El documentalista ovallino Sergio Olivares resultó seleccionado en la primera versión del Concurso de Microdocumentales sobre Patrimonio Cultural. El proyecto con el que se adjudicó el financiamiento de un millón de pesos es “La desaparición de los molinos de viento de Punitaqui”.
El concurso “Mi Docu”, fue convocado por la Corporación Patrimonio Cultural de Chile, con el apoyo de Chiledoc y el área de prensa de TVN. La iniciativa puso a disposición de realizadores locales de todo Chile un aporte concursable de $1.000.000 (un millón de pesos chilenos) para la realización y/o postproducción de cortos documentales de 5 minutos de duración que rescaten patrimonio cultural de su propio entorno. Es así como el proyecto será exhibido en los sitios de internet de 24 horas, Corporación Patrimonio Cultural de Chile y Chiledoc y emitidos por el canal de cable 24 horas.
Acerca de la exitosa selección de su proyecto audiovisual sobre Punitaqui, el documentalista comenta, “mi primera impresión es de satisfacción y de que estoy haciendo lo correcto con el patrimonio de la región. Me parece notable que una institución de esas características ponga el ojo sobre este tema que no está resuelto del todo. Más interesante aún es que mi trabajo en el cine documental traspase los límites de la región. Me parece genial haber accedido a tener esta oportunidad y tener la oportunidad de mostrar por pantalla nuestras riquezas locales”.
Sobre las razones que hicieron que enfocara su proyecto en tierras punitaquinas, aclara que en el año 1997 cuando ocurrió el terremoto él estaba filmando el documental “El Niño Dios de Sotaquí”, el que fue su opera prima. “En ese momento pasé por Punitaqui para ver los destrozos que dejo el sismo y filme los molinos, material que quedó archivado”. Pasó el tiempo y volvió a la comuna “cuando me acerque me di cuenta de que la gente no tiene agua para que los molinos trabajen y que se están cayendo, otros los venden por chatarra, además que sólo es una maqueta la que está ahí de paisaje cultural . Me pareció una aberración cultural lo que estaba ocurriendo y con esa premisa construí un demo que envié al concurso. Les gustó la idea”.