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El Ovallino
Si bien los alcaldes de la provincia coinciden en la importancia de las ayudas del Estado, como la entrega de recursos a usuarios INDAP y no INDAP, la llegada de camiones aljibes o los fondos de emergencia; urgen por contar con más recursos y, sobre todo, recibir los recursos comprometidos desde el nivel central

Por Rebeca Luengo / Provincia del Limarí

 

Según un estudio presentado este jueves por CEAZA, la región de Coquimbo presenta un porcentaje de agua embalsada que llega solo al 13% de la capacidad total, lo que sumado a un déficit de precipitaciones que en 2021 alcanzó un 83%, configura un complejo panorama en materia hídrica para la zona.

Una de las cifras más dramáticas es el 9% de agua embalsada que se registra en Limarí, muestra clara de una realidad cada vez más dura y crítica para la provincia.

Es por esta razón que los alcaldes de las comunas limarinas han manifestado su preocupación, no solo por el crudo escenario hídrico, sino que, por la necesidad de contar con más ayudas, sobre todo en materia de entrega de agua a los vecinos, fondos de emergencia que permitan fortalecer dichos procesos, además de buscar nuevas fuentes del vital elemento, que permitan dar un respiro a los agricultores, los crianceros y la comunidad en general.

 

UN DRAMÁTICO ESCENARIO

 

“La crisis hídrica en la comuna de Punitaqui ha tocado fondo. Las cuencas están agotadas, y como municipio estamos permanentemente tratando de llegar con la ayuda hasta los más recónditos lugares de nuestra comuna, para que los vecinos puedan tener acceso”, relata el alcalde de Punitaqui, Carlos Araya.

Según el edil, al igual que en muchos otros lugares de la región, los vecinos deben optar entre utilizar el agua para beber, cocinar o para el aseo personal, y si bien la autoridad destaca la llegada de camiones aljibes gestionados desde el GORE, que permiten entregar suministro a numerosos hogares, dicha ayuda no es suficiente, por lo que el municipio también debe hacerse presente con su propio camión aljibe o rentando camiones para efectuar la entrega.

“Para un municipio pequeño, gastar 50 o 60 millones de pesos en el año es complejo. Es por ello, que esperamos que la ayuda del Estado pueda llegar prontamente a nuestra comuna como, por ejemplo, el 5% de Emergencia, que será sumamente relevante, para que la gente pueda tener el vital elemento con arreglo de caminos u otras acciones”, manifiesta Araya.

 

LA URGENCIA DE LAS AYUDAS

 

Para los ediles, contar con ayudas extraordinarias en materia de escasez hídrica será fundamental para dar continuidad a la entrega de agua potable a los sectores rurales, así como para aliviar la presión que recae sobre los municipios en esta temática. Sin embargo, en algunos casos, el panorama no se ve tan auspicioso.

Pedro Castillo, alcalde de Combarbalá, manifiesta que “fue muy decepcionante constatar en la sesión extraordinaria del CORE el martes pasado que no hay una perspectiva clara respecto a la urgente necesidad de avanzar en diferentes iniciativas que nos permitan adaptarnos a esta situación de escasez hídrica. Ni una palabra para la construcción de embalses, ni una palabra para la construcción de obras en el secano, cortinas inter sectores o zanjas de infiltración”.

De acuerdo con Castillo, la propuesta por parte del gobierno ha sido débil y no hay claridad respecto de la información sobre la posible construcción de una planta desaladora. “Creemos que, debido a que a la fecha no recibimos los recursos de emergencia del 5% desde el nivel central, la actuación del gobierno es muy débil para poder enfrentar los estragos que está causando la sequía en nuestra comuna”.

 

ACELERAR LOS RECURSOS

 

“Estamos preocupados y ocupados de esta situación catastrófica que estamos viviendo en nuestra comuna”, manifiesta el alcalde de Monte Patria, Cristian Herrera, quien destaca los esfuerzos destinados a los vecinos más afectados por los incendios forestales que han consumido cientos de hectáreas de bosques en la comuna, dañando la fuente productiva de agricultores y apicultores, el último de ellos el 8 de abril, que afectó a 31 usuarios de INDAP.

“Es un apoyo real y concreto que permitirá reponer lo que fue dañado por el incendio. Como municipio estamos felices, contentos y agradecidos con las autoridades y el funcionamiento raudo que ha tenido el Estado en este caso”, destaca Herrera.

Sin embargo, el trabajo no termina ahí, pues paralelamente a la llegada de estas ayudas, en la comuna se exploran alternativas de proyectos de reutilización de aguas grises, se trabaja a través de la oficina del agua, creada en la actual administración, que se coordina de manera permanente con la comunidad, además de un trabajo intersectorial.

“En términos productivos, trabajamos de la mano con el ministerio de Agricultura, estuvimos en reunión con el ministro Esteban Valenzuela, quien visitó la comuna, al igual que el presidente de la República, donde se hicieron compromisos en términos de recurso que van a llegar para los pequeños productores agropecuarios”, detalla Herrera.

En esa misma línea, el municipio montepatrino solicitó la continuidad del programa Zonas Rezagadas y espera tener una reunión con SUBDERE para que se les asegure los recursos para la continuidad de dos años más del programa.

 

 

 

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