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El próximo viernes 22 de abril se realizará en el sector Pama Arriba, Comunidad Agrícola Vivanco, Combarbalá la jornada reflexiva “Día de los Sin Agua” para mostrar los avances de un proyecto piloto y además solicitar mayor compromiso a las autoridades.

Estefanía González

Ovalle

 

El déficit de precipitaciones en los últimos años ha sido alarmante en la Región de Coquimbo, de hecho, en lo que va de 2022, según el informe hidrometeorológico correspondiente a la semana del 11 de abril emitido por la Dirección General de Aguas (DGA) 11 de las 12 estaciones pluviométricas regionales se encuentran con déficit mayor al 90%, seis de ellas en un 100%.

La sequía es una realidad que se viene arrastrando por más de una década y que mantiene a las comunidades agrícolas y población rural cada vez más preocupadas por la falta del recurso hídrico.

El cambio climático y la casi ausencia de lluvias ha mermado las cosechas y ha vuelto a la supervivencia en los territorios cada vez más difícil.

Es en este contexto que el Consejo Comunal Campesino de Combarbalá realizará el próximo 22 de abril la jornada reflexiva “Día de los Sin Agua”, cuyo objetivo es visibilizar las consecuencias de la sequía en la ruralidad, además de mostrar formas alternativas de mitigar los efectos de esta problemática, mediante la muestra de un proyecto piloto que se está ejecutando en la comuna.

Leticia Ramírez, presidenta del Consejo Comunal Campesino de Combarbalá y también del Consejo Regional Campesino de la Región de Coquimbo indicó que la idea es mostrar lo que se está haciendo en el territorio para generar políticas públicas que permitan replicar estas buenas ideas con mayor celeridad.

“Nosotros vamos a hacer un día de visibilización sobre en que estamos nosotros los sin agua”, explicó Ramírez, asegurando que desde los mismos territorios afectados se están realizando acciones para mitigar los efectos de la sequía. “Estamos trabajando con la Conaf, el manejo sustentable de la tierra, entonces esta es una obra que vamos a mostrar que es la que está más avanzada, en donde hay una multiplicidad Obras de Conservación de Aguay Suelo (OCAS)”.

La presidenta del Consejo Comunal Campesino de Combarbalá sostuvo que al congregar a los tomadores de decisiones pretenden generar un mayor compromiso de éstos, “hemos invitado a toda la gente de la región, principalmente a los que están en la Mesa de Desarrollo Rural, a los alcaldes, a los concejales, a la dirigencia social del mundo rural. Todas estas personas  van a venir a ver la experiencia, a conocer la obra y en el intertanto nosotros estamos tratando de convencer a las autoridades de que nos pongan recursos”, añadiendo que en estos momentos están postulando a un FNDR para ampliar la experiencia a otras comunas, “buscamos los apoyos y va a ser entregado prontamente, para su implementación. Si nos ganamos el proyecto, si se aprueba en el Core, se van a incorporar seis comunas más a la Región de Coquimbo al trabajo que está haciendo Combarbalá. Entonces, esto tiene el mandato de sensibilizar a las autoridades y también a la gente de los territorios sobre cual es una de las formas en que nos podemos enfrenta a esta situación que  tenemos en la Región de Coquimbo”.

 Sobre la manera en que se han llevado a cabo iniciativas para contrarrestar los efectos del cambio climático en la zona, Ramírez sostuvo que son los mismos campesinos y campesinas quienes, desde el 2005, han presionado a las autoridades a actuar. “Ese año presentamos el primer documento a las autoridades haciéndoles notar de que en la región se estaba bajando la pluviometría que los suelos perdían su capacidad de esponja, luego ya el 2014, nos juntamos, hicimos un Congreso del Agua en el Limarí, donde le dijimos a las autoridades que el resultado de todas estas cosas es que hay una sobreexpoltación del agua y de la tierra por el monocultivo. Desde el principio los y las campesinas hemos estado advirtiendo a las autoridades de esta situación y ahora se ven las consecuencias”, manifestó Ramírez, enfatizando en que, “hoy día urge tomar acciones, medidas más extremas, dictar un decreto de calamidad publica para poder aplicar el 2% del herario nacional para poder abordar esta situación de crisis porque nosotros sentimos que la región esta detenida que no hay grandes decisiones. No ha habido la voluntad política de generar una estrategia que aborde específicamente el tema del cambio climático, la sequía y todas sus consecuencias”.

“Hemos hecho muchas cosas que no se saben. Estuvimos en la comisión de Medio Ambiente el año pasado diciéndole a los senadores de esa comisión que habíamos aplicado un piloto, que el piloto nosotros considerábamos que había sido efectico y que necesitábamos que esas experiencias se convirtieran en políticas públicas y se pusieran los recursos necesarios para hacerlo y claro, la comisión de medio ambiente ofició al ministerio de agricultura y este dice no es demasiado tarde, a lo mejor para el 2022 ahora estamos en 2022 y urge que se comiencen a tomar decisiones, (…)la situación es crítica, ultra critica y ya no nos pueden decir que estamos alaraqueando , los hechos están a la vista”, indicó Ramírez.

 

SOBRE EL PROYECTO

El proyecto que se está desarrollando en Combarbalá, llamado “Proyecto Manejo Sustentable de Tierra (PMST)”, es financiado con recursos del fondo para el medioambiente mundial (GEF), supervisado por el Banco Mundial y ejecutado en Combarbalá por el Minagri mediante Conaf. Este proyecto propuso un enfoque de intervención territorial centrado en la planificación predial. Se enfoca en la realización de un trabajo integral en el sector rural, que involucra los aspectos ambientales y sociales territoriales, generando co-responsabilidades entre la entidad pública y los habitantes del sector rural.

Leticia Ramírez explicó que, una de las acciones de este piloto, son las zanjas de infiltración que permitirían recargar acuíferos.  “Habilitamos una vertiente que encontramos gracias a los relatos de los campesinos más antiguos, con esa agua que arroja alrededor de 5 mil litros se llenan unos estanques y con esos estanques se riega un replante. Los árboles son los más eficientes para capturar el agua, porque como nuestro territorio perdió la capacidad de esponja, de almacenar el agua y lo que necesitamos es recargar los acuíferos, así es que estamos dando una ayudadita. Entonces luego de eso está en gavión, que contiene toda el agua que viene por la quebrada”, agregando que, “la intervención se está haciendo en las laderas de las quebradas con el aporte científico y con el conocimiento y el aporte de la gente del territorio, de las comunidades agrícolas. Ellos son los que trabajan, entonces acá estamos contribuyendo con la naturaleza ojalá para mitigar un poco esto del cambio climático y algún día revertir esta situación y por otro lado generamos empleo, porque los campesinos y campesinas no están pudiendo producir porque hay sequía, entonces la gente trabaja haciendo estas obras”.

 

 

 

 

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