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Desde la CONAF explican que en la región existen especies que tienen una buena adaptación al cambio climático, pero por otro lado, señalan que otras se están viendo afectadas por la escasez de precipitaciones y agua, como por ejemplo, los maitenes y chequenes. No obstante, destacan que la principal amenaza a la naturaleza sigue siendo la intervención humana.

La sequía es una latente preocupación en la Región de Coquimbo, y así lo han manifestado principalmente los agricultores, crianceros y habitantes de la ruralidad. 

No obstante, pocas veces se habla de que esta situación está amenazando al ecosistema. Es así como existen especies de flora nativa que se ven amenazadas ante la escasez de precipitaciones y agua. 

Así lo explica el director regional (s) de la CONAF, Mario Melendez, quien señala que algunas especies logran adaptarse a las condiciones adversas, pero otras están en peligro. 

“Generalmente, cuando se habla de sequía se le pone más atención a la agricultura y las cosas que el ser humano tiene más a la vista, pero efectivamente la vegetación natural viene en un proceso de muchos años soportando y adaptándose a la sequía y al cambio climático”, comenzó declarando. 

“La vegetación cactácea o de arbustos que crece en nuestra región y más hacia el norte, tienen mecanismos de adaptación a esto, entonces de alguna manera van evolucionando y el impacto sobre ellas no es tan potente. No así la vegetación que crece asociada a los cursos de agua más directo, que es la que uno puede ver en los cauces de los ríos y a orillas de los canales, esa vegetación, que también es nativa, tiene una condición de mayor dependencia de agua, y por lo tanto, si hay menos agua disponible, o el agua está siendo utilizada en los cultivos, evidentemente que el efecto sobre ellas será mucho mayor”, detalló. 

En esa línea, Melendez señala ejemplos especies potencialmente afectadas, “estas son las especies que uno llama hidrogenas, porque crecen necesitando el agua, como por ejemplo, los maitenes y chequenes, son arboles que dependen mucho del agua, y que por eso se desarrollan en las riveras de los ríos. Con la disminución en los caudales del río, estas especies se verán afectadas”, puntualizó. 

 

INTERVENCIÓN HUMANA 

 

No obstante, Mario Melendez es enfático en señalar que la principal amenaza para la subsistencia de las plantas nativas es la propia intervención humana, “hay otros elementos que son mucho más determinantes que la misma falta de agua, sequía o cambio climático que le llamamos nosotros. Hay factores que están afectando de una manera mucho más inmediata y mucho más fuerte a la vegetación, que es la sustitución de la vegetación para otro tipo de actividades, como la actividad agrícola o inmobiliaria, que son cosas que la sociedad prioriza en lugar de la vegetación natural. La intervención humana es mucho más determinante. Al año se pierden cientos de hectáreas por vegetación por nuestra conducta, esa es una afectación mucho mayor al cambio climático”, sostuvo el experto. 

Dentro de estas intervenciones humanas está la provocación de incendios forestales, sean estos intencionales o no, “el 99,7% de los casos son por responsabilidad del ser humano, puede ser casual o intencional, hay muchas negligencias en donde la gente sin intención de quemar, no se preocupa de tener un comportamiento consciente con este tema”, apuntó. 

 

MEDIDAS Y LLAMADO A LA POBLACIÓN

 

La CONAF ha impulsado medidas para proteger y recuperar flora nativa dentro de la región, “estamos haciendo recuperaciones y restauraciones de vegetación en algunos sectores, como por ejemplo, en el sector de Los Canelos en la Provincia del Limarí. Se hacen actividades de protección en conjunto con restauración hidrológica forestal, para ayudar que la vegetación se mantenga, porque el agua es un ciclo”, explicó Melendez. 

En ese sentido, el director (s) es enfático en que proteger la naturaleza es vital para la propia subsistencia humana, “la vegetación nativa cumple funciones, la gente muchas veces la puede ver y puede pensar que no tiene valor, pensando que un cultivo agrícola tiene mayor valor, pero la vegetación nativa cumple funciones, por ejemplo protege el suelo, regula el ciclo hidrológico del agua, es hábitat de la fauna, tiene una serie de funciones ecológicas que permite que los seres humanos permanezcamos en el planeta”, sostuvo. 

De esta manera, concluye con un llamado a la población, para ser conscientes en el cuidado de la naturaleza, “el llamado es a entender que nosotros como sociedad necesitamos tener una compensación con respecto a cómo nos relacionamos con el medio ambiente, necesitamos tener vegetación natural, necesitamos protegerla y cuidarla. El llamado también es a ser más consciente como sociedad con el uso de fuego, los incendios forestales afectan fuertemente a la población y la vegetación, que cuesta que se recupere, por eso hay que tener comportamientos acordes a la temporada”, concluyó. 

 

 

 

 

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