Una buena noticia recibió la Región de Coquimbo el pasado martes 7 de abril, con precipitaciones de agua y nieve en las tres provincias, lo que viene a dar un pequeño respiro en medio de la grave sequía que afecta la zona.
En medio de este escenario, la provincia del Choapa fue, sin duda, la más beneficiada. Los Vilos registró el nivel más alto de agua caída con 71,6 mm. Un poco más atrás, aparecen Pichidagui con 63,2 mm; Chillepín, con 50,2 mm; Tilama, con 47,7 mm; Salamanca, con 47,6 mm y Caimanes, con 45,5 mm de agua caída. Mientras, Illapel no se queda atrás, al sumar 34,6 mm.
En la provincia del Limarí también hubo un saldo positivo, destacando con 22,3 mm la comuna de Combarbalá, mientras que El Palqui y Monte Patria registraron 24,1 y 18,8 mm respectivamente. También destacan Chañaral Alto con 20,3 mm y Ovalle con 10,7 mm.
Por último, en la provincia del Elqui destaca Las Rojas, con 16,4 mm y Algarrobal con 16,2; y en el valle del Elqui, Alcohuaz y Vicuña, con 15,8 y 15 mm respectivamente. Le siguen Andacollo, con 12 mm; y Coquimbo y La Serena, con 11,9 mm y 8,7 mm respectivamente.
En la comuna de La Higuera, en tanto, sólo se registró un milímetro de agua y en Punta de Choros, 1,2 milímetros.
IMPORTANTES NEVADAS
No obstante, también hay que destacar la gran cantidad de nieve que cayó sobre la cordillera de la región.
Así, según la plataforma Windy, hasta la tarde noche de este miércoles, la nieve acumulada en la alta montaña iba desde los 15 cm hasta casi un metro en el Choapa.
En Limarí en tanto, las cifras se ubican entre los 20 y 35 cm aproxi- madamente, mientras que en Elqui, llegan a los 40 cm de nieve.
Al respecto, el meteorólogo de Mi Radio, Cristóbal Juliá, destacó que este evento natural cumple un rol fundamental, aunque de igual forma hizo un llamado a la mesura, “toda nevada es importante ya que aporta al ciclo hidrológico. Sin embargo, si no se dan más eventos como éste, poco podrá aportar en los deshielos que son parte fundamental para el sector agrícola”, señaló.
Esto fue complementado por Valentina Aliste, profesional del área de ciencia ciudadana del Centro Científico CEAZA, “sabemos que en nuestra región semiárida de Coquimbo, la fuente principal de agua que activan los caudales de nuestros ríos, es la nieve, que principalmente desde la primavera hacia el verano aporta agua hacia nuestros caudales. La nieve además es el alimento principal de los casi 900 glaciares que hay en la cadena montañosa de la Región de Coquimbo, los cuales entregan agüita a los caudales hacia finales del verano. Así que es la criosfera, toda el agua congelada que está en la montaña, la principal fuente de agua para los ríos de la región, y el agua subterránea”, puntualizó.
“A pesar de ello, aún queda mucho trabajo pendiente para poder cuantificar el aporte de esta nieve o del hielo glacial, hacia los caudales y el agua subterránea”, agregó.
DESHIELO
En un escenario ideal, con un invierno que traiga nuevas nevadas en la cordillera, el deshielo iniciaría durante el mes de octubre, aunque los expertos explican que esto dependerá de las precipitaciones que haya durante estos meses.
“El derretimiento de la nieve depende principalmente de las temperaturas que se van dando las próximas semanas y si vienen más eventos de nieve, que contribuyen a darle más durabilidad a la nieve. Cuando cae de manera seguida nieve, la más antigua se conserva por mucho más tiempo y contribuye de mejor forma en los deshielos próximos a la temporada estival”, declaró al respecto Cristóbal Juliá.
Palabras similares tuvo Valentina Aliste, quien enfatiza en que “respecto de la permanencia de la nieve en los próximos días, dependerá principalmente de las temperaturas que experimentemos en los próximos días, además va depender de la altura en que se encuentre en la nieve, se espera que la nieve que se encuentre en zonas más bajas, se va derretir más rápidamente. Además, la nieve en este territorio árido de la región de Coquimbo experimenta un proceso de sublimación, que es el paso del estado sólido al gaseoso directamente, sin pasar por el líquido. Producto de la sublimación ‘perdemos’ -entre comillas- entre un 70 y un 90% de nieve, que se va a la atmósfera en forma de gas. Estas cifras fueron estimaciones de un trabajo del CEAZA”, señaló la experta.
EXPECTATIVAS
De esta manera, el presidente de la Junta de Vigilancia de Río Limarí y Río Grande, José Eugenio González, espera que puedan haber nuevas nevadas durante el invierno, para tener una reserva de agua para el verano.
“Fue una buena ayuda esta lluvia, a pesar de que no es mucha, pero es una ayuda de todas maneras, todo suma. Esperamos que se sume una cantidad importante de nieve, porque es fundamental para asegurar la temporada. La nieve cuando es sólida, y no hay temperaturas altas después de la nevazón, esa nieve se endurece y es una reserva que queda para los meses de mayor demanda, yo digo que la cordillera es una especie de embalse que junta nieve, lo que permite tener agua en primavera y verano, en los meses más secos. Los deshielos en la cuenca del Limarí son temprano, generalmente empiezan en octubre y terminan en noviembre, pero depende de la cantidad de nieve que haya”, declaró el dirigente.
De todas formas, igual se toma esto con mesura, “seguimos alerta por la sequía, necesitamos una lluvia y una nevada importante, ahora tuvimos una nevada alrededor de 20 centímetros, pero yo diría que para tener una reserva importante se necesita sobre un metro de nieve por lo menos”, aseguró.
PRONÓSTICOS
Para finalizar, los meteorólogos señalan que por el momento no se prevén precipitaciones en un corto plazo para la Región de Coquimbo, pero por ningún motivo se pueden descartar para semanas más adelante.
“Por ahora no se ven precipitaciones en el horizonte. Sin embargo, recién el próximo mes comienza oficialmente el invierno por lo que no se descarta que pueda haber más lluvias las próximas semanas”, indicó Juliá.
