por Vinka Rojas
Rocío Cortés Villalobos (26), es una ex alumna de la Escuela de Música de Ovalle, que hoy se encuentra en una delicada situación de salud, pues padece Hemoglobinuria Paroxística Nocturna, considerada una enfermedad rara, que para su tratamiento requiere el Eculizubam, medicamento que no está registrado en el Ministerio de Salud y que tiene un valor de 35 millones de pesos mensuales. La enfermedad ataca sus glóbulos rojos, generando que sufra cuadros de trombosis con mucha frecuencia, además de otras complicaciones.
Su madre, Victoria Villalobos, profesora de la escuela unidocente de la Caleta El Sauce, comuna de Ovalle, comenta que mantienen domicilio en la Villa Tuquí, e indica que el sueño de Rocío es poder estudiar. “Ella no pudo terminar sus estudios en la Escuela de Música debido a su enfermedad. Terminó la enseñanza media en un 2×1, en el Liceo de Niñas de La Serena. Quiso estudiar una carrera profesional en el Santo Tomás de La Serena; pero estuvo el primer semestre y se salió, lo mismo ocurrió en Santiago. Ahora pasa más tiempo enferma, como para poder estudiar”, expresó.
El Eculizumab
Debido al avance de la enfermedad, la joven requiere un trasplante hepático. Sin embargo, esto está contraindicado, pues los médicos indican que esto no se puede hacer mientras ella no consuma el Eculizubam (medicamento que trata su enfermedad de base); pues se han de evitar complicaciones post transplante, como la trombosis de vasos hepáticos. Su familia ha solicitado al gobierno, financien el costoso medicamento, pero desde allí, solo les han respondido que el caso está siendo evaluado.
Tratamiento actual
Rocío está siendo tratada con medicamentos que le dan en el Hospital del Salvador y San José, ambos de Santiago, pero que no son exactamente el que debiese consumir. Además, a modo de paliativo, consume dos medicamentos más, que debe costear su familia “la rifaximina tiene un valor de 27 mil pesos al mes. El otro cuesta alrededor de siete mil pesos el frasco y consume tres por semana. Ese se llama Lactulosa. Nosotros estamos gestionando con la Municipalidad de Independencia la posibilidad de que nos puedan colaborar con ese medicamento”, dice su madre.
Por otra parte, Rodrigo Acevedo, miembro de la familia que acogió a Rocío en su casa de Santiago, sin conocerla previamente, comenta que necesitan que algún laboratorio médico, les pueda vender por mayor la Lactulosa, puesto que los precios varían entre una farmacia y otra y además es muy escaso.
Rocío está en la UTI del Hospital San José desde hace algunos días, debido a un problema de coagulación. Su madre indica que ahora está mejor, y agrega "es difícil dimensionar lo que nos está tocando vivir. Esperamos poder tener respuesta del gobierno y podamos conseguir el Eculizumab, para que mi hija pueda hacer su vida”.