De cara a un nuevo proceso electoral hay nombres de colaboradores y facilitadores que se repiten en los centros de votación. Uno de ellos es el de Luis Silva, Delegado Electoral de Servel en el Liceo Estela Ávila Molina de Perry, y uno de los más antiguos con el mismo cargo en la región.
Antes de ser delegado electoral por primera vez en 2008, fue cuatro años asesor del Servel, trabajando de la mano de Patricio Cantín, un referente en cuanto al ejercicio electoral en Ovalle.
Cuando fue designado Delegado y solicitó “traslado” hacia el Liceo Estela Ávila, ya que desde el Politécnico, donde laboraba antes se le dificultaba llegar a tiempo a los preparativos, por motivos laborales.
“Solicité quedarme en el Estela Ávila y la Junta Electoral me autorizó y desde ese momento soy el delegado acá”.
Ya han pasado 13 años y tres elecciones presidenciales desde su primera labor al frente de un proceso electoral.
“Nosotros debemos estar pendientes del material y de la logística desde el día viernes antes de las elecciones, luego en todo el proceso electoral y finalmente el lunes para la entrega de todo el material relacionado con los comicios”, explicó.
Cosas que cambian
Entre los cambios que le ha tocado presenciar en primera persona, se refiere las mesas segregadas.
“Los vocales ahora van cambiando, antes teníamos mesas para varones y otras para mujeres, luego modificaron la ley para unificarlas. Estadísticamente sabíamos que en Chile las mujeres eran quienes escogían a los presidentes, ahora no hay manera de poder discernir quienes son los que sacan a un presidente”.
En su haber tiene experiencias positivas y otras difíciles de asumir, en todos los años y procesos electorales que le ha tocado dirigir en el recinto educativo.
“Lo más difícil que me ha tocado enfrentar como delegado electoral fue un insulto muy grave de un señor del Partido Comunista, se molestó por un tema de unas carpetas, y yo le decía que nosotros estábamos aplicando la ley. Por suerte las personas que lo acompañaban lograron tranquilizarlo y decían que yo tenía razón, pero fue una situación bastante fuerte y difícil”, recordó.
Destacó que su trabajo siempre ha sido abierto, estableciendo las reuniones de coordinación, con los apoderados de los partidos, sin mayores inconvenientes, porque tiene la mejor disponibilidad.
Gratificante
En contraste, uno de los eventos más curiosos que le ha tocado presenciar en sus labores electorales, sería en el año 2008 o 2012, en una elección presidencial.
“Estuvimos haciendo visita a los salones y un soldado me dice ‘Don Luis, mire la señora que va adelante, mírele la bolsa’ y fue cuando me di cuenta que llevaba una sonda urinaria y en esa condición vino a votar la señora. Tenía una sonda Foley y venía con su manguerita y eso no le impidió venir a votar. Lo hizo dignamente, la venían acompañando, pero ella vino caminando para ejercer su derecho. Fue una experiencia gratificante, muy gratificante”, rememoró Silva.
