• Los recuerdos e historias que quedaron bajo los escombros
    Los recuerdos e historias que quedaron bajo los escombros
Carmen y Lino viven en la localidad de Chaguaral Bajo, en la comuna de Monte Patria. Su vivienda se vino al suelo producto del terremoto 8,4. La pareja espera poder levantarse lo antes posible, pero para ello deben demoler por completo este inmueble que data de los años ‘50
Por Sebastián Gallardo
 
Ver su casa en el suelo será una imagen que la señora Carmen y don Lino jamás podrán olvidar. Se trata de una vivienda de adobe construida en los años ’50 y que producto del terremoto 8,4 grados de Richter quedó inhabitable.
El inmueble se ubica en la única calle de Chaguaral Bajo, localidad situada en el valle Mostazal, al interior de Monte Patria. Como esta propiedad, en el pueblo hay varias que terminaron convertidas en escombros.
A casi dos semanas de aquel movimiento telúrico que aún está en el inconsciente de la región de Coquimbo, El Ovallino preparó este foto reportaje que da cuenta de una demolición de recuerdos y sueños, episodio que toma importancia para esta familia que sólo piensa en levantarse pronto.

La casa de la familia Alfaro Valderrama se debió demoler tras el terremoto registrado el pasado 16 de septiembre.

La familia

Carmen Alfaro Villanueva (71) y Lino Valderrama viven juntos hace más de 25 años. Ella lo conoció tras su separación y desde ahí “él ha sido mi apoyo y mi todo”, confiesa la dueña de casa.

Frente a ella se encuentra un grupo de voluntarios desarrollando labores de demolición de la casa de adobe que resultó afectada por el sismo. “Ahí se van muchos recuerdos, yo no nací acá, lo hice en Tulahuén, pero llegué a los 6 años a vivir acá, llegué con mi mamá, papá, y dos hermanos, ahí me padre hizo muchos esfuerzos para construir esta casa, es una casa grande y ellos en esos años (a inicios de la década de los ’50) no contaban con los medios como subsidios que hay ahora, sólo se hizo con esfuerzo y con los ahorros que habían guardado”.

En el lugar donde hoy existen plantaciones de diversos frutos, entre ellos el durazno (mayor producción) antes no existía nada. “Acá no había más que un terreno de pura tierra. De a poco se fue plantando. Después nacieron mis sobrinos, fueron tres hijos de mi hermana los que nacieron acá, más tres hijos de mi hermano, en total seis personas nacieron al interior de esa casa que se está demoliendo”, detalló la mujer de 71 años que se hizo cargo del hogar a inicios de los ’80 tras la muerte de sus padres Humberto e Inés.

Durante esos años la señora Carmen conoció a Lino. “Yo soy separada y lo conocí a él y desde ahí se transformó en mi apoyo, mi todo. Desde ahí se formó esta casita, cerca de 1985, poco a poco fuimos agrandando la casa”, remarcó.

Coincidencias o no, la cocina en la que pasaba el mayor tiempo del día desapareció el 16 de septiembre, faltando minutos para las 20.00 horas. En ese mismo instante Carmen y Lino se enteraban del terremoto en Antofagasta.

“El 14 de septiembre viajamos a Antofagasta, nos invitó una hija a pasar el dieciocho. El 16 vino el terremoto y fuimos sabiendo de a poco lo que había ocurrido acá, ya que no había mucha información y por la tele sólo nombraban a Tongoy y Coquimbo. Hasta que le pedí a mi sobrino de Ovalle que viniera a ver cómo estaba la casa. A penas la vio me llamó y me dijo que estaba en el suelo”, indicó Alfaro, agregando que “al llegar vi mi casa de adobe en el suelo, se me había ido, sentí lo mismo que cuando se va un familiar”.

Lino Valderrama y Carmen Alfaro Villanueva

¡A levantarse!

Las lágrimas de a poco se secaron y la familia nuevamente se reunió en Chaguaral. Hijos y nietos llegaron hasta la casa.

“Ahora sólo pensamos en levantarnos, de apoco, sabemos que será difícil, pero le pondremos empeño. Las manos aún están buenas para poder trabajar”, confesó don Lino, hombre que dedicó muchos años de su vida a la minería, y que en los últimos años se ha desempeñado como agricultor.

“Ahora estamos a la espera de poder levantar una mediagua, no sabemos cuándo la van a entregar, porque el día en que vinieron a encuestar yo no estaba acá, así que no me alcancé a inscribir, sin embargo, más tarde hablamos con las autoridades y nos prometieron una”, dijo Valderrama.

“Estamos pidiendo un subsidio, vivieron las autoridades y me dijeron que tendría una posibilidad de conseguir un segundo subsidio habitacional”, expresó Alfaro Villanueva.

La mano amiga 

Para que la familia Alfaro-Valderrama pueda levantar una mediagua primero deben demoler la vivienda de adobe, es por esta razón que durante este fin de semana un grupo de amigos bomberos de la zona partió hasta el interior de Monte Patria con la intención de ser un granito de arena.

Leonel Pizarro Viera conoció en terreno los estragos dejados por el terremoto por su labor en diario El Ovallino (realizó fotografías). Luego dialogó con Gabriel Barrera y Claudio Rojas, y acordaron ir en ayuda.

    

Los voluntarios debieron subirse hasta la parte superior del inmueble para comenzar a desmontar la estructura.

“Nos agrupamos tras una conversación con Gabriel y Claudio, analizamos la emergencia y la ayuda que se les entregaba a los damnificados, ahí nos percatamos que muchas de las manos se fueron a Tongoy y Coquimbo, dejando de lado la zona.

Dijimos que la ropa sucia se lava primero en casa, y nos dimos cuenta que muchas ovallinos y gente de Monte Patria y El Palqui se fueron a Illapel a ayudar, siendo que faltaba ayuda en la misma zona.

Nos pusimos de acuerdo y con un grupo de muchachos hicimos una cuota para el financiamiento del viaje, que correspondía a un campamento de tres días, la idea era llegar y no hacer incurrir en gastos a la familia”, detalla Pizarro.

La mano ayuda se concretó y en tres días se habilitaron canales de regadío que estaban cubiertos de rocas, se realizó la instalación de electricidad a mediaguas recién levantadas y se demolió la casa de Alfaro y Valderrama.

“La verdad es que fue mucho trabajo, pero valió la pena. Acompañamos a la familia y pusimos nuestro granito de arena”. Finalizó Pizarro.

Gabriel Barrera, Claudio Rojas, Javier Araya, David Cofré, Fernando Monroy, Cristofer Vera, Camila Castillo, Bryan Guerrero, Mauricio Rojas, Leonel Pizarro y Sebastián Gallardo fueron los protagonistas de esta cruzada.

El trabajo en equipo fue la clave del trabajo desarrollado por este grupo de ovallinos. 

Voluntarios que llegaron desde Monte Patria también contribuyeron en la remoción de escombros.

La fuerza fue parte fundamental en el trabajo. En varias ocasiones las barreras fueron las herramientas que ayudaron a desmoronar las paredes.

Al terminar la tarde, y luego de tres días en el sector, el grupo de voluntarios terminó el trabajo. Finalmente la casa de la señora Carmen y don Lino fue demolida.

Fotografías: Sebastián Gallardo

 

 

 

Contenido relacionado

- {{similar.created}}

No hay contenido relacionado

Cargando ...

 

 

 

Diario El Ovallino