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Camila Gonzalez
La iniciativa busca desarrollar acciones enfocadas en entregar apoyo y acompañamiento socioemocional, además de lograr que los estudiantes cuenten con las mejores condiciones para llevar a cabo sus clases a distancia

Por Camila González Espínola

Por tercer año consecutivo el CEIA Limarí se adjudicó un proyecto denominado Sistema de Alerta Temprana (SAT), dirigido a la educación de personas jóvenes y adultas, y que busca evitar la deserción escolar, uno de los grandes problemas que enfrentan este tipo de establecimientos en todo Chile.

Es así como para este año, el recinto escolar cuenta con $3.500.000 para  desarrollar diversas actividades enfocadas en entregar apoyo y acompañamiento socioemocional, además de lograr que los y las estudiantes cuenten con las condiciones adecuadas para que puedan continuar con sus aprendizajes a distancia, en medio de la crisis que hoy se vive en el país y que ha cambiado las dinámicas pedagógicas.

Respecto a este importante proyecto, la directora del establecimiento Karin Flores destaca que “a partir de la pandemia, la paralización de las clases presenciales y la situación emocional que esto conlleva, se instala la necesidad de avanzar en el aprendizaje socioemocional. Los desafíos que presenta la actual crisis sanitaria y el cambio del escenario pedagógico desde las clases presenciales a lo virtual, representa una transformación profunda, y con ello, una serie de circunstancias que ponen en tensión los roles y relaciones que se despliegan en el proceso educativo tanto para los estudiantes y sus familias, como para los docentes y sus equipos directivos”.

Cabe destacar, que el equipo multidisciplinario que integra este proyecto está liderado por la jefa de UTP Tatiana Opazo, y los fundamentos del proyecto consideran que partir del año 2018 se inició un trabajo colaborativo en el establecimiento para abordar al gran porcentaje de estudiantes que desertaba, por ejemplo, en 2016 se alcanzó un 33%, 2017 un 27%, 2018 un 25% y 2019 un 21%.

A partir de la implementación SAT en el año 2018, se han disminuido los porcentajes de deserción avanzando hacia una cultura que valora y promueve la retención escolar. Es por esto, que “el diseño y posterior desarrollo de esta iniciativa, es absolutamente necesaria para poder contar con recursos y generar prácticas efectivas que nos permitan cumplir con el logro de los objetivos institucionales, para que jóvenes y adultos puedan finalizar sus trayectorias educativas, mejorando los indicadores de eficiencia interna”, agrega la directora.

ACCIONES IMPLEMENTADAS

Gracias a los montos adjudicados, el establecimiento educacional ha podido implementar una serie de acciones para que los estudiantes retomen sus clases y logren culminar la enseñanza media, entre ellas destacan las visitas domiciliarias donde se entrega cada semana material de estudio y los llamados telefónicos para conocer el estado de cada estudiante.

Así lo explica Tatiana Opazo, quien es la jefa de la Unidad Técnico Pegagógica (UTP) del Centro Integral de Adultos Limarí, “el objetivo principal es intervenir a nuestros estudiantes de manera pedagógica y también entregar una contención emocional, esto nos permite disminuir el porcentaje de deserción en el establecimiento”.

“Tenemos varias acciones, entre ellas es vital la visita domiciliaria y las llamadas telefónicas a los estudiantes, a fin de monitorear y saber en qué están, y es en la visita donde podemos detectar otras problemáticas más sociales. También tenemos iniciativas de tipo pedagógicas,  generamos actividades desafiantes y motivadoras para que los estudiantes logren nivelarse y recuperen lo que han perdido en las clases a las que han faltado”, añade Opazo.

Como explica la jefa de UTP, se están buscando nuevas modalidades para apoyar a los jóvenes y adultos con sus aprendizajes remotos, diariamente entregan material pedagógico y kits con herramientas. Además, cuentan con locomoción que permite ir a las casas de cada estudiante en las diversas localidades de la comuna. Se planifican los recorridos semanales donde también se recepcionan las tareas ya resultas para que los profesores puedan revisarlas.

“Ha sido un trabajo difícil porque no todos los estudiantes tienen acceso a internet, sumado a que en este contexto de crisis que hoy vivimos, muchos estudiantes han perdido sus trabajos y tienen otras prioridades, que son mantener a su familia, preocuparse de las tareas de los hijos y buscar la forma de cuidarse, por lo que es vital contar con estos fondos, ya que con ello le damos la oportunidad a nuestros estudiantes de terminar sus estudios, que a la larga les darán la oportunidad de tener una mejor calidad de vida”, finaliza Tatiana.

 

 

 

 

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