26 años de trayectoria radial tiene Pascual Michea. Su incursión no estuvo exenta de complejidades, “antes era difícil llegar a la radio, costaba mucho que a uno le dieran la posibilidad de llegar a un emisora FM”, recuerda.
Desde que era un niño no podía alejar de su mente la fascinación que tenía por los micrófonos, “siempre dije que iba a ser hombre de radio, decía que iba a ser artista y animador. Pensaba ‘voy a repartir autógrafos, voy a ser famoso’”.
Su camino lo inició en la Radio América (La Serena) en donde estuvo poco más de 16 años. “Fue mi escuela. Me di cuenta de lo que es la locución, estar en contacto con la gente, los auditores de La Serena me querían mucho, tenía harta sintonía, hacíamos buenos programas, uno de ellos se llamaba ‘El club de los patas negras’.
En esa emisora pudo formarse con importantes figuras de la época. “Me creía el cuento pero siempre si tenía dudas me acercaba a los locutores con experiencia. Trabajé con don Tito Arévalo, un gran locutor que fue muy conocido, fuimos compañeros de trabajo y aprendí mucho de él”.
Desde su primer instante en la Radio América, tuvo un importante espaldarazo por parte del público. “Me probaron un domingo y la gente empezó a llamar a la radio diciendo que esa era la voz que faltaba. Parecía como que todos eran palos blancos y yo los hubiera preparado, fue algo tan bonito. Me ha ido bien en la radio”, rememora.
RADIO ALEGRE
“El Bandido” – como fue bautizado en el mundo radial – mantiene dos proyectos al aire por la 91.3 FM de Radio Alegre, en donde ya acumula 12 años de labor.
“La mañana alegre” está al aire entre las 8.30 hasta el mediodía de lunes a sábado. “Hay horóscopo, se leen las noticias, copuchas”. Uno de los segmentos se denomina ‘Destapando la olla con el bandido’, en donde ameniza la jornada en compañía de su “yaya”.
“México lindo y querido”, se transmite de lunes a sábado desde las 15 hasta las 17.30 horas. “Estamos en contacto con la gente del campo, de la comuna de Monte Patria, Combarbalá”, explica. Ahí comparte el espacio con su “rancherita”.
UN LOCUTOR TODO TERRENO
Una de las características que lo podría definir es la versatilidad, “me pongo en la onda de todos los programas. Si hay que hablar romántico lo hago, en el programa ranchero me pongo ranchero. Me adapto al público, hago como un personaje, me acerco también mucho a la gente de campo y estoy en contacto con ellos”.
La gente lo reconoce en el día a día. “Cuando voy a feria, al centro o a una tienda me dicen ‘usted es ‘El bandido!’”. Aunque confiesa que es más bien quitado de bulla, admite que cuando se prende el micrófono eso cambia en 180 grados, “soy un poco tímido de persona a persona pero en la radio me transformo, de hecho me dicen ‘oiga usted no es ni parecido a cuando está en la radio, es serio’”.
Michea asegura que como comunicador radial lo vital es transmitir constantemente alegría, “a la gente siempre hay que entregarle energía positiva. El locutor tiene que en momentos difíciles poner su corazoncito duro o su mente fría, porque si vengo con sentimientos y problemas no trabajo. La gente me dice ‘usted me levanta el ánimo’”, concluye.