Rompiendo las barreras del inglés

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    Rompiendo las barreras del inglés

    Desde el año 2004 que el programa del Ministerio de Educación ‘Inglés Abre Puertas’ acerca aún más el aprendizaje del idioma a los estudiantes de las escuelas públicas de Chile, pero recién desde el 2014 que a la provincia de Limarí llegan profesionales jóvenes de habla inglesa a entregar sus conocimientos.

    Y desde abril de este año que tres emblemáticos liceos de la comuna de Ovalle recibe a tres jóvenes nativos del idioma. Colaboran en el aprendizaje a los alumnos y apoyan a los profesores de inglés en la sala.

    Con clases dinámicas, entretenidas y participativas, los estudiantes refuerzan el lenguaje verbal, quizás uno de los aspectos más difíciles para aprender. Este punto es uno de los que más llama la atención de los alumnos. Así cuenta Paul Edward Soper con un buen español, quien viene desde Australia para acumular experiencia como profesor. En su país estudió lenguaje, especializándose en español, por lo que esta es una oportunidad de mejorar su castellano.

    “Mis alumnos dicen que les gusta mis clases, porque son didácticas, son distintas, es algo nuevo para ellos y los motiva practicar inglés, ya que tienen la oportunidad de practicar con un angloparlante. Somos algo nuevo y eso los motiva a aprender”, dice.

    Paul fue designado para impartir clases en el colegio Raúl Silva Henríquez de la población Limarí de Ovalle, beneficiaria del programa del Ministerio de Educación. Allí, el australiano enseña inglés a alumnos de primero a cuarto medio.

    Junto con él también llegó a Ovalle Anna Colgan. Proveniente de Inglaterra, la socióloga de profesión llega con la misión de enseñar a los alumnos del liceo Estela Ávila Molina del centro de la ciudad. Reconoce la importancia del inglés en el mundo actual y así lo confirma con sus estudiantes.

    “El inglés es importante para los estudiantes, aunque entiendo que hay estudiantes que no les gusta el inglés. Pero a aquellos que quieran ir a Inglaterra, necesitan estudiar inglés. El idioma ahora, en este mundo globalizado, es importante porque escuchas música en inglés, ves películas en inglés y televisión, y ellos lo entienden”, afirma.

    Ambos conforman el trío de angloparlantes que llegaron a comienzos de año a los colegios públicos de Ovalle.

    El inglés en las escuelas públicas

    Viven en Chile hace unos meses y en este tiempo Anna y Paul han debido acostumbrarse a la cultura del país. Paul cuenta que las lentejas se transformaron en su plato favorito, mientras que Anna amó el colorido de Coquimbo, con sus vistas a la bahía desde los cerros.

    Al mismo tiempo, han podido ver con sus propios ojos cómo es el sistema educacional chileno respecto al de sus países de origen.

    “En Australia la brecha en calidad no es tanta. Por ejemplo, yo estudié en una escuela pública toda mi vida y allá en tercero y cuarto medio te preparaban para la universidad con asignaturas que yo elegía, como lenguaje, música, teatro, periodismo. Pero acá en Chile es más rígido, hay asignaturas obligatorias. A mí me gustó así, porque los niños tienen más responsabilidades y responderán a lo que van a elegir”, dice Paul.

    Pero uno de los aspectos que más les llama la atención es la brecha del inglés entre estudiantes de colegios públicos y privados.

    “Acá el nivel de inglés del colegio Amalia Errázuriz y Tamelcura es mucho mejor. Conozco un niño de séptimo básico del colegio Amalia y habla muy bien inglés, mejor que todos mis alumnos del colegio Raúl Silva Henríquez de enseñanza media. Supongo que hay esa diferencia porque hay más dinero”, agrega.

    Anna, en cambio, añade que en Inglaterra existe esa distancia entre colegios públicos y privados, pero no es tan notoria como en Chile.

    Ambos tienen internalizado que las escuelas cuentan con parte de los alumnos en situación vulnerable, donde el apoyo familiar en la educación de sus hijos no es el óptimo. Esto permite que el proceso de aprendizaje del idioma sea más largo.

    “La mayoría de mis alumnos son distraídos, están atentos al celular, a la música o hablan español cuando en las clases solo se habla inglés, pero también tengo alumnos muy buenos, atentos, que hablan, escuchan en inglés. Hay estudiantes que son más tranquilos que otros, pero es normal, porque son adolescentes”, cuenta Anna.

