Sesenta y seis años alcanzó a estar en este mundo en el cual siempre se dedicó a ayudar. Gloria Reyes González, más conocida como “Chepita”, fue despedida este miércoles por sus familiares, amigos, cercanos y “quijotanos”, luego de fallecer producto de un paro cardiaco.
La dueña, junto a su pareja Marcelino Contreras, del conocido bar-fuente de soda “El Quijote”, fue velada en la Central Unitaria de Trabajadores y ayer su cuerpo fue trasladado a Coquimbo para ser cremada. Se espera que mañana su familia lleve el ánfora a Santiago, para esparcir sus cenizas donde siempre quiso.
“Mi vieja se fue de una forma muy repentina, es un dolor muy grande, pero el cariño de toda esta gente que nos ha acompañado nos hace sentir que no estamos solos”, detalló Marcelino Contreras.
La partida de “Chepita”, caló hondo en quienes la conocían, especialmente en el Partido Comunista (PC), conglomerado al que pertenecía desde que era una adolescente.
El concejal PC, Ricardo Rojas, expresó que “para nosotros es muy doloroso la muerte de la compañera, fue una dirigente emblemática como partido, especialmente en la defensa de los Derechos Humanos, después cuando se recuperó la Democracia luchó por los presos políticos, incluso ocupó un cargo a nivel nacional.
La verdad es que es una perdida muy grande, fue una compañera consecuente, que empezó muy temprano a trabajar en las JJ.CC. después llegó al PC, estuvo exiliada, luego volvió. Siempre luchó, junto a Marcelino, por los derechos”.
El funeral
La muerte de Reyes González (67) no dejó indiferentes a ningún ovallino, dado a que era una mujer muy conocida, especialmente para los comensales que acudían a “El Quijote”.
Fue por eso que su velatorio fue un ambiente de fiesta, tal como ella pedía en vida. Durante la noche del martes las guitarras, acordeones y zampoñas no pararon de sonar, como si la Central Unitaria de Trabajadores se hubiese convertido en el “El Quijote”.
“Ella quería que la despidieran entre cantos y bonitos recuerdos, entre un salud con vino o cerveza, mezclado entre poesías y mucha cultura, y así fue”, detalló Marcelino Contreras.
Uno de los asistentes al acompañamiento fue Carlos, quien dijo que “ella era como una madre para nosotros los ‘quijotanos’, siempre estaba ahí en el local, aportando con sus ideas, leyendo el diario, jamás la vamos a olvidar”.
Otro de quienes acompañó a la familia Contreras-González fue Martin. “Es una noticia que nos remece. Hace poco estuvimos compartiendo con ella y ahora ya no está. Va a ser una situación difícil de superar”, detalló.
Cabe recordar que “Chepita” llegó a Ovalle a inicios de 1990, luego que con Marcelino decidieran viajar a Coquimbo a emprender un nuevo futuro tras la extradición de Contreras.
Por casualidades de la vida encontraron en calle Arauco un local que se vendía, el que resultó ser el popular Quijote, local al que le dieron un nuevo sello con música, cultura y poesía. ¡Hasta siempre "Chepita"!