Comercio minorista busca flexibilidad para sortear nueva cuarentena

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    Sin duda uno de los sectores más afectados por la pandemia es el rubro del comercio minorista, que acusa múltiples problemas para estabilizar su decaída posición financiera.

    Evelyn Vicencio, propietaria de Repuestos Antofagasta, ubicado en la calle con el mismo nombre, conoce en primera persona las vicisitudes del pequeño comercio.

    Con tres años con el negocio, los últimos dos años han sido de mucha convulsión e incertidumbre, primero por el estallido social y luego desde el inicio de la pandemia, aun así han tratado de mantenerse con las puertas abiertas buscando la manera de

     “Nos ha tocado fuerte porque los últimos dos años han sido difíciles. Nosotros tuvimos que reinventarnos para poder funcionar, tanto con venta de artículos por internet, como de artículos de ferretería ampliando el giro original y las opciones, aunque obviamente el flujo de caja y de clientes es mucho menor”, señaló Vicencio.

    Consideró que la baja en las ventas ha sido muy marcada en su rubro, aunque en materia de repuestos y lubricantes para vehículos siempre hay material para reponer.

    “Nosotros apenas nos estábamos levantando como negocio en condiciones normales, luego con el estallido social vendimos un 60% de lo que hacíamos antes. Ahora con la pandemia generamos un 30 o 40% máximo de lo que hacíamos antes. Ahora estamos trabajando es para pagar los proveedores y el arriendo”, explicó.

    Consultada acerca de las herramientas de apoyo anunciadas por el Estado, ya sea en materia de bonos o de préstamos con cierta flexibilidad, explicó que aunque han solicitado y postulado a algunas de las ayudas, todavía a la fecha no han podido conseguir ningún tipo de apoyo financiero para mantenerse a flote.

    “Uno como que no clasifica para nada, porque en el banco no te apoyan porque estás en riesgo de pago, y el gobierno no te da un bono porque considera que no lo necesitamos. Hemos escuchado mucho de los bonos, pero como que no llegan, no se ven a quienes favorecen. Prácticamente estamos subsistiendo solos”, criticó Vicencio.

    Propuestas

    Por su parte el presidente de la Cámara de Comercio de Ovalle, Washington Altamirano, estimó que si bien es necesaria la cuarentena por el aumento de contagios de covid-19, será un nuevo golpe para el ya golpeado comercio local.

    “El comercio más chico es el que más pierde, porque las grandes empresas siguen funcionando igual, tanto los grandes supermercados como las grandes tiendas seguirán trabajando”, aseguró el líder gremial.

    Con respecto a los planes de apoyo anunciados por el gobierno, indicó que deberían ser un bono y no un crédito, porque el crédito deben pagarlo luego, y quizás en el peor momento, como le estaría ocurriendo a algunos comerciantes quienes justo ahora, cuando se decreta una nueva cuarentena, es cuando deben comenzar a responder por los pagos.

    “Muchos Créditos Covid que se comenzaron a pagar, están ahogando a los comerciantes, porque han tenido problemas para pagar y eso lo sabe el gobierno, porque tiene acceso a la información de cada empresa. Y esos créditos deben flexibilizarlos a varios años con un año de gracia porque muchos acusan problemas financieros”, señaló.

    Agregó que siempre ha estado en contacto con autoridades del Gobierno y siempre les han planteado las quejas del sector y las propuestas que pudieran aplicar.

    “Nosotros (la directiva de la Cámara de Comercio y Servicios de Chile) tendremos este martes una reunión con el Ministro de Economía en la cual vamos a buscar soluciones para el sector, porque esta nueva ola va a ser muy fuerte, y las medidas van a terminar de sacrificar a mucha gente que ya no puede pagar los créditos.  El Gobierno va a tener que replantear los créditos, alargarlos a 10 años y si es posible con un año de gracia. Esa sería una forma de poder este círculo”, indicó Altamirano.

    Indicó que los bonos, si bien llegan a muchos trabajadores, podrían también llegar a los pequeños comerciantes o emprendedores, quienes tienen uno o dos trabajadores en sus establecimientos y que no son tomados en cuenta al momento de una ayuda no reembolsable.

    “No puede ser que un crédito tenga que comenzar a pagarse en seis meses, porque en seis meses nadie se recupera de las pocas ventas. Sobre todo porque llevamos un año con la pandemia y seguimos igual” puntualizó.

    Adelantó que las propuestas se han hecho a distintos niveles y esperan respuestas positivas en los próximos días.