avalan mi disminuida movilidad, aun así no fueron viables para el juez, no me aceptaron las pruebas”.
Según comenta Yamil esto impedirá que pueda volver a desempeñar la labor de guardia de seguridad que venía ejerciendo desde hace varios años, “nunca había tendido antecedentes judiciales, jamás estuve mentido en este tipo de cosas, ahora no podré trabajar”, señaló.
Una vez cumplida la pena, no descarta tomar acciones legales frente a lo sucedido.