Con los retos de aportar en la reflexión sobre los desafíos y alcances de la ética, o la falta de ella, en las instituciones chilenas, y en el marco del aniversario 107 del capítulo ovallino de la institución el Gran Maestro de la Logia Masónica Nacional, Sebastián Jans Pérez, visitó Ovalle y entre otras actividades, tuvo un contacto con la prensa.
Aunque el motivo principal de recalar en Ovalle era participar en la ceremonia de aniversario de logia Acción Fraternal #42 de la capital Limarina, la agenda estuvo cargada de reuniones con los miembros de la organización y con autoridades de distintos niveles.
“Estamos recorriendo el país, visitando a todas las logias, no solamente en su aniversario, pero para mí por lo menos esta visita a Ovalle tiene algo especial, ya que hemos construido una gran hermandad a través de los años con los integrantes de esta logia, que es una de las más antiguas del país. Es un momento que permite tomar contacto con las autoridades de la comuna y de la provincia, donde hemos tenido una interesante conversación durante la visita”.
Explicó que dada la relevancia de su cargo, su viaja por el país le ha permitido ir conociendo las realidades locales de las logias, profundizando en los desafíos que tienen que abordar como institución en los planos nacional, regional y local.
“Este martes realizaron una actividad estrictamente masónica, pero desde luego hay actividades previstas con contactos y con la participación de la comunidad. Esta logia ha estado incluida en las actividades que se realizaron el fin de semana (Día Nacional del Patrimonio) que ha sido muy relevante porque desde Arica a Punta Arenas se han registrado una gran cantidad de visitas a nuestras casas masónicas”, indicó.
Consultado por los retos éticos de la masonería en el contexto actual de Chile, Jans refiere que ciertamente la masonería se rige por posturas éticas que contribuyen a la formación de sus miembros en torno a valores, a la construcción de éticas específicas que tienen que manifestarse para el desarrollo de la sociedad. “Nosotros somos una organización fraternal, y como tal hacemos una proyección hacia la sociedad en el sentido de que la sociedad tenga más elementos de unión sobre todo en el sentido de entender el civismo, el sentido republicano dentro del desarrollo conceptual que tiene que darse en un marco de convivencia”.
La crisis institucional
Estimó que la crisis de valores de las instituciones sociales que tiene que ver por un lado por lo que las instituciones han producido como el elemento negativo a su propio desarrollo, pero también con la percepción que tiene que ver con la ciudadanía que tiende a no considerar a las instituciones como algo que importe a su cotidianidad.
“Esto es un tema que nos preocupa, porque pensamos que las instituciones son algo necesario y prioritario para organizar un país y la sociedad y construir referencias a través de las cuales la comunidad vaya desarrollándose en un plano cultural, político, en la satisfacción de necesidades que son fundamentales, para la convivencia en sociedad. No solamente estamos viviendo una crisis propia de las instituciones que han presentado problemas, sino que tiene que ver con la percepción y la conducta de las personas que tienen que obviar estas instancias producto de distintos procesos de cambios culturales, que tienen que ver con aspectos como las redes sociales, o el manejo de la información entre otros”, comentó.
El desorden tras la percepción
Explicó que hay preocupación porque a veces hay una mirada en torno a la transparencia que no necesariamente tiene una lectura adecuada de los problemas que está presentando la sociedad. “Hay mucha ‘posverdad’, mucha reacción negativa no reflexionada frente a determinados procesos, y eso va reduciéndose a que la crisis propia de las instituciones, más la percepción frente a las instituciones, nos puede llevar a situaciones complejas desde el punto de vista del ordenamiento social. Hemos visto precisamente que aquellos países que tienen una crisis muy fuerte de sus instituciones o no tienen una institucionalidad fuerte, es fácil que haya corrupción, crecimiento acelerado del narcotráfico, pérdida creciente de la autoridad, y de las percepciones concretas de la autoridad que tienen que tener las personas para poder tener un ordenamiento social adecuado”.
Puntualizó que en ese marco de reflexión que hay que hacer, la Logia Masónica en todos sus niveles promueven una discusión sobre los problemas que pueda presentar una institución, pero reconociendo los esfuerzos que pueda hacer para superarlos.
Apertura a la sociedad
El histórico ostracismo voluntario de la Logia Masónica ha tenido que cambiar con el modernismo de los tiempos. Reconociendo que a veces es hasta “sospechoso” que una institución sea tan cerrada, la masonería ha tenido que abrirse poco a poco a la sociedad.
Lejos de publicitar sus esfuerzos y logros, tradicionalmente la organización supo mantener un bajo perfil de sus integrantes y líderes, sus actividades internas, sus acciones de filantropía y sus ceremonias. Pero la sociedad ha cambiado y la masonería se ha tenido que adaptar.
Explican sus dirigentes que son más abiertos en sus actividades y recepción de personas interesadas en integrar su organización.
“Los tiempos modernos exigen mayor transparencia. Ahora para postular un ingreso a la masonería se puede llenar una planilla de postulación desde la página web www.granlogia.cl e iniciar el proceso de revisión de antecedentes para su futura selección”, explicó Sebastián Jans.
