Ellas no están solas: las vías para proteger a víctimas de VIF

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    La mayoría de las víctimas de VIF son mujeres

    En lo que va del año, 63 fueron las denuncias por violencia intrafamiliar (VIF) en la provincia de Limarí, esto según cifras entregadas por Carabineros y que fueron dadas a conocer por diario El Ovallino en su edición de este jueves.

    Se trata de cifras, sin duda, alarmantes que refleja parte de la realidad con la que cientos de familias conviven día a día.

    Según estadísticas del Centro de Estudios y Análisis del Delito, durante el 2018 hubo 553 denuncias por VIF en la provincia de Limarí, de las cuales 437 tienen a mujeres como víctimas.

    Debido a la complejidad de este tipo de delito, es que existe una serie de protocolos para poner a resguardo a las víctimas.

    APOYO PSICÓLOGICO, SOCIAL Y LEGAL

    A través del Servicio Nacional de la Mujer y Equidad de Género (Sernameg) existen varias instancias para proteger a quienes sufren hechos de violencia, dependiendo del riesgo que corre la mujer se puede incluso cambiar a la víctima de región y entregar un lugar provisorio para vivir para ella y sus hijos.

    Natalia Honores, abogada y encargada del programa de femicidios y violencia extrema de Sernameg, región de Coquimbo, indicó que en la zona existen siete dispositivos: cuatro centros de la mujer, dos casas de acogida y un centro para hombres que ejercen violencia.

    Dos de estos centros se encuentran en la provincia de Limarí, se trata del centro de la mujer Sayén y una casa de acogida, que puede llegar a albergar a seis mujeres y 12 niños.

    “Nosotros trabajamos en coordinación con otras redes en el circuito de violencia, de hecho tenemos a cargo el circuito de femicidios a nivel nacional, entonces cuando ocurre un femicidio ya sea consumado o frustrado nosotros somos las encargadas de activar ese circuito, con las policías, con el centro de atención a víctimas, con el Senama y con el servicio médico legal, que son los primeros en llegar frente a esta situación”, explicó la profesional, añadiendo que cuando no se trata de un femicidio “lo normal es que las mujeres acudan o hagan la denuncia a Carabineros o a los tribunales de familia o fiscalía. Con ellos tenemos coordinación, por ejemplo los tribunales derivan los casos a nuestros centros, nos informan que se presentó una denuncia, entonces se derivan a los centros, dependiendo de la situación”, agregando que muchas veces las víctimas llegan de manera espontánea a los centros, a las oficinas de Sernameg, municipalidades o centros de salud.

    Para atender eficientemente a las víctimas existen varias formas de derivación. “En el caso de los centros es una atención ambulatoria, una intervención psico-socio jurídica, porque tienen atención con un equipo psicosocial y además el patrocinio de abogados para llevar los casos a juicios”, sostuvo Honores, aclarando que las casas de acogida son para casos de mayor gravedad.

    “Las casas son residenciales, son los dispositivos para los casos de mayor gravedad, riesgo vital o violencia extrema, ahí se ingresan con sus hijos” indicó la abogada, agregando que si bien  hay ciertos límites de edad para los hijos, estos son establecidos para el resguardo de otros niños y niñas que ingresa, “no hay límite de hijos, hemos tenido usuarias con cinco hijos, todo depende de la capacidad”, sostuvo.

    En Ovalle existe una casa de acogida, la que fue inaugurada durante el año 2016 y tiene espacio para seis mujeres y 12 niños. En el caso de que la amenaza sea muy grande el Sernameg puede coordinar con otras casas de acogida a nivel nacional para el traslado de la víctima “existe la posibilidad de, si el riesgo es alto, de trasladar a mujeres de comuna. Si una mujer de verdad corre peligro se puede incluso trasladar a otra región” manifestó la profesional.

