Hasta que llegó el día. Más de un año pasó para que fuera detenido. En el poblado de Limarí, distante a menos de 12 kilómetros al norponiente de Ovalle, fue capturado el agresor de una dirigenta vecinal, quien el pasado 25 de abril del 2015 golpeó con un bate de béisbol a la mujer en la población 21 de Mayo.
El imputado permanecía prófugo hace 16 meses y fue encontrado en la mencionada localidad mientras era encubierto por un familiar cercano.
El individuo identificado como Mario Alzamora Valdivia, de 53 años de edad, fue formalizado en el Juzgado de Garantía, por femicidio frustrado y dos delitos de desacato por violencia intrafamiliar (VIF) previas al brutal acto.
El Ministerio Público formalizó una investigación contra el sujeto, logrando que el juez otorgara su prisión preventiva, por ser considerado un peligro para la seguridad de la sociedad y para la misma víctima.
El buen resultado de esta detención se presentó durante la noche del jueves, luego de intensas diligencias realizadas por los detectives de la Brigada de Investigación Criminal de Ovalle, quienes lograron dar con el escondite de Alzamora.
Según los antecedentes relatados en la audiencia de control de detención, el delito se cometió cercano a las 14 horas del sábado 25 de abril del año pasado, cuando por motivos de celos, y luego de haber cesado su convivencia conyugal en noviembre del 2014 tras 25 años de relación, la agredida dejó de convivir con el padre de sus hijos, quien no a aceptaba la situación por lo que en dos ocasiones tuvo trató de obligarla a retornar por los que ella interpuso dos denuncias, donde el Juzgado de Garantía ordenó la medida cautelar de no acercarse a la dirigenta, lo que el sujeto no respetó, para a fines de abril cumplir su cometido en plena vía pública a vista y presencia de varios vecinos del sector.
El relato cuenta que ella se dirigía a su trabajo transitando por una artería de la población 21 de Mayo cuando fue interceptada por el agresor quien la seguía en un vehículo. A los pocos minutos su ex pareja decidió bajarse del móvil junto a un palo tipo bate béisbol, para darle diversos golpes en su pecho, rostro, cabeza, espalda y brazos, quedando tendida en el suelo, luego que otras mujeres lo enfrentaran para que dejara de golpearla. Posteriormente huyó del lugar en el mismo automóvil y según el fiscal, las mismas testigo anotaron la placa patente, como también aseguró, que él agresor pensó que la había matado al verla tendida en el suelo ensangrentada, además de expresar al magistrado que al saber que continuaba viva llamó durante la noche para asegurar que terminaría con lo que había empezado.
“Fue formalizado y el juzgado determinó que quedara en prisión preventiva, por considerarlo un peligro para la seguridad de la sociedad y se fijó un plazo de 60 días para el cierre de la investigación, sin posibilidad de tener medidas de caución. Los delitos son dos pro desacato, tras denuncias de lesiones menos graves y amenazas, que establecían las prohibiciones respectivas de acercarse a la víctima y a su domicilio”, acotó el fiscal Herbert Rohde.
PDI y Sernam
Cabe mencionar que el imputado fue intensamente buscado en varios sectores del país, ya que se desempeñaba como conductor de camiones entre Ovalle, Calama y Santiago.
“Él cambió su apariencia física y deambulada por diferentes domicilios. Se realizaron una serie de vigilancias al blanco investigativo, análisis de información, empadronamientos, entrevistas a testigos y familiares, la cual al ser procesada rindió frutos y se pudo esclarecer el caso”, aseguró el comisario Raúl Muñoz, jefe de la Brigada de Investigación Criminal de la PDI Ovalle.
Tras dar con el paradero de Alzamora, todos los antecedentes de este hecho, que alcanzó connotación nacional por la gravedad de las lesiones que presentaba la víctima, fueron entregados al Ministerio Público y el fiscal del caso, determinó que el sujeto fuese puesto a disposición del Juzgado de Garantía de Ovalle, para su formalización.
En tanto, la abogada querellante y representante del Servicio Nacional de la Mujer (Sernam), Pilar Muñoz, entregó su punto de vista, luego de escuchar la formalización.
“Existe un historial de violencia crónica en el caso de mi representada, donde los hitos más fuertes se vieron en los últimos episodios de mayor connotación, había denuncias en otros tribunales. Por lo general, cuando la mujer se atreve a denunciar el nivel de riesgo aumenta paradójicamente y este fue un factor, que provocó la ira y el descontento del sujeto quien decidió a atacarla y acabar con su vida”, puntualizó la querellante.
Cabe mencionar que en la actualidad el imputado, según su defensor particular, se estaría tratando en un programa de control de impulsos, con lo que habría bajado su ansiedad y mantendría una relación sentimental con otra mujer. o1301i.