Fue en noviembre del 2015 que Román Tello apostó todo por cumplir su sueño de ser futbolista profesional. En las postrimerías de aquel año, el deportista nacido en Ovalle dejó su casa y familia para trasladarse a Suecia, país en el que reside desde aquella fecha.
Y es que sintió que en la región no le dieron las oportunidades que creía merecer. Formado futbolísticamente en la Academia Kico Rojas, posteriormente realizó las divisiones inferiores en Coquimbo Unido, club en el cual debutó profesionalmente en Copa Chile con 17 años. Un préstamo a Deportes Ovalle lo regresó a su ciudad natal, donde pudo adquirir mayor experiencia.
“En mi segundo año en Ovalle yo ya no quería estar en la banca, cumplía 19 años y quería jugar. Y me dijeron que no me tenían considerado, que querían a un lateral con más experiencia”, cuenta.
Después de integrar el equipo en Segunda División y titularse en administración y negocios en la educación superior, Román tomó la decisión de armar planes lejos de Chile.
“Estaba aburrido de la situación, no habían manejos muy profesionales y decidí probar afuera, no quería tirar por la borda todos los años de sacrificio”, dice.
Armó maletas, ilusión y fe para desembarcar en Estocolmo. Un amigo chileno en Suecia lo ayudó con un primer contacto en el país, pero el resto del camino lo fue descubriendo en soledad.
“Yo soy cristiano y siempre confiando en Dios que va a poner a gente buena en esta travesía. Gracias a Dios se dieron las personas exactas y resultó todo bien”
Luego de un comienzo complejo, donde debió convencer en cancha de que lo contrataran, Román firmó por el AIK sub 21, uno de los clubes más populares de Suecia, donde también defendió los colores del Vasalunds. Desde este año defiende los colores del Nassjo FF, equipo de la Division 2 del fútbol sueco.
CALIDAD DE VIDA
Con dos años y medio en tierras escandinavas, Román Tello relata las diferencias culturales con Chile, que para él son abismales.
“El país es limpio, no hay basura en las calles, no hay perros, no existe la delincuencia, puedes estar tranquilo y uno se olvida de esas cosas, como estar pendiente de mochila, tu celular o tu auto. La educación es gratis, la salud también y acá si tienes hijos el Estado te paga una subvención. La calidad de vida es muy superior. Suecia es un país socialista, pero ese socialismo funciona solamente acá, no creo que funcione en Latinoamérica”, comenta.
Román admira la puntualidad y el orden social sueco, donde ya analiza radicarse.
“La cultura y cómo funciona el país permite que den ganas de quedarte. Imagínate, si te enfermas, la salud es gratis, y así como otros beneficios sociales. La idea es poder vivir acá, radicarme, pero siempre viajando a Chile. Pero también eso va a ir de la mano de fútbol”, cuenta.
La revancha futbolística de Román la está viviendo en Suecia, que a punta de esfuerzo, perseverancia y valentía se está convirtiendo en una de sus mejores épocas de su vida.