    PROTECCIÓN DESDE LA FISCALÍA

    Durante el año 2018, de acuerdo al boletín estadístico en victimas ingresadas por violencia intrafamiliar en la región de Coquimbo, hubo 4796 casos, de los cuales un 78,4% corresponde a  mujeres y un 21,6% a hombres.

    Los tipos de delito que habitualmente se denuncian son: Delito sexual, maltrato habitual, femicidio, amenazas, desacato,                parricidio, homicidio y lesiones, de los cuales los más denunciados son las amenazas con un 51% y las lesiones 32,58%, mientras que el maltrato habitual ocupa el tercer lugar con un 9,32%.

    Según señaló en su última Cuenta Pública, efectuada en Ovalle, el Fiscal Regional Adrián Vega, en la región respecto de los casos abordados,  las causas de Violencia Intrafamiliar Riesgo Alto/Vital en personas adultas aumentaron un 41.7%, ascendiendo a 1093 casos.

    La aplicación de la pauta Unificada de Violencia Intrafamiliar de Pareja por parte de Carabineros de Chile, tuvo como efecto el aumento considerable de detección de este fenómeno.

    Las víctimas menores de edad en causas VIF y Sexuales, experimentaron un aumento de 25,6 % en relación al año 2017.

     “Destacamos la intervención de la unidad en los casos de conmoción pública, alto riesgo intimidatorio y otros delitos. En el año 2018 se trabajaron por el fiscal y el/la profesional de la Unidad un total de 524 casos, para evaluación a través de entrevistas presenciales y visitas domiciliarias a las víctimas”. Manifestó el fiscal regional, añadiendo que  “El contacto con nuestras víctimas y testigos ha sido siempre un elemento importantísimo de nuestra labor. Por ello, desarrollamos una serie de estrategias para mejorar el contacto con las víctimas. En materia de seguimiento de casos, a fin de vincular a la víctima en delitos de especial connotación, durante el año 2018 se realizaron 1658 llamados telefónicos a víctimas en causas de Violencia Intrafamiliar y Delitos Sexuales luego de la denuncia, así como posteriormente a los dos y seis meses del ingreso de la causa, respectivamente”.

    En lo que se refiere a las necesidades de protección y apoyo de víctimas y testigos el año 2018 se ocupó el 63.4% del total del Fondo de Aporte Económico, mediante la entrega de elementos de seguridad y asistencia domiciliaria.

     En términos concretos la fiscalía tiene medidas de protección como la entrega de un teléfono celular temporal, entrega de alarma de ruido, ubicación en casa de acogida, reforzamiento en rejas y protecciones de las casa, cambio temporal o definitivo de domicilio, contacto telefónico prioritario con la policía y las rondas policiales periódicas. Todas estas medidas de protección dependerán del grado de riesgo.

    Además existen las medidas cautelares, fijadas por los tribunales, como la prohibición de acercarse a la víctima, dejar el hogar comun, prohibición de acercarse al domicilio, entre otras.

    ¿Qué es la violencia intrafamiliar?

    Es todo maltrato que afecta la vida, integridad física o psíquica y que se comete contra integrantes de la familia propia o del esposo (a) o conviviente, tales como: padres, abuelos, bisabuelos, hijos, nietos, bisnietos, nueras, yernos, hermanos, tíos, sobrinos, cuñados, esposo (a), conviviente, o ex esposo (a) o ex conviviente, padre o madre de un hijo en común y menores de 18 años, discapacitados o mayores de 60, dependientes del grupo familiar.

    Es un delito que investiga la Fiscalía cuando se trata de agresiones psicológicas habituales, agresiones físicas que ocasionan lesiones, amenazas de daño y/o muerte, delitos sexuales. Si se trata de malos tratos psicológicos que no son habituales, o físicos que no causan lesiones, son conductas que conocen los Tribunales de Familia.

    Cualquier persona puede denunciar la violencia intrafamiliar y solicitar reserva de su identidad. La denuncia se puede hacer en Carabineros, Policía de Investigaciones, Fiscalía o Tribunales.