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El Ovallino
Durante el año 2018, diversos testimonios contra el religioso Damián Heredia se hicieron públicos en Pucón y también Ovalle, principalmente relacionados con menores de edad. El hecho dejó al descubierto una faceta oculta del carismático personaje.

Por Camila González Espínola / Ovalle

 

Corría el año 1986 cuando el sacerdote Damián Heredia llegó a la ciudad de Ovalle para desempeñarse como párroco de la Parroquia El Santísimo Redentor, cargo que ocuparía hasta su muerte en el año 1992. Lo que la ciudad desconocía eran las denuncias de abusos sexuales que arrastraba desde el sur del país, razón por la que la Iglesia Católica lo habría trasladado hasta la Perla del Limarí. 

 

Debido a su carisma, el religioso alcanzó rápidamente la aceptación de la comunidad ovallina, tal fue el respaldo hacia su figura que una escuela rural, una plaza, una población y una calle de la ciudad fueron bautizadas con su nombre. En el año 2018, dichos homenajes fueron ampliamente repudiados, pues luego de más de dos décadas de silencio, víctimas de abusos sexuales en Pucón daban a conocer su testimonio en público, acabando con un secreto a voces, y que rápidamente sumó testimonios de otros puntos del país, incluyendo Ovalle. 

 

Lo que hoy llama la atención, es que a más de 5 años de conocidos los casos, las obras comunales permanecen con su nombre, perpetuando un cuestionable legado, marcado por abusos sexuales contra menores de edad. 

 

Diario El Ovallino intentó conversar con autoridades locales para conocer la opinión y el proceso con que se podrían rebautizar dichas obras.

 

Fanny Vega, concejala de Ovalle, señaló que “hace cinco años aproximadamente salieron a la luz los presuntos abusos sexuales cometidos por el Padre Damian Heredia en Pucón, como así también en nuestra comuna, testimonios desgarradores de J.C.M y E.P., dos individuos que afirmaron haber sido víctimas de abuso sexual en un momento en que eran extremadamente vulnerables económicamente y menores de edad. Estos traumáticos episodios han dejado una marca indeleble en sus vidas”. 

 

Respecto al nombre del religioso y su protagonismo en diversas obras de la ciudad, Fanny llama a concretar los cambios, apuntando a que “resulta inaceptable que en Ovalle existan una calle, una plazoleta y una escuela que lleven el nombre de Damian Heredia. Esto no puede ser ignorado ni pasado por alto. Como concejala, condeno enérgicamente cualquier acto de vulneración de derechos hacia niños, niñas y adolescentes. Mi compromiso es creer y apoyar a las víctimas, brindándoles el apoyo necesario para sanar y reconstruir sus vidas. Es fundamental tomar medidas concretas para rectificar esta situación”.

 

Según lo explicado desde la Dirección de Obras de la Municipalidad de Ovalle, la solicitud para cambiar los nombres debe ser presentada por el Consejo de la Sociedad Civil, ya sea por una persona individual o una entidad colectiva como la Junta de Vecinos. Una vez ingresada la solicitud, deberá ser debatida y aprobada en el Concejo Municipal.

En el caso de la población y calle, la solicitud necesitaría el apoyo mayoritario de quienes viven en esos sectores, debido a que el cambio traería consigo también la actualización de domicilio en documentos oficiales, por parte de cada habitante.  

“Es urgente que, al proponer y aprobar nombres para calles y espacios públicos, se realice una investigación exhaustiva y se promueva la inclusión de figuras femeninas en la región de Coquimbo. Actualmente, solo 1 de cada 6 calles reconoce a una mujer, lo cual es una clara muestra de desigualdad y falta de representatividad”, agrega la concejala Fanny Vega.  

Diario El Ovallino se contactó con el equipo de comunicaciones de la Municipalidad de Ovalle, sin embargo, hasta el cierre de esta edición no se recibieron declaraciones oficiales. 

 

IMPRESIONES DE LA COMUNIDAD

 

Para los habitantes de la población Damián Heredia y la calle del mismo nombre, el hecho no ha pasado desapercibido, y concuerdan en que “es extraño vivir en un lugar que lleva el nombre de una persona acusada de estos delitos y que hoy no puede ser juzgada porque está muerta, al igual que ha pasado en otros tantos casos similares”. 

“He vivido toda mi vida acá y muchas personas también desconocen quién fue este señor. Creo que en ese aspecto los nombres de nuestros barrios deberían ser elegidos con más cuidado, porque finalmente es un homenaje que perdura en el tiempo”, comenta Dafne, vecina de la población Damián Heredia. 

 

 

 

 

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