Salud retira de Salamanca dos densímetros radioactivos abandonados

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    Se hicieron mediciones con el contador geiger y los niveles son los adecuados, no así el almacenamiento.

    Con un llamado a la responsabilidad por parte de las empresas que manejan fuentes radiactivas, la Seremi de Salud inspeccionó un domicilio particular de Salamanca ante el abandono de dos densímetros nucleares, artefactos que pueden ser altamente peligrosos si no se utilizan correctamente o se destruyen. El propietario de la casa hizo la denuncia y se cursó sumario a la empresa responsable de los equipos.

    Hasta el lugar, que antes era ocupado por una empresa privada,  llegó personal de la Autoridad Sanitaria –tanto de la Oficina Comunal como de la Unidad de Salud Ocupacional- y corroboró las condiciones de inseguridad de los aparatos, estaban abandonados desde hace varias semanas incumplimiento la normas. Trasladaron los densímetros a un lugar de almacenamiento transitorio. Además, se realizó una evaluación radiológica con un contador geiger, equipamiento que se utiliza para cuantificar la cantidad de radiación que emiten estas fuentes radiactivas.

    La medición arrojó que estaban dentro de la norma por lo que, afortunadamente, no hubo mayores riesgos asociados.

    Ante esto y, como una forma de proteger a la población de eventuales daños a su salud, el Seremi de Salud (s) Herman Cifuentes hizo un llamado a las empresas  que manipulan este tipo de maquinarias a ser responsables, “a través de las resoluciones que emitimos, autorizamos a las empresas para que estos densímetros sean dispuestos y manipulados en lugares autorizados y personal autorizado.  Por lo tanto, el llamado es a las empresas a responsabilizarse respecto de las condiciones de almacenamiento y manipulación, aquí nadie puede abandonar un equipo para la finalidad que este tiene porque sería muy irresponsable dejarlo abandonado y a libre disposición de terceros que nada conocen de estos equipos”.

    Riesgos ante la exposición

    El daño que causa la radiación en los órganos y tejidos depende de la dosis recibida, o dosis absorbida. El daño que se puede producir depende del tipo de radiación y de la sensibilidad de los diferentes órganos y tejidos de cada persona.

    “Se arriesgan a ser irradiados, afectados por la radiación ionizante y, dependiendo de la cantidad de radiación a la cual se expongan pueden tener efectos sobre su salud, muy nocivos, ya que la radiación ionizante daña los tejidos, principalmente, de los cuerpos blandos, pero si la radiación es amplia se puede dañar incluso el cuerpo entero, generando efectos irreversibles para la salud de la población”, señaló Pablo Rojas, Encargado de la Unidad de Salud Ocupacional de la Seremi.