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El actual mediocampista de Curicó Unido nació en Ovalle, donde vivió hasta los 13 años, edad con la que partió a Santiago para iniciar su carrera futbolística. Hoy a sus 28 años confiesa que sueña con volver a su tierra natal y jugar por los “verdes del Limarí”.

Por Luciano Alday – El Ovallino

El reciente fin de semana retornó el torneo nacional. Actualmente ningún equipo ovallino compite en esta categoría, sin embargo, la ciudad cuenta con un humilde representante, el cual ha realizado una silenciosa, pero exitosa carrera en el fútbol chileno.

Pablo Corral Mondaca tiene 28 años, actualmente reside en la región del Maule defendiendo los colores de Curicó Unido en el campeonato de primera división, pero sus orígenes están en la “Perla del Limarí”.

Pablo nació en Ovalle, ciudad en la que dio sus primeros pasos en el fútbol jugando en la academia Kico Rojas. También disputó campeonatos escolares y un torneo de poblaciones, en donde representó a El Parrón Mirador, sector cercano al estadio donde vivía la familia Corral Mondaca en aquella época.

Hasta que a los 13 años llegó la gran oportunidad, Pablo fue a disputar un campeonato a La Serena y fue bien visto por “caza talentos” de Universidad Católica. Por este motivo se trasladó a Santiago, donde hizo todas las inferiores con el elenco cruzado.

“Se dio la oportunidad que me querían en Santiago, contactaron al Kike Acuña, a quien yo conocía, y así se dio la posibilidad de ir, me probé y quedé. En San Carlos de Apoquindo me formé como futbolista”, relata Pablo Corral, pero también recuerda los desafíos que enfrentó al cambiarse de ciudad a su corta edad.

“Fue duro cuando chico, soy el único hijo hombre de cuatro mujeres, soy el más chico, entonces era muy regalón de mi familia, ellos no querían que me fuera en un principio, los echaba de menos porque no los veía, pero al final no me arrepiento, el esfuerzo valió la pena”, expresa.

“Soy nacido y criado en Ovalle, toda mi familia es ovallina. Hasta el día de hoy visito la ciudad, tengo mi casa allá, espero algún día volver”.

En la UC logró sumar minutos y consagrarse con el plantel campeón de la Copa Chile 2011. Al año siguiente fue cedido a préstamo a Deportes La Serena, donde pudo estar más cerca de su ciudad y su familia, sin embargo en lo futbolístico no fue una buena temporada, ya que los granates descendieron a la Primera B.

Pero el fútbol da revanchas y en la temporada 2014-15 jugó en Deportes Puerto Montt, siendo titular indiscutido durante toda la campaña que culminó con el ascenso. En la final disputada en el estadio Chinquihue ante San Antonio Unido, Pablo Corral marcó dos goles, ambos de lanzamiento penal. El resultado final de 4 a 0 le permitió a los “delfines” salir campeones y ascender a la Primera B.

Desde el club más austral del mundo saltó al otro extremo del país, jugando por San Marcos de Arica, Deportes Antofagasta y Deportes Iquique. Corral valora cada una de estas experiencias. “Uno como jugador va madurando en todo sentido, me tocó vivir cambios grandes, cambios de ciudad de extremo a extremo, en estos clubes me fue muy bien. Ahora estoy en Curicó con nuevos aires. Estoy contento, tengo 28 años, todavía puedo seguir alcanzando objetivos personales para poder llegar más arriba”, declara.

En este 2020 Pablo Corral fichó por Curicó Unido, club con el cual ha cumplido una excelente campaña, en las primeras siete fechas del torneo sumaron 16 puntos, posicionándose como uno de los sublíderes.

“Ha sido muy gratificante estar en Curicó, la ciudad nos ha acogido bien, nos ha ido bien en el campeonato. Ahora estuvimos cinco meses sin jugar, entrenando desde casa con incertidumbre, ha sido duro y no va a ser fácil mantenerse arriba, el campeonato será atípico, sin público y con protocolos, habrá que ver qué pasa”, señala el mediocampista ovallino, que también se desempeña como lateral derecho.

En estos siete encuentros, Corral sumó 371 minutos, sin embargo, una lesión en su mano le impidió estar en el partido de ayer domingo ante Unión La Calera.

El sueño de volver

Durante toda su carrera, Pablo Corral no ha perdido contacto con su ciudad, constantemente visita Ovalle y dice que en el futuro desea volver para formar una vida con su esposa Isidora, su hijo Pablito y un segundo pequeño que viene en camino.

Pero Pablo Corral también quiere cumplir sueños futbolísticos en su tierra, ya que desea jugar por el histórico Deportes Ovalle. “Es lamentable lo que pasó con el club, yo siempre he dicho que quiero vestir esa camiseta verde. Ovalle es una ciudad futbolera y tiene un estadio nuevo precioso, esperemos que se empiecen a hacer mejor las cosas, que se retome ese cariño por el CDO, cuando yo era chico iba al estadio antiguo a ver los partidos con mi papá y con toda la gente, era lindo ver el colorido verde en el estadio, ojala que pronto el club pueda volver al profesionalismo”.

Además, Corral proyecta su vida post retiro como jugador, actualmente cursa la carrera de director técnico, conocimientos que le gustaría poner en práctica para la comunidad ovallina.

“El día de mañana me gustaría volver a mi ciudad y aportar en el deporte, hay muchos chicos que pueden surgir de allá, estoy estudiando para ser técnico, entonces me gustaría formar algo importante relacionado con el deporte en Ovalle, para darle la posibilidad a tantos chicos”, declara Corral, quien como anécdota agrega que él invitó a Universidad Católica a Enzo Roco, actual seleccionado chileno.

Por el momento, Pablo Corral está 100 por ciento enfocado en Curicó Unido, donde espera dar un gran golpe y conseguir un importante logro para la institución.

 

 

 

 

 

 

 

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