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El Ovallino
De acuerdo con datos oficiales, los caudales de agua se mantienen en valores mínimos por cuarto año consecutivo. En la misma línea, el agua embalsada refleja un panorama alarmante, en Limarí existe un 4% de capacidad, Elqui un 11% y Choapa un 43%.

Por Camila Espinola González / Ovalle

 

La falta de agua sigue causando problemas en la región de Coquimbo, sobre todo en los valles interiores donde hoy la incertidumbre se acentúa, con niveles de caudales y embalses bajos.

Y es que luego de un año 2023 seco, con escasas lluvias y caída de nieve, la zona se mantiene en un escenario crítico, que podría empeorar, afectando incluso el consumo humano en zonas urbanas.

Ovalle es la comuna que hoy se encuentra con peligro de racionamiento del vital elemento. De acuerdo con lo indicado por Aguas del Valle, ya que el abastecimiento de agua potable para la ciudad y sus alrededores como Sotaquí y Huamalata, “dependen del agua que escurre del río, siempre y cuando haya agua disponible en el Embalse La Paloma”.

En búsqueda de alternativas para mantener la continuidad del suministro, la empresa sanitaria comenta que “estamos trabajando hace meses con diversos usuarios del agua y con autoridades, para aunar esfuerzos y asegurar el agua necesaria para el consumo humano”.

De acuerdo con lo explicado, en las próximas semanas, sería fundamental “cerrar un nuevo convenio con la Junta de Vigilancia del Río Limarí que considere la situación de esta cuenca, que debería conseguir hacer compatible las necesidades agrícolas de la presente temporada- por desgracia ya muy desmejorada- con reservar una cantidad mínima en el embalse para uso exclusivo del consumo humano, que haga posible asegurar el agua potable que requiere la población en los próximos meses”.

Al respecto, el presidente de la Junta de Vigilancia del Río Limarí, José González, detalla que la situación “es bastante crítica por el momento. Tenemos calculado con la Dirección General de Aguas un plan de entregas de aguas hasta julio, hasta ese mes están dispuestos los recursos para abastecer a Aguas del Valle. Desde ahí en adelante tendremos que ver el agua que traiga naturalmente el río, porque a esa fecha los niveles del Embalse Paloma van a estar más bajos, pero hay un nivel de fondo que nos va a permitir abastecer del recurso a Ovalle”.

Asimismo, enfatiza en que se siguen buscando otras medidas para “tratar, por lo menos, de satisfacer el consumo humano no solo de Aguas del Valle, sino que también de las APR que existen en el curso del río. Ya lo estamos haciendo y esperamos seguir, pero la situación es crítica, dependemos de si caen lluvias”, agrega José González.

El presidente de la Junta de Vigilancia también hizo hincapié en la realidad que hoy enfrentan los agricultores de la zona, en donde se han presentado perdidas importantes de plantaciones al igual que reducciones de superficies.

“El panorama no está claro porque los pronósticos no anuncian nada bueno, debemos buscar alternativas y con lo poco que hay hacer lo que más se pueda”.

Por su parte, el presidente de la comisión de aguas y recursos Hídricos del Core, Cristian Rondanelli, detalló que “en Limarí aún no se llega a un acuerdo y debe generarse un diálogo importante entre las organizaciones de regantes, Aguas del Valle y con los estamentos públicos, para ver cómo se va a asegurar aquello, porque hoy la situación de Ovalle es muy compleja”.

En materia de aguas subterráneas, y según diversos estudios, Rondanelli agregó que no habría el agua suficiente para pozos de respaldo, “por lo que es una situación bastante compleja, en la que va a tener que primar el bien común y ver las formas de garantizar el recurso para las familias, en torno a lo poco que queda en el embalse La Paloma”, señaló.

 

REALIDAD REGIONAL

 

Según datos entregados por el Boletín Climático del Centro de Estudios Avanzados en Zonas Áridas (CEAZA), en los últimos cinco años, las precipitaciones han estado por debajo de lo normal, lo que ha provocado que los caudales de agua se mantengan en valores mínimos por cuarto año consecutivo y en la temporada actual “presentan un 29% de los históricos en Elqui, 22% en Limarí y 42% en Choapa”.

En cuanto al agua embalsada, en Elqui es de un 11% de su capacidad, Limarí un 4% y Choapa un 43%”.

Abordando este escenario, Aguas del Valle también ha ampliado las reuniones con las Juntas de Vigilancia de la región para mantener una coordinación e implementar acciones de manera conjunta. “En el último año esta tarea se ha redoblado y hemos generado nuevos acuerdos con las Juntas de Vigilancia de Elqui, Choapa, Illapel, Huatulame y Combarbalá, para asegurar la disponibilidad del recurso hídrico y priorizar el consumo humano ante el crítico escenario de sequía que enfrentamos”, declaran.

Ricardo Cortés, presidente de la Junta del Río Choapa, se refirió al trabajo colaborativo que se ha levantado junto a la empresa sanitaria, indicando que “tenemos un convenio de colaboración con Aguas del Valle el cuál se firmó en enero, su objetivo principal es asegurar el abastecimiento y garantizar el consumo humano y saneamiento para las comunas de Salamanca e Illapel, esto bajo el decreto de escasez y los acuerdos de redistribución que estamos trabajando, de acuerdo con la instrucción del Código de Aguas en donde la priorización del recurso en este contexto de sequía es el consumo humano”.

Sobre las proyecciones para los próximos meses, el análisis del área meteorológica de CEAZA indica varios puntos relevantes sobre el sistema hídrico del territorio. En cuanto a las precipitaciones “no se espera que este trimestre sea lluvioso respecto a la época del año en ninguna parte de la región”, señala.

 

 

 

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