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Luciano Alday Villalobos
Desde la parroquia estiman que más de 70 mil personas concurrieron hasta la localidad ovallina entre los días viernes 5, sábado 6 y domingo 7 de enero, quienes en su mayoría pudieron reafirmar su fe. No obstante, la cuota negativa estuvo en la llegada de comerciantes ambulantes, quienes se instalaron en lugares no habilitados, entorpeciendo la procesión.

Este 2024 sería especial para los devotos al Niño Dios de Sotaquí, ya que se cumplen 150 años desde la primera fiesta realizada en la localidad ovallina. 

Como era de esperar, la concurrencia de feligreses y peregrinos fue masiva, además de las tradicionales presentaciones de los bailes religiosos, quienes reafirmaron su fe en la sagrada imagen. 

Así fue destacado por el arzobispo de La Serena, René Rebolledo Salinas, “yo he participado 10 años aquí, tanto en la fiesta chica como en la fiesta grande, pero tengo la impresión que nunca hubo tanta gente como en este día domingo. Esto significa que la fe en el corazón de la personas está viva, y esta fe se demuestra en la participación de las santas misas, las procesiones, y sobre todo en la mirada de toda la comunidad a la sagrada imagen, porque la gente le presenta al Señor sus alegrías y gozos, pero también sus penas y preocupaciones”, indicó el sacerdote. 

El párroco del santuario de Sotaquí, Juan Alvarado, quien dirigió su primera Fiesta Grande, también destacó la masiva concurrencia, con la cual quedó asombrado, “uno se da cuenta que hay mucha gente, sobre todo este domingo y en la vigilia del sábado. Este es el primer año que celebró la Fiesta Grande de Sotaquí, yo estaba acostumbrado a fiestas más pequeñas. El balance general es muy bueno”, sostuvo.

Quien también valoró la masividad fue el presidente de la Cofradía del Niño Dios de Sotaquí, Francico Macuada, “hasta el momento Carabineros no nos ha dado el estimado de la cuántas personas han llegado hasta fiesta del Niño Jesús, pero normalmente es una masa movible que va variando, con cerca de 70 mil personas. En esta oportunidad yo creo que hubo un poquito más, se nota que este año estuvo casi todo el día lleno”, declaró.

 

CUOTA NEGATIVA DE LA FIESTA

 

En estas festividades religiosas se suele habilitar un espacio para el comercio, y así lo planificaron las autoridades en los días previos a la Fiesta Grande del Niño Dios de Sotaquí. 

No obstante, las alarmas de los vecinos y la comunidad religiosa se encendieron a partir del pasado miércoles, cuando comenzaron a llegar comerciantes provenientes de otras partes del país, principalmente desde Santiago, quienes sin autorización se instalaron en lugares no habilitados para el comercio. 

Los pobladores incluso reclamaban amenazas por partes de estos vendedores ilegales, y temían que esta situación empañara la celebración religiosa, lo que finalmente sí ocurrió. 

“Fue una fiesta un poquito triste, porque eran los 150 años del Niño Dios, y lamentablemente por el comercio informal se ha visto empañada esta actividad. Este domingo realizamos la procesión, y vimos como los peregrinos debían caminar por en medio del comercio informal, y hay que recordar que dentro de la procesión y los bailes religiosos van muchos adultos mayores, niños, personas con muletas y sillas de ruedas, todos ellos nos pidieron que nos preocupemos del tema del comercio, porque dificultaron el buen caminar hacia el santuario”, señaló Francisco Macuada. 

En la misma línea, el párroco Juan Alvarado, señaló que “tuvimos algunos problemas al principio con los comerciantes, se consiguió hacer una procesión ordenada, aunque no en lo ideal. Con la municipalidad habíamos acordado que toda la avenida Bilbao iba a quedar libre, en este lugar no habría comercio de ningún tipo, pero después llegaron los de Santiago y querían colocarse ahí entre Prat y Brasil, nosotros les dijimos que no, porque en esa calle pasa la procesión y además era una salida de emergencia. Al final llegamos a un acuerdo de que usaran la calle por un solo lado, pero igualmente se instalaron en ambos lados, es decir, los acuerdos no los respetan, a pesar de que uno trata de hablar de una manera civilizada con ellos”.

“Además los vecinos reclamaban porque ponían música muy alta hasta tarde, había alcohol y droga, todo eso es complicado. Esto es algo que hay que evaluar bien, porque la fiesta salió bien, pero no es lo ideal”, agregó el sacerdote. 

Por su parte, el arzobispo René Rebolledo, instó a buscar una forma de que tanto la parte religiosa como la comercial puedan convivir, “sería bueno buscar un estilo de orden y disciplina que pueda facilitar una fiesta en donde podamos convivir todos, los que estamos expresando la fe, y aquellos que hoy día necesitan obtener una ganancia para sus familias, lo que es legítimo”, declaró. 

Para cerrar, Francisco Macuada hizo un doble llamado, “invitamos a la gente a que vengan durante todo el año, y también los invitamos a participar de la fiesta chica que se va realizar el primer domingo del mes de septiembre. Esta fiesta va creciendo, y nosotros como santuario y las autoridades debemos buscar cómo resguardar al peregrino, cómo resguardar al pueblo de Sotaquí y las personas que acá habitan, así como también hay que incentivar el comercio local, que es de la comuna y las comunas vecinas, para que el dinero se quede acá en la zona, y no se vaya a otros lugares del país, que son personas que lamentablemente vienen a hacer destrozos”, concluyó. 

 

 

 

 

 

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Diario El Ovallino