Por Viviana Badilla Vargas.
Un complejo panorama se está viviendo actualmente en todo el país, ya que la crisis sanitaria ha traído consigo un mar de precariedades en el ámbito de la salud y sobre todo económicamente.
Es por esto que miles de personas han visto como sus fuentes de trabajo han desaparecido por meses, lo cual da como resultado una gran dificultad para llegar dinero y así llegar a final de mes. Es por esto que emprendedores han comenzado con pymes de artes manuales o si ya los tenían, los potenciaron en este tiempo de cuarentena.
Tal es el caso de Pía Cáceres Díaz (33), quien es propietaria de su propio negocio llamado “Retazos”, el cual nació hace más de seis años en la comuna.
“La idea principal de mi pyme es la reutilización y el reciclaje de telas usadas (ropa) lo que más vendo son cojines, muñecos de trapo personalizados y cuadros con intervenciones de telas”, comentó.
En un comienzo, fue alta la incertidumbre que inundó a Pía, ya que al no saber qué iba a pasar a futuro, no tenía un claro panorama de lo que tendría que potenciar para generar un ingreso extra –el cual no está demás- fue así como nuevamente comenzó con su amado emprendimiento de años.
“Al pasar los días te das cuenta que al final todo depende de uno y si quieres salir adelante con tus ideas tienes que seguir a pesar de todo, y sacar lo mejor de esta pandemia aunque a veces se nos haga difícil”, aseguró.
Asimismo, la seguridad al realizar sus productos es esencial, ya que al ser hechos a manos, tiene que existir un cuidado extremo en la manipulación. Razón por la cual Pía, se ha encargado de seguir al pie de la letra todos los dictámenes del MINSAL.
“Bueno al momento de comprar algunos de los materiales y los sanitizo con alcohol y lo mismo con la ropa que reutilizo. Trato de no contaminar el espacio de mi casa donde trabajo con mis productos. Además, intento mostrar todo lo que hago a través de mi redes sociales, como por ejemplo por PíaRetazos en Instagram, ahí pueden hacer sus pedidos”, puntualizó.
En conclusión, la cuarentena la benefició en las ventas de sus productos, ya que según comenta la artista visual, la gente ha empezado a valorar mucho más a todo aquello que significa un trabajo manual y el sacrificio de su quehacer.
“La pandemia me ha ayudado mucho a tener mayores ventas, por el tiempo que tuve para avanzar y terminar pedidos más rápidos y lo otro que me di cuenta es que las personas a pesar del encierro, están aprendiendo a valorar el trabajo hecho a mano y lo hacen notar comprando a su vecina del almacén. Y de verdad eso se agradece porque se dieron cuenta del esfuerzo que hay en cada producto y que además es hecho con cariño”, finalizó Pía.