Equipo El Día
Lo vemos a diario, desde que comenzó la pandemia, y a estas alturas pareciera que no tendrá solución. Las largas filas fundamentalmente en las afueras de las entidades bancarias, cajas de compensación e Instituto de Previsión Social han sido la tónica durante estos casi cuatro meses a partir de que se confirmó el primer caso de Covid-19 positivo en la zona.
Ya desde las 06:30 de la mañana los clientes comienzan a llegar a tomar su lugar para esperar una atención que comienza recién a las 09:00, y de aquello hemos sido testigos cuando recorremos desde muy temprano el centro de La Serena. De hecho, el pasado lunes nos encontramos con un grupo de personas de la tercera edad que a eso de las 07:20 llevaban casi una hora de espera. Iban por su dinero del mes y sabían que se estaban exponiendo, no sólo al Covid-19, sino que también al frío que puede tener como consecuencia contraer cualquier otra enfermedad, pero no tenían más alternativa.
“Es así nomás la cosa. La verdad es que nos dieron un sistema de tarjeta, pero sinceramente uno es mocho para estas cosas. Yo no entendí nada así que prefiero venir nomás”, manifestaba don Nilson, serenense de 67 años.
A su lado, la señora Nancy Pizarro apuntaba a la brecha digital, que no sólo afectó a los niños que no han podido tener clases vía online, sino que a la gente de más edad, como ella que con 66 años, no tiene la menor idea de cómo se utilizan las plataformas de internet. “Yo con suerte sé prender la tele, y en el celular sé que el botón verde es para contestar y el rojo para cortar”, asegura, dejando claro que, como muchos adultos mayores que hoy necesitan de las tecnologías no se subieron al carro y ahora se les hace imposible tomar un lugar.
Una idea innovadora
Y eso es en la mañana, muy temprano. A medida que avanza la jornada hasta las 14:00 horas, los sectores céntricos tanto de La Serena, como también de Coquimbo, “parecen verdaderas ferias”, según han señalado las autoridades, con muchos adultos mayores que se mantienen por horas haciendo filas.
Ante la falta de soluciones, desde el municipio serenense analizan una idea que es inédita en el país y que podría tener buenos resultados tendientes a evitar que los ancianos tengan que salir de sus casas arriesgando contagiarse, y también para descongestionar el sector céntrico que a diario se puede ver atestado de personas, algunas que tienen que estar allí por obligación debido a sus trabajos, pero otras simplemente realizando compras o paseando. Y por supuesto, ellos, los ancianos que hacen la fila para cobrar su pensión. “Esta es una buena posibilidad, difícil, cierto porque los adultos mayores muchas veces tienen la desconfianza al tratarse de dinero, pero hay que trabajar en esa confianza por su bienestar. Por eso lo vamos a hacer, ordenadamente, contando con un sistema de seguridad, y tendremos que hacerlo porque hoy día los bancos y cajas de compensación no han sido capaces de hacer nada.
Son ellos los que provocan las filas, y uno no ve la voluntad de querer solucionar esto lo que me parece lamentable porque ellos están ganando plata, entonces, tendremos que actuar nosotros”, especificó el alcalde de la capital regional Roberto Jacob.
El edil, eso sí, aclaró que, “las cosas hay que hacerlas bien”, por lo que comenzarían con un número acotado de personas, para ver cómo va evolucionando la idea. “Tenemos que ser cautos, y no lanzarnos a la piscina vacía, hay que hacer una serie de trámites legales, lo que implica trabajo, pero asumimos este desafío que ojalá resulte y lo puedan replicar en otros lugares también”, aseveró.
Lazos de confianza
Claro está, la medida no es fácil de implementar y una de las principales “piedras de tope” que vislumbra el propio alcalde Jacob es que “desconfían cuando se trata de dinero”. Por lo mismo, la gente que comience a trabajar con ellos debe estar preparada, y en ese sentido la encargada de la Oficina municipal del Adulto Mayor, Alejandra Rojo indicó que ya comenzaron a afinar los detalles para aplicar la idea y que serán ellos como departamento los primeros en intervenir ya que son conocidos por las personas. “Nosotros les llevamos los remedios, les hacemos el trámite en los consultorios y contamos con la confianza de ellos. Además, ya sabemos dónde están los más vulnerables, entonces tenemos algo de avance ahí. A lo que voy es a que no es llegar y relacionarse con las personas de le tercera edad”, sostiene.
Está convencida que este plan es la única forma posible a estas alturas de evitar que, fundamentalmente los que no tienen una red de apoyo, se mantengan en sus casas. “Si nadie más hace nada para evitar que ellos hagan estas tremendas filas, si no hay red de por medio, no nos queda más opción que tomar nosotros esa responsabilidad para ayudar a los que no tienen un apoderado, un familiar presente”, aseveró Rojo, quien eso sí, advierte que se presentarán inconvenientes para que esto se pueda concretar. “Mi experiencia me dice que lamentablemente en estos casos aparecen los hijos mágicamente, para evitar que un tercero tenga que ver con el dinero. Seguramente ahora también enfrentaremos ese problema”, manifestó.
Rol social y legalidad
Alejandra Rojo sabe que hay que contar con una “carta poder” notarial para que un tercero realice el trámite bancario, y para esto se requiere la firma y autorización del beneficiario. Es aquí donde entrarían a jugar un rol clave las notarías, que podrían facilitar todo si utilizan las plataformas virtuales y también van a domicilio para evitar el traslado de los ancianos. Un paso al frente en esta materia lo ha dado la Notaría Viada, que desde hace tiempo viene haciendo esto, y por lo mismo, su notario titular, Alejandro Viada se muestra entusiasmado con el plan municipal, fundamental en el contexto de la pandemia.
“Me parece excelente lo que se están intentando hacer, y no existe ningún impedimento legal. Lo único que se requiere es tener firmado el mandato, y la ley faculta al notario a que vayamos al domicilio de la persona a sacarle la firma, o bien que la persona firme el documento, alguien de la municipalidad lo lleve a la notaría, se realiza la videollamada correspondiente para verificar la voluntad de la persona y si se acredita debidamente, se autoriza la firma. Eso sí, se necesita un esfuerzo para coordinar este trabajo, pero yo creo que vale la pena”, manifestó Viada. Y claro, entiende que la descongestión del centro sería enorme si un solo funcionario puede cobrar la pensión de muchas personas.
Además, el notario llamó a trabajar mancomunadamente, y cumplir un rol social. El costo de este documento es de tres mil pesos, pero Viada en la actual situación lo está realizando de manera gratuita. “De hecho existe un llamado nacional a los notarios de realizar gratis los trámites que correspondan a la tercera edad. Lo que yo espero es que esto funcione y ojalá en otros lugares se pueda replicar”, enfatizó.
Senama valora la iniciativa
El Coordinador regional del Servicio Nacional del Adulto Mayor (Senama), Pablo Elgueta felicitó al municipio de La Serena por la iniciativa y si bien admitió que requería de mucho trabajo y coordinación, aseguró que si funciona, sería una gran logro y muy necesario. “Nosotros valoramos esto porque como Gobierno la idea es precisamente esa, que los adultos mayores no salgan de casa, y por supuesto que está la disposición de ayudarlos, y asesorarlos en lo que podamos”, finalizó.