Desde el viernes 17 al domingo 19 de febrero se llevó a cabo el encuentro “Aticks Kakano” en la comuna de Combarbalá, con la participación de diaguitas de las regiones de Atacama, Coquimbo y Valparaíso, ya sea a través de comunidades, asociaciones o personas de forma autónoma.
Durante las tres jornadas se llevaron a cabo diversas actividades, como un taller de trenzado y otros de tallado en piedra combarbalita, talleres de plantas y semillas endémicas, así como también recorridos en el Observatorio Cruz del Sur, o lugares ceremoniales como el Rincón Las Chilcas y el sitio arqueológico Los Buyines.
De esta manera, el pueblo Diaguita busca mantener vivas sus costumbres, demostrando que no son una cultura extinta como muchos creen.
“Aparte de juntarnos queríamos compartir nuestro oficios con nuestros nayos (hermanos en kakan). Nuestra ancestralidad se mantiene a través de nuestros oficios, por ejemplo, la artesanía de la piedra combarbalita es un oficio ancestral de nuestro pueblo”, indicó la presidenta de la comunidad Gasto Vanato Diaguita de Combarbalá, Katherine Galleguillos.
“Para nosotros es importante visibilizarnos, porque mucha gente piensa que nosotros los diaguitas nos extinguimos, y que todo nuestro pueblo está en los museos, pero no es así, nuestras prácticas ancestrales están vivas, y son parte de la cotidianeidad de muchas personas, principalmente en el mundo rural”, complementó.
En la misma línea, el presidente de la Asociación Indígena de Educadores Diaguitas de la Provincia del Limarí Lasta Anku, Alexis Escobar, señaló que “la importancia de estos encuentros es básicamente visibilizar lo que existe en los diversos territorios, ya hemos realizado otros encuentros en otras partes, desde Copiapó al Aconcagua. Ahora tocó realizar el encuentro en Combarbalá y es bien significativo, porque es un territorio en donde abunda la arqueología, pero también abunda lo que está vivo, que son oficios reconocidos por diferentes normativas”.
PROBLEMÁTICAS
El encuentro en tierras combarbalinas no solo sirvió para compartir actividades ancestrales, sino también para dialogar sobre las principales problemáticas que afectan a este pueblo indígena.
En este sentido, la principal dificultad que han tenido los diaguitas de la zona es la burocracia para poder acreditarse como tales.
“Una de las preocupaciones es el reconocimiento del Estado en cuanto al cumplimiento de estándares internacionales. El Estado no debiese ser quien define o decide quién es indígena y quién no, debiesen ser las mismas comunidades indígenas. Nosotros queremos reivindicar el derecho a libertad de asociación, que es un derecho humano. Es alarmante que más del 90% de las comunidades diaguitas a nivel nacional tiene observaciones de la CONADI”, explicó Alexis Escobar, quien además es presidente de la comunidad diaguita Kaikama Tatul Guayaquil de Monte Patria.
En este contexto existe expectación por la posible instalación de una oficina de la CONADI en la Región de Coquimbo, lo que agilizaría la tramitación y acreditación. Esta medida sería un compromiso por parte del director nacional de la CONADI en una de sus pasadas vistas al Limarí.
Otra de las preocupaciones es en cierto modo transversal en la zona: el agua. En esta materia, según cuenta Galleguillos “nuestra forma de desarrollo es a través del agua, como todos los pueblos. Para nosotros es importante la agricultura familiar, y eso no se puede desarrollar cuando no hay agua”.
El encuentro en Combarbalá contó con la participación de aproximadamente 80 diaguitas de diferentes partes de Chile, y se espera que puedan desarrollarse otras actividades similares en otras comunas del norte chico del país.
