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Lautaro Carmona
Eso sí, la falta de precipitaciones no solo impactará en el rendimiento que tengan las diferentes faenas, sino que también causará una importante cesantía. Como si esto no fuese suficiente, la dificultad para acceder a créditos bancarios y la inflexibilidad para pagar deudas, están afectando a los productores que han logrado sortear la escasez hídrica.

Por Ricardo Gálvez / Provincia del Limarí 

 

Más allá de que se pronosticaba un invierno lluvioso como consecuencia de la llegada del fenómeno de El Niño, lo cierto es que, al menos en la conurbación, precipitó durante un día. Siendo generosos. 

Sin ir más lejos, uno, sino su más importante respaldo hídrico, el Embalse Puclaro, se encuentra a solo un 13% de su capacidad. Realidad que se extiende e incluso más dramáticamente, a la Provincia del Limarí. Zona en la que sus tranques no superan el 10 por ciento de volumen. 

De este modo, no solo su población se ha visto afectada por la sequía, sino que también uno de sus principales sectores productivos: la agricultura. 

“Sé de la enorme dificultad que están atravesando los campos de nuestra comuna. Conozco el complejo momento en que se encuentran los pequeños productores con deudas de INDAP (Instituto de Desarrollo Agropecuario), que se les están cobrando…lo mismo pasa con los medianos, además de grandes”, afirmó el alcalde de Monte Patria, Cristian Herrera. 

Así, agregó que, por ejemplo, algunas empresas frutícolas terminan por abandonar sus terrenos, vendiéndolos o entregándoselos al banco debido a la falta de agua. 

“Por eso, decirle al Estado que necesitamos urgentemente que se liciten e inicien la construcción de obras tan importantes para evitar la cesantía como el CESFAM de (Centro de Salud Familiar) El Palqui, pues va a absorber gran mano de obra”, señaló el edil.Ahora bien, una encuesta realizada por el Departamento de Fomento de la Municipalidad de Monte Patria, dio cuenta de que algunas empresas agrícolas disminuyeron su producción desde un 30 hasta un 50%.

 

En tanto, el alcalde de Punitaqui, Carlos Araya, complementó que la carencia de lluvias tuvo un gran impacto en su comuna y es así como la actividad productiva descendió considerablemente. 

“Los vecinos ya no cuentan con ingresos para sustentar su hogar. Como gobierno local nos encontramos en la búsqueda de estrategias para apoyarlos. Asimismo, necesitamos de mayor apoyo tecnológico para los comités de agua potable rural. Es muy difícil la situación en la que estamos”, manifestó. 

Mientras que la presidenta de la Sociedad Agrícola del Norte (SAN), María Inés Figari, dijo que el escenario en el Limarí es complejo y que pasó todas las barreras de alertas.

“Hoy observamos con tristeza los huertos secos en gran parte de la provincia, el decidir si se continúa o no en el campo o qué producir con la pequeña cantidad de agua que se entrega. Aquí el problema no es sólo de los pequeños agricultores, que además enfrentaron heladas, los medianos están quebrando porque existe otra situación: la falta de créditos bancarios y las deudas que no tienen flexibilidad”, sostuvo. 

Consultado el seremi de Agricultura, Christian Álvarez, añadió que desde el gobierno central le encargaron levantar diferentes iniciativas para ir en auxilio de los agricultores afectados por la sequía. 

“En Monte Patria vamos a implementar medidas para mitigar el efecto de la escasez de precipitaciones. Para esta temporada, se esperan problemas que no solo tendrán relación con lo productivo, sino que también con lo laboral”, concluyó. 

EL CAMBIO CLIMÁTICO Y SUS EFECTOS 

De acuerdo a la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA), el efecto del cambio climático en la agricultura está relacionado con variaciones en los climas locales más que con patrones mundiales. 

Es así como el aumento en la temperatura promedio de la superficie de la tierra, ha traído como resultado que las distintas áreas geográficas se vean perjudicadas de manera diferente.

Por otro lado, la ODEPA asegura que la economía agrícola creció en estos últimos años y ahora, provee cantidades significativas de alimento a nivel mundial en los mayores países importadores, así como grandes ingresos para los exportadores. 

Un estudio publicado en la revista Science sugiere que, debido al cambio climático, Sudáfrica podría perder para el año 2030 más del 30 por ciento de su cosecha principal, el maíz. En el sur de Asia, las pérdidas de alimentos básicos regionales como el arroz y el maíz podrían alcanzar un 10%”, agrega. 

De esta forma, en el largo plazo, el cambio climático podría afectar a la agricultura en su productividad en términos de cantidad y calidad de los cultivos; en sus prácticas a través de los cambios del uso del agua además de aportes como herbicidas, insecticidas y fertilizantes; en sus efectos en el medio ambiente, particularmente en la relación de la frecuencia con el sistema de drenaje de suelos, erosión, reducción de la diversidad de cultivos y por último, en la adaptación ya que los organismos podrían pasar a ser más o menos competitivos, así como también los humanos podrían tener la necesidad de desarrollar más organismos competitivos como variedades de arroz resistentes a la sal o a las inundaciones.

 

 

 

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