Por Viviana Badilla Vargas.
La pandemia del coronavirus, no solo ha afectado a miles de personas que han contraído esta letal enfermedad, sino que también ha dejado a un sinfín de chilenos que se encuentran sobrepasado por las deudas y las faltas de ingresos económicos, lo cual es indispensable para poder resistir la crisis sanitaria.
Y es que debido al poco flujo de público que transita por las principales arterias de la ciudad de Ovalle, los locales más emblemáticos de la “perla” se han visto en un escenario bastante complejo, ya que han tenido que cerrar sus puertas -momentáneamente en el mejor de los casos- para comenzar a realizar despachos a domicilios, y así generar ingresos para abastecer a sus trabajadores y a ellos mismos.
Tal es el caso de Jorge Cortes Valera, quien en conjunto con su familia son los impulsores de la conocida Pizzería Don Giorgio, ubicada en calle Arauco. Este emblemático lugar cuenta con una historia de más de 24 años en la comuna de Ovalle.
“En un comienzo estábamos ubicados en la población José Tomás Ovalle y el local llevaba por nombre Tavolo, este se especializaba en la comida rápida con despacho a domicilio. Y bueno nos dimos cuenta de que lo más pedido eran las pizzas y así que nos especializamos para desarrollar una excelente masa que fuera el sello de nuestro negocio. Con el paso del tiempo en el 2005, nos cambiamos de calle y de nombre, nos pasamos a llamar Pizzería Don Giorgio, en honor Giorgio Penna Romanengo, mi suegro”, comentó Jorge.
Sin embargo, este clásico ovallino ha sufrido grandes bajas, pero no solo en esta pandemia, sino que desde que comenzó el estallido social, se han visto afectados económicamente, ya que tenían nuevos proyectos, los cuales fueron pospuestos debido a todo lo acontecido.
“Los ingresos han disminuido en un 30% o incluso más en algunos momentos. Por otra parte, teníamos la idea de lanzar un café bar acá en el local, pero nuestros ahorros fueron utilizados para solventar las cuentas y quedar al día con los pagos. Además de mantenerle el sueldo a nuestros trabajadores, ya que ellos son de vital importancia y están haciendo un verdadero esfuerzo al venir a trabajar. Razón por la cual les hemos entregado un bono por responsabilidad”, explicó.
Por otro lado, Don Giorgio ha tomado todas las medidas de seguridad sanitaria, ya que están conscientes de que deben cuidarse ellos mismos, a sus clientes y a sus trabajadores, quienes son el pilar fundamental de este emprendimiento.
“En primera instancia utilizamos un termómetro para medir la temperatura del personal que ingresa al local a trabajar. Además del uso de guantes, mascarillas, protectores faciales y el constante lavado de manos de todos nosotros. También, para que nuestro personal no tenga que utilizar locomoción colectiva, nosotros vamos a dejarlos a sus domicilios para mayor seguridad. Cabe destacar que tanto en negocio como los productos que compramos son sometidos a una higienización profunda para evitar todo virus”, enfatizó don Jorge.
En conclusión, y lo que se viene en el futuro gastronómico del país, es que todos los locales que se desempeñaban en dicha función, tendrán que adaptarse para poder entregar sus servicios de manera segura y eficiente.
“Este ha sido el máximo tiempo que nuestro negocio ha permanecido cerrado en 24 años de trayectoria. Y es por esto que tenemos que adaptarnos a lo que se nos viene, ya que como todo emprendedor, uno tiene la esperanza de poder repuntar y volver a la normalidad. Vamos a comenzar a trabajar con un 50% de la capacidad del local para lograr el distanciamiento requerido, la implementación de un sistemas de ingreso, la distancia e implementación de mascarilla por parte de los garzones, entre otros puntos”, explicó.
Del mismo modo, en que Jorge y su familia ya tienen un panorama de cómo será la atención de público a futuro, también tiene un anhelo y es que esta situación acabe pronto.
“Espero que esto pase pronto para que no hayan más muertos ni contagiados, pero también sé que después de la tormenta sale el sol, y sabremos salir de esta”, finalizó.