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El Ovallino
El embalse Recoleta es el que alcanza el mayor porcentaje de agua acumulada, con un 13,2% de su capacidad, pero el panorama en Cogotí y La Paloma es aún peor, con un 8,5 y 7,8% respectivamente. En este contexto, las esperanzas están puestas en las eventuales precipitaciones de agosto, aunque aún no se han podido precisar estas.

La sequía es un hecho, y así queda evidenciado en la poca agua acumulada en los embalses de la Provincia del Limarí, teniendo cifras que son aún más bajas que el año pasado.

“Actualmente en la provincia hay cerca de 85 millones de metros cúbicos almacenados, tenemos cerca de un 6% menos de agua que la misma fecha en la temporada anterior, y en lo general los embalses están entre un 7 y un 14% en su capacidad de almacenamiento, con eso tendríamos en la provincia entre un 8 o 9% de promedio,” señaló José Luis Ortiz, ingeniero agrónomo y profesional del laboratorio PROMMRA de la Universidad de La Serena.

Desde este laboratorio se especificó que el embalse Recoleta es el que alcanza el mayor porcentaje de agua acumulada con un 13,2% de su capacidad, mientras el panorama en Cogotí y La Paloma es aún peor, con un 8,5 y 7,8% respectivamente.

 

FENÓMENO DE EL NIÑO

 

Desde principio de año que los expertos han manifestado que este podría ser un año lluvioso, esto a causa del fenómeno de El Niño. No obstante, según indican desde PROMMRA esto aún no se ha visto reflejado en la zona.

“Las precipitaciones registradas hasta la fecha en la provincia del Limarí, dan indicios que el fenómeno de El Niño aún no se manifiesta en la zona, con montos totales inferiores a un año normal. Por ejemplo, en la estación DGA de Ovalle, a la fecha deberían haber caído 71,9 mm; lo que refrenda un déficit de un 75% respecto a lo registrado (17,6 mm)”, comenzó declarando otro de los ingenieros y profesionales del laboratorio, Sebastián Norambuena Hernández.

“Por otra parte, en la zona interior de la provincia, específicamente en Cogotí 18, existe un déficit de un 80% respecto a un año normal (11,6 mm). Las estaciones monitoreadas por CeazaMet, muestran un panorama similar. Sin embargo se evidencia que en la zona costera, se han registrado las mayores precipitaciones, por ejemplo Peñablanca, con 66,1 mm caídos hasta la fecha. No obstante, son inferiores a un año normal, teniendo en consideración que el fenómeno de El Niño está presente en las costas del Pacífico”, complementó.

 

ESPERANZAS

 

Hoy inicia agosto y las expectativas son altas, ya que para este mes se espera que el fenómeno de El Niño se traduzca en precipitaciones para toda la región, al menos según los pronósticos que han realizado anteriormente distintos meteorólogos.

Esta situación tiene expectante a los regantes de la provincia, quienes manifiestan que las únicas lluvias caídas este año no han sido suficientes.

“Tenemos esperanza en lo que han dicho los meteorólogos, especialmente en la dirección meteorológica de Chile, que han anunciado que podrían haber lluvias tardías (…) los expertos dicen que el fenómeno de El Niño se mantiene y las posibilidades de lluvia están presentes”, declaró el presidente de la Junta de Vigilancia del Río Limarí y el Río Grande.

No obstante, el dirigente comenta que las lluvias tardías no son un escenario ideal, aunque sin lugar a dudas es mejor a no recibir nada de agua, “en la situación que estamos bienvenidas sean. Las lluvias tardías en plena primavera pueden pillar a los frutales en flor, y por eso se puede perder fruto, entonces puede afectar, pero en la situación en que estamos una lluvia es mejor que nada, así que queremos que siga lloviendo, porque estamos muy complicados”, indicó.

Por otro lado, se comenta también la necesidad de que las eventuales precipitaciones puedan incluir caída de nieve para la cordillera, “en las lluvias pasadas cayó nieve, pero no lo suficiente para acumularla, porque fue nieve de baja densidad, y por lo tanto rápidamente se corrió con las lluvias, entonces necesitamos que caiga más”, sostuvo.

 

CUIDADO DEL AGUA

 

Para finalizar, José Eugenio González comenta que se están tomando medidas con los regantes del embalse La Paloma, para cuidar el escaso recurso hídrico.

“Estamos trabajando con un 10% de lo normal, es decir, estamos trabajando pensando en el peor escenario. Eso ha llevado a que se reduzcan superficies y deben haber pocas nuevas plantaciones, porque las condiciones se pueden mantener durante todo el año, de eso no hay ninguna certeza. Los pronósticos nos permiten proyectar alguna lluvia, pero estamos claros que debemos ser prudentes, porque no podemos gastarnos el agua que todavía no tenemos”, explicó.

“La sequía ha sido una constante en la provincia y por eso los regantes y agricultores de la zona entienden la situación, entonces todos aceptan que hay que restringirse”, agregó para concluir.

 

 

 

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