En medio de una época en donde los juguetes y productos infantiles derivados del plástico además de la tecnología digital parecen dominar sin contrapeso los gustos de la mayor parte de los niños a la hora de recibir un regalo, en la comuna de Punitaqui existe alguien que está rescatando la esencia y la sencillez de los antiguos juguetes de la época de nuestros abuelos.
Se trata de un emprendimiento notable llevado a cabo por el joven Eduardo Guerrero, quien dio origen a una microempresa denominada “Juguetes Tomatín”, iniciativa a través de la cual, diseña juguetes de madera a mano, los que son personalizados y de grandes dimensiones.
Dicha iniciativa nació desde el mismo momento en que Eduardo decidió ser padre hace dos años. “No quería que mi hijo tuviese el típico juguete plástico que viene desde China en un conteiner lleno de figuras iguales. Hoy Tomás tiene 2 años y es la persona que más disfruta lo que hace su papá”.
En efecto, el objetivo no es otro que los niños vuelvan a reconectarse con su imaginación, evitando el uso masivo de plástico y las pantallas digitales durante su etapa de crecimiento.
Así es como, caballitos, grúas, palas mecánicas, columpios, camiones, motocicletas, adornos de jardín, e incluso aviones, todos de madera, son parte de las creaciones que ha construido Guerrero, y que pueden ser manipulables por niños de entre 2 y 5 años de edad. Pero también, hay adultos que se sienten atraídos por estos juguetes, adquiriendo algunos de ellos, pues estos objetos les recuerdan su infancia