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La docente ovallina María Galleguillos fue por cerca de 40 años socia del gremio, sin embargo, en sus últimos años se atrasó en el pago de las cuotas, lo que provocó que el cuerpo colegiado no entregara sus condolencias en el día de su fallecimiento.

Por más de 40 años impartió clases en la Provincia del Limarí la profesora María Galleguillos Segovia, quien además participó activamente en el Colegio de Profesores de Ovalle desde 1977, año en que se adhirió al gremio.

El pasado 21 de octubre, y tras cinco años de enfermedad, la docente ovallina falleció producto de una falla sistémica a los 77 años de edad.

Sus hijos hicieron los preparativos para la despedida de su madre, pero pese al dolor hubo un pequeño detalle que les llamó la atención, “durante el funeral y el velorio a nosotros nos extrañó que el Colegio de Profesores, algún dirigente o alguien no se acercara a la familia para dar las condolencias”, comenta Yuri Rojo, hijo de María Galleguillos.

Pasados unos días del entierro la familia se acercó a la sede del Colegio de Profesores de Ovalle para preguntar por esta aparente indiferencia ante la muerte de quien había sido su socia por décadas.

Fue ahí cuando se enteraron que la madre había perdido el beneficio de un nicho por atrasarse en el pago de sus cuotas. Pero esto no fue lo que más indignó a los familiares afectados, sino más bien la frialdad del trato.

“Nos dijeron fríamente que mi mamá estaba atrasada en su cuota, y como la cuota no estaba al día no tenía derecho a la cuota mortuoria, un nicho, y prácticamente a condolencias, porque entre comillas había perdido todos sus derechos. Nosotros podemos entender que haya perdido el derecho a un nicho y todas esas cosas, pero lo que nos parece inconcebible es que no hayan entregado una condolencia, por lo menos decir en nombre del Colegio de Profesores que lamentan la situación”, indica Yuri.

“Esto me provocó mucho rechazo hacia el colegio, porque supuestamente luchan por la dignidad de los profesores y por la dignificación de la profesión, pero en esta situación hay cero empatía con los profesores jubilados y con los profesores que por casi 40 años aportaron con su cuota. Este es un tema más humanitario que económico, a nosotros nos provocó mucha tristeza, somos una familia con muchos profesores, y esta situación fue inhumana, si mi mamá se hubiese enterado de esta situación también le hubiera provocado un dolor a ella”, agrega.

La última duda de la familia que no logró ser clarificada tiene relación con el destino de ese dinero juntado, “a través de sus cuotas mi mamá juntó más de 3 millones de pesos, yo pregunté a dónde se iban esos recursos, pero tampoco nadie me supo contestar”, declara Yuri Rojo.

 

Incesante búsqueda de respuestas

 

En medio de esta difícil situación Yuri Rojo logró contactarse con la presidenta del Colegio de Profesores de Ovalle y con la secretaria del gremio a nivel nacional, pero en ambas los resultados no fueron los esperados.

“Les reclamé el trato indigno y su lógica mercantilista. Salvo las evasivas ante la pregunta a dónde van los dineros de los profesores jubilados que pierden sus beneficios, no logré lo básico de nuestro reclamo, que al menos nos enviaran las condolencias a nuestra familia al cumplirse un mes de la partida de mi madre. De la secretaria ante mis reclamos recibí un sucinto WhatsApp: “la verdad estimado entiendo su dolor, pero no puedo responder por todos los dirigentes”. ¿Estos son la clase de dirigentes que supuestamente luchan por los derechos de los profesores?”, apuntó el hijo afectado.

“Esperé casi 45 días para que entraran en razón y por ultimo mandaran una carta de condolencias, pero les dio lo mismo que yo reclamara, nunca tuve una reacción en lo humanitario, que es lo que a mí me provoca mayor escozor, sobre todo de un gremio que dice trabajar por la dignidad de los profesores “, agregó.

 

Llamado a la población

 

Con esta experiencia la familia de María Galleguillos hace un llamado a quienes tengan familiares que sean profesores colegiados, para que no vivan la misma situación que ellos tuvieron que soportar.

“A mi mamá muchas veces la veían en el centro cuando salía a hacer sus trámites con mi hermano o con la cuidadora y nadie se acercó a preguntar por su salud, mi madre dejó de pagar sus cuotas por su enfermedad, lo que después se vio agravado por el covid y el aislamiento, si nosotros hubiésemos sabido le hubiésemos pagado las cuotas a mi mamá. Por eso mi llamado es para que los hijos de los profesores jubilados vayan y consulten en el colegio para que no pierdan sus derechos”, manifestó Yuri Rojo.

“Me duele saber que mi mamá fue casi 40 años socia de un gremio y que el día de su muerte o incluso cumplido un mes no haya recibido una condolencia, algunos me han dicho que me quede con el amor de mi familia, y eso está perfecto, pero nos duele que un gremio sea indigno con los profesores jubilados”, concluyó.

Diario El Ovallino intentó contactar al Colegio de Periodistas de Ovalle para tener sus declaraciones del caso, pero hasta el cierre de esta edición no fue posible encontrar esa respuesta.

 

 

 

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