    Desde el ministerio de Educación reconocen que tal brecha existe, pero que el actual programa ‘Inglés Abre Puertas’ es una medida para reducirla.

    “Como ministerio nos ha interesado potenciar esta dimensión y viene a fortalecer la enseñanza del inglés dentro de una política más amplia, que habla del fortalecimiento de la educación pública.

    Al igual que otros aprendizajes, tenemos brechas todavía que son entendibles de acuerdo al nivel socioeconómico de nuestros estudiantes. Tenemos brechas y en el caso del inglés se acentúan un poco más, pero entendemos que los aprendizajes dependen de condiciones que se entreguen a los colegios para que sean sustentables en el tiempo”, comenta Francisco Alfaro, jefe provincial de Educación.

    Los nuevos compañeros

    A partir de esta semana, Anna y Paul ya no estarán solos enseñando inglés en los diferentes colegios. Al país llegaron nuevos voluntarios y, en particular a la provincia de Limarí, son cinco nuevos angloparlantes que llegarán a incentivar la práctica del idioma en las salas de clases.

    Llegados desde Estados Unidos, Italia, India y la lejana Uganda, los nuevos profesores se repartieron entre el colegio El Ingenio, Colegio de Artes y la Escuela HeleneLang en Ovalle, mientras que la escuela de Pichasca en Río Hurtado y el Liceo Samuel Román Rojas de Combarbalá tendrán por primera vez un hablante nativo como profesor.

    Uno de ellos es Vanessa Chapman. Proviene de Chicago, Estados Unidos, habla un perfecto español debido a que sus padres son uruguayos y hasta la provincia llega con la misión personal de “adquirir más confianza como profesora, ya que me titulé recién en enero y todo esto me gusta”, cuenta.

    Pero el objetivo esencial es que los estudiantes chilenos se comuniquen sin timidez en inglés.

    “Los muchachos deben ganar confianza ellos mismos, no deben ser tan tímidos. Yo estaré con ellos todos los días, pero mi plan es no ocupar lápices, papel ni tecnología, solo vamos a hablar y jugar para que practiquen entre ellos mismos. Así aprendemos y yo voy a aprender chileno”, ríe.

    Marvin Nuwagaba es otro de los ‘nuevos compañeros’ que proviene de Uganda, en África, y tal como dice el nombre del programa, considera que “el inglés sirve para abrir puertas, oportunidades de viajar, conocer otras culturas como la de Uganda”, dice.

    “Vine a enseñar, me encanta enseñar, pero no tengo experiencia, ya que me maneja en el área de contabilidad. Vine a ganar experiencia, para motivar a los alumnos a aprender inglés. Estoy motivado con enseñar, porque es importante aprender, además soy nativo en habla inglesa y es fácil para mí”, agrega Marvin.

    Objetivos y proyecciones

    Dentro de cada colegio asumen la importancia de acoger a un nativo de la lengua inglesa como profesor. Los estudiantes interactúan libremente en el idioma y provoca que los mismos alumnos se diviertan a través del aprendizaje.

    “La presencia de un angloparlante, en este caso de Paul, ha sido de suma importancia, porque los niños pueden desarrollar la forma oral del idioma que es difícil de lograr. Los muchachos se motivan a trabajar con un extranjero y nos es de gran ayuda a nosotros”, cuenta Patricia Segura, profesora de inglés del colegio Raúl Silva Henríquez.

    “Para nosotros enseñar inglés es muy complejo, porque es un idioma extranjero que a los estudiantes les cuesta y Paul nos ayuda a romper el paradigma del ‘no se puede’. La inteligencia ha sido distribuida para todos, solo que aquí cuesta un poco más que se desarrolle”, agrega la docente.

    Anna y Paul aprovecharán de recorrer de norte a sur y de mar a cordillera los paisajes de Chile que les han maravillado, pero antes de irse quieren cumplir objetivos con sus estudiantes.

    “Quiero que mis alumnos después puedan reconocer que el inglés les puede ayudar en sus vidas, manejar otro idioma da poder, abre puertas y animarlos para que entiendan que pueden valerse por sí mismos. Solo hay que seguir intentarlo para conseguir lo que quieren”, dice Paul, mientras que Anna quiere que sus alumnos “aprendan un poco más de inglés, estén más motivados para el futuro y quiero que recuerden que las clases eran divertidas y animadas”.

    Este grupo de voluntarios llegó al país con la intención de aumentar el nivel de inglés en los estudiantes de los colegios municipales. Un desafío gigante, pero no imposible, donde ellos aportan con sus clases a mejorar la educación pública.